El Plan Marshall y la integración europea : los límites de una ambición

¿Fue el plan Marshall, como se afirma muy a menudo, el medio encontrado por los norteamericanos para someter a vasallaje a Europa Occidental? Además de ser sin duda una forma de intervención de Estados Unidos en Europa, más elaborada que la doctrina Truman de marzo de 1947, y que respondía primariamente a sus intereses, el plan Marshall tuvo una dimensión de desarrollo económico en un cuadro propiamente europeo. Esta ayuda era acompañada de una exigencia que podía pasar por excesiva: la unidad de Europa. Y una organización europea de cooperación económica fue creada: la OECE. Pero lejos de ser impuesta en su forma por los estadounidenses, fue más bien el resultado de condicionamientos intra-europeos. Los norteamericanos fracasaron pues en imponer su ideal de unidad europea. Las relaciones de necesidad establecidas entre países europeos en la OECE aparecen como un elemento central del restablecimiento europeo. Las exigencias norteamericanas fueron elementos útiles para indicar la ruta de la apertura comercial y la libertad de pagos. De todas formas, la "militarización" de la ayuda marcó un giro de la política estadounidense. La ayuda de EE. UU. devino en un obstáculo para el desarrollo. La integración se volvió más atlántica que europea, retrasando sin duda alguna la unidad institucional de Europa. La OECE: representó una esperanza de unidad europea. Los europeos hicieron de ella una organización de cooperación, no de integración. Ningún proyecto de unidad e integración ligado al plan Marshall se concretó. Otras organizaciones concentraron la búsqueda de la unidad: la CECA, la CED, APE, Euratom y el Mercado Común. La OECE, organización europea del plan Marshall, hizo sin embargo un trabajo notable para fundar las bases del crecimiento capitalista de Europa y para multilateralizar los intercambios y pagos. La ayuda norteamericana a Europa tuvo así dos caras. Las ayudas Marshall y MSA ligaron Europa Occidental al mundo atlántico y hacían recordar a los europeos que los tiempos de la autonomía se habían acabado. La creación de las comunidades europeas en 1957 parece marcar por ello el despertar de Europa.

Saved in:
Bibliographic Details
Main Author: Bossuat, Gérard
Format: info:eu-repo/semantics/article biblioteca
Subjects:ALEMANIA, EUROPA, GUERRA, POLITICA ECONOMICA, RELACIONES EXTERIORES,
Online Access:http://localhost:8080/greenstone3/library/collection/todo/document/ciclos_v8_n14-15_06
Tags: Add Tag
No Tags, Be the first to tag this record!
Description
Summary:¿Fue el plan Marshall, como se afirma muy a menudo, el medio encontrado por los norteamericanos para someter a vasallaje a Europa Occidental? Además de ser sin duda una forma de intervención de Estados Unidos en Europa, más elaborada que la doctrina Truman de marzo de 1947, y que respondía primariamente a sus intereses, el plan Marshall tuvo una dimensión de desarrollo económico en un cuadro propiamente europeo. Esta ayuda era acompañada de una exigencia que podía pasar por excesiva: la unidad de Europa. Y una organización europea de cooperación económica fue creada: la OECE. Pero lejos de ser impuesta en su forma por los estadounidenses, fue más bien el resultado de condicionamientos intra-europeos. Los norteamericanos fracasaron pues en imponer su ideal de unidad europea. Las relaciones de necesidad establecidas entre países europeos en la OECE aparecen como un elemento central del restablecimiento europeo. Las exigencias norteamericanas fueron elementos útiles para indicar la ruta de la apertura comercial y la libertad de pagos. De todas formas, la "militarización" de la ayuda marcó un giro de la política estadounidense. La ayuda de EE. UU. devino en un obstáculo para el desarrollo. La integración se volvió más atlántica que europea, retrasando sin duda alguna la unidad institucional de Europa. La OECE: representó una esperanza de unidad europea. Los europeos hicieron de ella una organización de cooperación, no de integración. Ningún proyecto de unidad e integración ligado al plan Marshall se concretó. Otras organizaciones concentraron la búsqueda de la unidad: la CECA, la CED, APE, Euratom y el Mercado Común. La OECE, organización europea del plan Marshall, hizo sin embargo un trabajo notable para fundar las bases del crecimiento capitalista de Europa y para multilateralizar los intercambios y pagos. La ayuda norteamericana a Europa tuvo así dos caras. Las ayudas Marshall y MSA ligaron Europa Occidental al mundo atlántico y hacían recordar a los europeos que los tiempos de la autonomía se habían acabado. La creación de las comunidades europeas en 1957 parece marcar por ello el despertar de Europa.