El simbolismo de la celda y del atrio en los Padres del desierto como espacios de hospedaje de Cristo y del hermano
Cristian de Chergé, el prior de los monjes cistercienses de Argelia asesinados en el año 1996, habla en su diario de un amigo musulmán con el que solía tener coloquios espirituales. Cuenta que un día vino su amigo a visitarlo, y, deseoso de tener un tiempo de diálogo profundo con el monje, le dijo: “Hace tiempo que no bajamos a nuestros pozos…”. Bello símbolo el del pozo! Lleno de hondura, lleno de agua en su fondo. El pozo del alma remite a las profundidades propias del espíritu, ese espacio en lo más íntimo del corazón del hombre que los espirituales, los santos y los doctores de la Iglesia han expresado con distintas imágenes. Una de éstas es la de la celda, que tomaremos en particular para comenzar nuestra reflexión. Muy temprano en la historia de la Iglesia encontramos ya este símbolo, proyectado desde la vida de aquellos hombres que, durante el siglo IV y V, tomaban distancia de la ciudad y se retiraban al desierto buscando en la soledad, el silencio, la oración y la penitencia, un camino de santidad...
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Format: | Documento de conferencia biblioteca |
Language: | spa |
Published: |
2019
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Subjects: | HOSPITALIDAD, PADRES DE LA IGLESIA, DIOS, JESUCRISTO, TEOLOGIA, |
Online Access: | https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/8458 |
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Summary: | Cristian de Chergé, el prior de los monjes cistercienses de Argelia asesinados en el año 1996, habla en su diario de un amigo musulmán con el que solía tener coloquios espirituales. Cuenta que un día vino su amigo a visitarlo, y, deseoso de tener un tiempo de diálogo profundo con el monje, le dijo: “Hace tiempo que no bajamos a nuestros pozos…”. Bello símbolo el del pozo! Lleno de hondura, lleno de agua en su fondo. El pozo del alma remite a las profundidades propias del espíritu, ese espacio en lo más íntimo del corazón del hombre que los espirituales, los santos y los doctores de la Iglesia han expresado con distintas imágenes. Una de éstas es la de la celda, que tomaremos en particular para comenzar nuestra reflexión. Muy temprano en la historia de la Iglesia encontramos ya este símbolo, proyectado desde la vida de aquellos hombres que, durante el siglo IV y V, tomaban distancia de la ciudad y se retiraban al desierto buscando en la soledad, el silencio, la oración y la penitencia, un camino de santidad... |
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