Persona y comunicación intersubjetiva
Resumen: Cuando Sócrates condujo a Eutidemo al reconocimiento de su radical ignorancia y éste manifestó su completa perplejidad, el maestro le exhortó a practicar la recomendación inscripta en Delfos: Conócete a ti mismo. Y Eutidemo, por no haber alcanzado este conocimiento, se sentía "lleno de desprecio para consigo mismo" puesto que corría el riesgo "de no saber nada de nada".1 El conocimiento de sí aparece, pues, como la condición esencial para no permanecer en la ignorancia total y, sin embargo, la sabiduría antigua reconoció,. desde el principio, la dificultad casi insuperable de la empresa: individuum est ineffabile; porque, en efecto, es lo opuesto de lo que se puede decir, explicar; de donde se ve que este individuo que yo mismo soy y que es mi prójimo es in-decible, inexplicable. Así, por un lado, la siempre presente necesidad del autoconocimiento como condición de toda comunicación y, por otro, la siempre presente inefabilidad del singular. La reflexión filosófica —particularmente en el pensamiento contemporáneo— al poner en el centro de su preocupación el tema de la comunicación, nos obliga a repensar todo el problema desde la perspectiva de la persona como unidad incomunicable y como condición de la misma comunicación.
Main Author: | |
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Format: | Artículo biblioteca |
Language: | spa |
Published: |
Pontificia Universidad Católica Argentina. Facultad de Filosofía y Letras
1981
|
Subjects: | PERSONA HUMANA, COMUNICACION, ONTOLOGIA, METAFISICA, |
Online Access: | https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/14730 |
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Summary: | Resumen: Cuando Sócrates condujo a Eutidemo al reconocimiento de su
radical ignorancia y éste manifestó su completa perplejidad, el maestro
le exhortó a practicar la recomendación inscripta en Delfos: Conócete
a ti mismo. Y Eutidemo, por no haber alcanzado este conocimiento,
se sentía "lleno de desprecio para consigo mismo" puesto
que corría el riesgo "de no saber nada de nada".1 El conocimiento
de sí aparece, pues, como la condición esencial para no permanecer
en la ignorancia total y, sin embargo, la sabiduría antigua reconoció,.
desde el principio, la dificultad casi insuperable de la empresa: individuum
est ineffabile; porque, en efecto, es lo opuesto de lo que se
puede decir, explicar; de donde se ve que este individuo que yo
mismo soy y que es mi prójimo es in-decible, inexplicable. Así, por
un lado, la siempre presente necesidad del autoconocimiento como
condición de toda comunicación y, por otro, la siempre presente inefabilidad
del singular. La reflexión filosófica —particularmente en el
pensamiento contemporáneo— al poner en el centro de su preocupación
el tema de la comunicación, nos obliga a repensar todo el problema
desde la perspectiva de la persona como unidad incomunicable
y como condición de la misma comunicación. |
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