La substancia del hombre y el progreso material

Resumen: Cuando se habla de desarrollo económico se alude fundamentalmente al progreso material, aún en los casos en que se piense en un desarrollo social, con auto-realización de las personas y calidad de vida. En realidad se da por supuesto que sin progreso material no hay ni felicidad ni dignidad para la, gente. Este supuesto sólo es verdadero relativamente. En efecto, el progreso material, como dice el economista de la London Schools of Economics, P. T. Bauer, no se identifica ni es un supuesto necesario de la felicidad, de la dignidad, la sensibilidad o la armonía humanas. Podemos decir que la miseria ataca severamente la vida humana, pero no podría decirse lo mismo de una pobreza relativa. Lo que es evidente es que la abundancia material se relaciona más a menudo de lo que nos atreveríamos a confesar con dificultades en el nivel humano espiritual y por lo tanto con la felicidad y la dignidad. Así lo ha patentizado la sociedad de consumo.

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Bibliographic Details
Main Author: Pithod, Abelardo
Format: Artículo biblioteca
Language:spa
Published: Pontificia Universidad Católica Argentina. Facultad de Filosofía y Letras 1983
Subjects:DESARROLLO ECONOMICO, PROGRESO, BIENESTAR, HOMBRE, ETICA ECONOMICA, FILOSOFIA DE LA ECONOMIA,
Online Access:https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/14470
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Description
Summary:Resumen: Cuando se habla de desarrollo económico se alude fundamentalmente al progreso material, aún en los casos en que se piense en un desarrollo social, con auto-realización de las personas y calidad de vida. En realidad se da por supuesto que sin progreso material no hay ni felicidad ni dignidad para la, gente. Este supuesto sólo es verdadero relativamente. En efecto, el progreso material, como dice el economista de la London Schools of Economics, P. T. Bauer, no se identifica ni es un supuesto necesario de la felicidad, de la dignidad, la sensibilidad o la armonía humanas. Podemos decir que la miseria ataca severamente la vida humana, pero no podría decirse lo mismo de una pobreza relativa. Lo que es evidente es que la abundancia material se relaciona más a menudo de lo que nos atreveríamos a confesar con dificultades en el nivel humano espiritual y por lo tanto con la felicidad y la dignidad. Así lo ha patentizado la sociedad de consumo.