La consolidación de la Nueva Etapa

Resumen: Este asunto de la deuda externa argentina cada vez se parece mas a una gran comedia. Lo es para quienes califican a los acreedores de usureros y para quienes los adulan como si fueran la fuente de bendiciones inagotables. Esto al margen de que muchas veces los aduladores y los maldicientes se reemplazan entre sí, por imperio de las situaciones en que los coloca la política menuda; propiedad ésta de las comedias que permiten sin mayores consecuencias el aplau'\o y el llanto de quienes asisten a la representación. Es posible además que tanto quienes denuncian las condiciones usurarias de la deuda como quienes esperan seguir viviendo de la fuente inagotable del crédito internacional, tengan buenas razones para aplaudir o para condenar. Como la deuda es usuraria, viciada de anatocismo, contraída por deudor en "estado de necesidad", y porque viola elementales principios morales, no hay obligación moral ni jurídica de pagarla, dicen unos, mientras los otros -que tampoco saben cómo pagarla - apelan a ingenierías que consisten en mover las cifras de créditos y débitos de una columna en otra y proseguir alegremente con un endeudamiento que se multiplica por sí mismo hasta el infinito. Lo que suscita sorprendentemente Ja aceptación de los acreedores que de vez en cuando envían a sus técnicos que terminan por otorgar su aval a estos manejos. Situación que en sus contradicciones nos aproxima a esa especie de perplejidades que ponen en peligro la misma subsistencia de un pueblo que pretende seguir siendo una nación. Creo que los términos de la polémica superficial no hacen mas que agravar estas perplejidades. Hay que salir de ello; el primer paso es el de tratar de comprender Ja naturaleza, tanto política como económica, del esquema de integración planetaria que está en el embrión de la dificultad. Este esquema no es ni original (malgrado los que disputan su autoría, como si lo fuera) ni difícil de comprender. Consistió en implantar en la economía nacional una moneda constante en relación con el dólar de los Estados Unidos, así fuera que su previsibilidad se lograse mediante el procedimiento de la "tablilla" de devaluación programada como se imponía en los períodos inflacionarios mediante el cerrojo cambiario, con congelamiento de las variaciones monetarias que fue puesto en prácticn por Cavallo, que frenó la inflación y hoy permanece en vigencia.

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Bibliographic Details
Main Author: Bosch, Francisco Miguel
Format: Artículo biblioteca
Language:spa
Published: Pontificia Universidad Católica Argentina. Facultad de Ciencias Sociales. Departamento de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales 2000
Subjects:ARGENTINA, DEUDA EXTERNA, POLITICA ECONOMICA, ACREEDORES, CRISIS ECONOMICA, DEVALUACION,
Online Access:https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/10203
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Summary:Resumen: Este asunto de la deuda externa argentina cada vez se parece mas a una gran comedia. Lo es para quienes califican a los acreedores de usureros y para quienes los adulan como si fueran la fuente de bendiciones inagotables. Esto al margen de que muchas veces los aduladores y los maldicientes se reemplazan entre sí, por imperio de las situaciones en que los coloca la política menuda; propiedad ésta de las comedias que permiten sin mayores consecuencias el aplau'\o y el llanto de quienes asisten a la representación. Es posible además que tanto quienes denuncian las condiciones usurarias de la deuda como quienes esperan seguir viviendo de la fuente inagotable del crédito internacional, tengan buenas razones para aplaudir o para condenar. Como la deuda es usuraria, viciada de anatocismo, contraída por deudor en "estado de necesidad", y porque viola elementales principios morales, no hay obligación moral ni jurídica de pagarla, dicen unos, mientras los otros -que tampoco saben cómo pagarla - apelan a ingenierías que consisten en mover las cifras de créditos y débitos de una columna en otra y proseguir alegremente con un endeudamiento que se multiplica por sí mismo hasta el infinito. Lo que suscita sorprendentemente Ja aceptación de los acreedores que de vez en cuando envían a sus técnicos que terminan por otorgar su aval a estos manejos. Situación que en sus contradicciones nos aproxima a esa especie de perplejidades que ponen en peligro la misma subsistencia de un pueblo que pretende seguir siendo una nación. Creo que los términos de la polémica superficial no hacen mas que agravar estas perplejidades. Hay que salir de ello; el primer paso es el de tratar de comprender Ja naturaleza, tanto política como económica, del esquema de integración planetaria que está en el embrión de la dificultad. Este esquema no es ni original (malgrado los que disputan su autoría, como si lo fuera) ni difícil de comprender. Consistió en implantar en la economía nacional una moneda constante en relación con el dólar de los Estados Unidos, así fuera que su previsibilidad se lograse mediante el procedimiento de la "tablilla" de devaluación programada como se imponía en los períodos inflacionarios mediante el cerrojo cambiario, con congelamiento de las variaciones monetarias que fue puesto en prácticn por Cavallo, que frenó la inflación y hoy permanece en vigencia.