LA EVALUACION EN LA ESCUELA: UNA AYUDA PARA SEGUIR APRENDIENDO

EI trabajo llama la atención sobre algunos de los principales problemas que puede presentar la práctica de la evaluación en la escuela: el énfasis en los aprendizajes más superficiales y de menor nivel, la ilusión totalizante, el imposible diagnóstico como paso previo a toda enseñanza, el esencialismo, el error tomado como anormalidad, el papel etiquetador de la nota, la instrumentalización engañosa, el crecimiento desmesurado de la acción evaluadora como juicio y sentencia. Frente a estas peligrosas deformaciones, se propone una evaluación como ayuda para seguir aprendiendo, incorporada a la actividad normal de una escuela rica en experiencias formativas. Una evaluación abierta y flexible, realizada a partir de los procesos y productos cotidianos en el aula de clases. Tablas y gráficos pueden sustituir con provecho a las calificaciones. Las fichas de registro, el portafolio, el seguimiento atento del docente, son mecanismos para ir acompañando y sosteniendo el aprendizaje infantil. La autoevaluación y la coevaluación resultan parte importante del proceso. La evaluación debe estar complementada con medidas de apoyo, dirigidas a facilitar a los aprendices la superación de sus insuficiencias

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Bibliographic Details
Main Author: LaCueva,Aurora
Format: Digital revista
Language:Spanish / Castilian
Published: Faculdade de Educação da Universidade de São Paulo 1997
Online Access:http://old.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0102-25551997000100008
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Summary:EI trabajo llama la atención sobre algunos de los principales problemas que puede presentar la práctica de la evaluación en la escuela: el énfasis en los aprendizajes más superficiales y de menor nivel, la ilusión totalizante, el imposible diagnóstico como paso previo a toda enseñanza, el esencialismo, el error tomado como anormalidad, el papel etiquetador de la nota, la instrumentalización engañosa, el crecimiento desmesurado de la acción evaluadora como juicio y sentencia. Frente a estas peligrosas deformaciones, se propone una evaluación como ayuda para seguir aprendiendo, incorporada a la actividad normal de una escuela rica en experiencias formativas. Una evaluación abierta y flexible, realizada a partir de los procesos y productos cotidianos en el aula de clases. Tablas y gráficos pueden sustituir con provecho a las calificaciones. Las fichas de registro, el portafolio, el seguimiento atento del docente, son mecanismos para ir acompañando y sosteniendo el aprendizaje infantil. La autoevaluación y la coevaluación resultan parte importante del proceso. La evaluación debe estar complementada con medidas de apoyo, dirigidas a facilitar a los aprendices la superación de sus insuficiencias