Enfermedad por meningococo, Neisseria meningitidis: perspectiva epidemiológica, clínica y preventiva

La meningitis bacteriana continúa siendo uno de los grandes problemas de la salud pública mundial. En particular, la infección por Neisseria meningitidis afecta tanto a países desarrollados como subdesarrollados, y se presenta en formas endémicas y epidémicas. La enfermedad meningocóccica se puede manifestar clínicamente no sólo como meningitis, sino con cuadros fulminantes de meningococcemia. La persistencia de N. meningitidis se debe al gran porcentaje de portadores y a la dinámica de transmisión de la bacteria. Aproximadamente 500 millones de personas en el mundo son portadoras de N. meningitidis en la nasofaringe. Los factores de transmisiblidad identificados han sido el tabaquismo activo o pasivo, la presencia de infecciones virales del tracto respiratorio superior, épocas de sequía, y el hacinamiento. Por lo anterior, se han descrito brotes de enfermedad meningocóccica en cuarteles militares, escuelas, cárceles y dormitorios. Algunos determinantes que permiten la invasión sistémica incluyen daños en la mucosa nasofaríngea de portadores, cepas virulentas con formación de cápsula, ausencia de anticuerpos bactericidas y deficiencias del sistema del complemento. El control de la enfermedad meningocóccica en circunstancias endémicas y epidémicas se logra por el tratamiento de casos con antibióticos adecuados (penicilina, ceftriaxona o cloranfenicol), la quimioprofilaxis de contactos cercanos (ciprofloxacina, rifampicina o ceftriaxona), y la vigilancia clínica de éstos. Sin embargo, es fundamental subrayar que la clave para el control efectivo de la enfermedad meningocóccica es la inmunoprofilaxis. Las vacunas disponibles incluyen las de polisacáridos monovalentes o bivalentes (serogrupos A y C), tetravalentes (A, C, Y, W-135), la conjugada (C) o la combinada de proteínas de membrana celular y polisacárido (B y C). Recientemente nos hemos visto forzados a establecer planes nacionales de respuesta que incluyen la disponibilidad de vacuna y de medicamentos para quimioprofilaxis, debido a que se ha documentado un incremento de casos de enfermedad por N. meningitidis, serogrupo C, en el país. Es por lo anterior que esta revisión está dirigida a proporcionar al personal de salud un recordatorio de los aspectos relevantes de la epidemiología, y de los clínicos y preventivos de la enfermedad meningocóccica.

Saved in:
Bibliographic Details
Main Authors: Almeida-González,Lourdes, Franco-Paredes,Carlos, Pérez,Luis Fernando, Santos-Preciado,José Ignacio
Format: Digital revista
Language:Spanish / Castilian
Published: Instituto Nacional de Salud Pública 2004
Online Access:http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0036-36342004000500010
Tags: Add Tag
No Tags, Be the first to tag this record!
Description
Summary:La meningitis bacteriana continúa siendo uno de los grandes problemas de la salud pública mundial. En particular, la infección por Neisseria meningitidis afecta tanto a países desarrollados como subdesarrollados, y se presenta en formas endémicas y epidémicas. La enfermedad meningocóccica se puede manifestar clínicamente no sólo como meningitis, sino con cuadros fulminantes de meningococcemia. La persistencia de N. meningitidis se debe al gran porcentaje de portadores y a la dinámica de transmisión de la bacteria. Aproximadamente 500 millones de personas en el mundo son portadoras de N. meningitidis en la nasofaringe. Los factores de transmisiblidad identificados han sido el tabaquismo activo o pasivo, la presencia de infecciones virales del tracto respiratorio superior, épocas de sequía, y el hacinamiento. Por lo anterior, se han descrito brotes de enfermedad meningocóccica en cuarteles militares, escuelas, cárceles y dormitorios. Algunos determinantes que permiten la invasión sistémica incluyen daños en la mucosa nasofaríngea de portadores, cepas virulentas con formación de cápsula, ausencia de anticuerpos bactericidas y deficiencias del sistema del complemento. El control de la enfermedad meningocóccica en circunstancias endémicas y epidémicas se logra por el tratamiento de casos con antibióticos adecuados (penicilina, ceftriaxona o cloranfenicol), la quimioprofilaxis de contactos cercanos (ciprofloxacina, rifampicina o ceftriaxona), y la vigilancia clínica de éstos. Sin embargo, es fundamental subrayar que la clave para el control efectivo de la enfermedad meningocóccica es la inmunoprofilaxis. Las vacunas disponibles incluyen las de polisacáridos monovalentes o bivalentes (serogrupos A y C), tetravalentes (A, C, Y, W-135), la conjugada (C) o la combinada de proteínas de membrana celular y polisacárido (B y C). Recientemente nos hemos visto forzados a establecer planes nacionales de respuesta que incluyen la disponibilidad de vacuna y de medicamentos para quimioprofilaxis, debido a que se ha documentado un incremento de casos de enfermedad por N. meningitidis, serogrupo C, en el país. Es por lo anterior que esta revisión está dirigida a proporcionar al personal de salud un recordatorio de los aspectos relevantes de la epidemiología, y de los clínicos y preventivos de la enfermedad meningocóccica.