Trastorno por déficit de atención con hiperactividad: un problema de salud pública

Resumen El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es el síndrome neuroconductual más común en la niñez y puede continuar al través de la adolescencia y la edad adulta. Los síntomas incluyen: dificultad para mantener la atención, hiperactividad y dificultad para controlar la conducta. Su prevalencia es de 5% en la niñez y de 2.5% en la edad adulta. Quienes lo padecen suelen llegar a sufrir, más que quienes no lo experimentan, adversidades de diversos tipos en el área de la salud mental: deficientes logros académicos y ocupacionales, abuso de sustancias, problemas legales, lesiones accidentales, pobres elecciones sobre la salud personal, paternidad precoz, problemas de conducta, ansiedad, depresión, divorcio, conducta suicida, etc. Los profesionales mejor capacitados para diagnosticar el TDAH son psiquiatras y neurólogos, sobre todo los especializados en el estudio de los menores. El tratamiento que ha mostrado mayor efectividad en casos de mediana y gran gravedad es el empleo de medicamentos (estimulantes y atomoxetina en primer término), con mejores resultados cuando se combina con medidas psicosociales. Por su elevada prevalencia y su impacto a largo plazo se requiere de un enfoque de salud pública en la identificación y tratamiento del TDAH. Dado el número limitado de profesionales de la salud mental en nuestro país, es conveniente que médicos del primer nivel mejoren sus habilidades para diagnosticar y tratar el TDAH.

Saved in:
Bibliographic Details
Main Author: Sauceda García,Juan Manuel
Format: Digital revista
Language:Spanish / Castilian
Published: Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Medicina 2014
Online Access:http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0026-17422014000500014
Tags: Add Tag
No Tags, Be the first to tag this record!
Description
Summary:Resumen El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es el síndrome neuroconductual más común en la niñez y puede continuar al través de la adolescencia y la edad adulta. Los síntomas incluyen: dificultad para mantener la atención, hiperactividad y dificultad para controlar la conducta. Su prevalencia es de 5% en la niñez y de 2.5% en la edad adulta. Quienes lo padecen suelen llegar a sufrir, más que quienes no lo experimentan, adversidades de diversos tipos en el área de la salud mental: deficientes logros académicos y ocupacionales, abuso de sustancias, problemas legales, lesiones accidentales, pobres elecciones sobre la salud personal, paternidad precoz, problemas de conducta, ansiedad, depresión, divorcio, conducta suicida, etc. Los profesionales mejor capacitados para diagnosticar el TDAH son psiquiatras y neurólogos, sobre todo los especializados en el estudio de los menores. El tratamiento que ha mostrado mayor efectividad en casos de mediana y gran gravedad es el empleo de medicamentos (estimulantes y atomoxetina en primer término), con mejores resultados cuando se combina con medidas psicosociales. Por su elevada prevalencia y su impacto a largo plazo se requiere de un enfoque de salud pública en la identificación y tratamiento del TDAH. Dado el número limitado de profesionales de la salud mental en nuestro país, es conveniente que médicos del primer nivel mejoren sus habilidades para diagnosticar y tratar el TDAH.