La parcela agroecológica del INTA Alto Valle

Una experiencia participativa que comenzó poco antes de la pandemia en la Estación Experimental ubicada en la zona rural de Allen, con el objetivo de evaluar los cultivos hortícolas como componente clave de los agroecosistemas y compartir conocimiento y experiencia con el sector. En las últimas temporadas vienen avanzando en los territorios norpatagónicos diversos casos de producción agroecológica de alimentos destinados a la población de cercanía. Coinciden en esos avances la creciente concientización sobre la alimentación saludable y el cuidado ambiental, la diversificación productiva y la progresiva vinculación de experiencias prediales y técnicas en la temática. En el campo donde confluyen los conceptos de sustentabilidad y equidad -ordenadores de la actividad institucional del INTA- gravita la agroecología como modalidad de producción de alimentos locales de calidad para las mayorías populares. En septiembre de 2019 se diseñó una parcela en el INTA Alto Valle (Ruta Nacional 22, km 1190), destinada a evaluar los aspectos biofísicos y tecnológicos de un agroecosistema asimilable al manejo y la gestión desde la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (AFCI) que produce alimentos para los mercados de proximidad. Mediante la experimentación a mediano y largo plazo de la integración de componentes agroecosistémicos y la aplicación de tecnologías adecuadas se proyecta validar prácticas realizadas en predios agroecológicos, indagar y proponer estrategias productivas innovadoras para estos territorios, con la participación activa de los agricultores y referentes de organizaciones sociales y universidades, entre otros. Los cultivos hortícolas, tanto en esta parcela experimental como en una gran cantidad y diversidad de unidades productivas del Alto Valle, son componentes del agroecosistema que se ensamblan virtuosamente con frutales y cortinas forestales. Esta combinación suele generar mayor resiliencia ambiental y socioeconómica, principalmente para los agricultores familiares que sostienen con su trabajo y gestión la productividad de esos sistemas. En el diseño de la parcela se consideraron la calidad inicial del sitio, el aprovechamiento de la vegetación herbácea espontánea y el cultivo combinado de estas especies junto a otras arbóreas. De esta manera fueron implantadas sucesivamente ocho especies perennes y diecisiete anuales incluyendo frutales, hortalizas, aromáticas, flores y cortinas forestales conducidos en franja, surco y cortina. Estas fueron manzano, peral, cerezo, ciruelo, duraznero, dos variedades de álamo, acacia, romero, albahaca, caléndula, menta, citronella, haba, ajo, mizuna, quinoa, topinambur, maíz, zapallo, zapallito zucchini, sandía, cinco variedades de tomate y tres de batata. Las prácticas de manejo cultural se basan en la observación constante de la dinámica del sistema. Se procura minimizar las intervenciones y sostener la evolución constante de ese agroecosistema frutihortícola aprovechando que su condición de “experimental” permite un mayor margen de prueba y error con respecto a la necesaria búsqueda de productividad que rige las decisiones en los predios productivos. En el riego, la labranza para implantación, el manejo de la vegetación espontánea y la aplicación de productos naturales se busca compatibilizar el efecto beneficioso y de reciprocidad en los cultivos, la ergonomía de la práctica, la minimización creciente de insumos externos y la aplicación de tecnologías de bajo costo, como el compostaje en el lugar y el manejo de cultivos de cobertura. De esta manera se pretende evaluar el comportamiento del diseño espacio-temporal implementado, a través de sucesivas temporadas y parámetros como la salud del suelo, la sanidad, la diversidad funcional, la dinámica floral, la productividad y la expresión de las plantas espontáneas.

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Bibliographic Details
Main Authors: Sheridan, Miguel Mariano, Vasquez, Pablo Antonio
Format: info:ar-repo/semantics/artículo biblioteca
Language:spa
Published: EEA Alto Valle, INTA 2021
Subjects:Horticultura, Agroecología, Experimentación en Campo, Agroecosistemas, Río Negro (Argentina), Horticulture, Agroecology, Field Experimentation, Agroecosystems, Cultivos Hortícolas, INTA Alto Valle, Allen, Río Negro, Horticultural Crops,
Online Access:http://hdl.handle.net/20.500.12123/9468
https://inta.gob.ar/documentos/fruticultura-diversificacion-no-87
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Description
Summary:Una experiencia participativa que comenzó poco antes de la pandemia en la Estación Experimental ubicada en la zona rural de Allen, con el objetivo de evaluar los cultivos hortícolas como componente clave de los agroecosistemas y compartir conocimiento y experiencia con el sector. En las últimas temporadas vienen avanzando en los territorios norpatagónicos diversos casos de producción agroecológica de alimentos destinados a la población de cercanía. Coinciden en esos avances la creciente concientización sobre la alimentación saludable y el cuidado ambiental, la diversificación productiva y la progresiva vinculación de experiencias prediales y técnicas en la temática. En el campo donde confluyen los conceptos de sustentabilidad y equidad -ordenadores de la actividad institucional del INTA- gravita la agroecología como modalidad de producción de alimentos locales de calidad para las mayorías populares. En septiembre de 2019 se diseñó una parcela en el INTA Alto Valle (Ruta Nacional 22, km 1190), destinada a evaluar los aspectos biofísicos y tecnológicos de un agroecosistema asimilable al manejo y la gestión desde la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (AFCI) que produce alimentos para los mercados de proximidad. Mediante la experimentación a mediano y largo plazo de la integración de componentes agroecosistémicos y la aplicación de tecnologías adecuadas se proyecta validar prácticas realizadas en predios agroecológicos, indagar y proponer estrategias productivas innovadoras para estos territorios, con la participación activa de los agricultores y referentes de organizaciones sociales y universidades, entre otros. Los cultivos hortícolas, tanto en esta parcela experimental como en una gran cantidad y diversidad de unidades productivas del Alto Valle, son componentes del agroecosistema que se ensamblan virtuosamente con frutales y cortinas forestales. Esta combinación suele generar mayor resiliencia ambiental y socioeconómica, principalmente para los agricultores familiares que sostienen con su trabajo y gestión la productividad de esos sistemas. En el diseño de la parcela se consideraron la calidad inicial del sitio, el aprovechamiento de la vegetación herbácea espontánea y el cultivo combinado de estas especies junto a otras arbóreas. De esta manera fueron implantadas sucesivamente ocho especies perennes y diecisiete anuales incluyendo frutales, hortalizas, aromáticas, flores y cortinas forestales conducidos en franja, surco y cortina. Estas fueron manzano, peral, cerezo, ciruelo, duraznero, dos variedades de álamo, acacia, romero, albahaca, caléndula, menta, citronella, haba, ajo, mizuna, quinoa, topinambur, maíz, zapallo, zapallito zucchini, sandía, cinco variedades de tomate y tres de batata. Las prácticas de manejo cultural se basan en la observación constante de la dinámica del sistema. Se procura minimizar las intervenciones y sostener la evolución constante de ese agroecosistema frutihortícola aprovechando que su condición de “experimental” permite un mayor margen de prueba y error con respecto a la necesaria búsqueda de productividad que rige las decisiones en los predios productivos. En el riego, la labranza para implantación, el manejo de la vegetación espontánea y la aplicación de productos naturales se busca compatibilizar el efecto beneficioso y de reciprocidad en los cultivos, la ergonomía de la práctica, la minimización creciente de insumos externos y la aplicación de tecnologías de bajo costo, como el compostaje en el lugar y el manejo de cultivos de cobertura. De esta manera se pretende evaluar el comportamiento del diseño espacio-temporal implementado, a través de sucesivas temporadas y parámetros como la salud del suelo, la sanidad, la diversidad funcional, la dinámica floral, la productividad y la expresión de las plantas espontáneas.