Agregado de valor de la madera de ñire en un esquema de manejo de bosques con ganadería integrada en Santa Cruz.

El Ñire (Nothofagus antarctica) es una especie forestal nativa que se caracteriza por su gran plasticidad adaptándose a una gran variedad de condiciones ambientales ocupando sitios con exceso de humedad (turberas y mallines) y sitios secos (límite con la estepa) con fuertes vientos lo cual determina una amplia distribución desde el norte de Neuquén hasta Tierra del Fuego. Estos bosques, se desarrollan principalmente donde las precipitaciones anuales varían entre 300 y 800 mm/año y es la especie que resiste las más bajas temperaturas con capacidad de tolerar heladas en invierno de -22 ºC. Esta especie presenta una fuerte variación morfológica, expresándose desde un morfotipo arbóreo de hasta 20 m de altura en condiciones óptimas de hábitat hasta un morfotipo arbustivo con troncos retorcidos propio de condiciones muy rigurosas secas (Santos Biloni, 1990). La propagación puede ser por semilla, pero en Santa Cruz es principalmente por reproducción vegetativa (raíz, tocón y acodo). Según el inventario provincial, el ñirantal ocupa 159.720 ha, lo cual representa el 30% del total de los bosques nativos de Santa Cruz (Peri y Ormaechea, 2013). La zona con mayor superficie de Ñire corresponde a la de Río Turbio (132.394 ha) y la zona con menor superficie es la de Lago Buenos Aires (539 ha). El tipo de estructura que predomina en los bosques de Ñire de Santa Cruz (69% de la superficie total) corresponde al tipo Irregular. En cuanto al estado general de madurez, es notoria la predominancia de los bosques maduros, que ocupan más del 90% de la superficie del ñirantal. Los bosques de Ñire mayoritariamente (91%) se desarrollan en una Clase de Sitio V (altura de los árboles dominantes menor a 8 m). Si bien la mayor parte de los bosques presentan coberturas del dosel superior, entre 30 y 60%, hay que destacar que el 40% de los mismos poseen coberturas altas (>60% cobertura de copas), y sólo el 3,4% de la superficie representan formaciones boscosas excesivamente abiertas con coberturas inferiores al 5%. Por su parte, la mayoría del área 2 basal de los ñirantales, presentan valores intermedios entre 10 y 40 m /ha. Respecto al volumen bruto con corteza, la mayoría de los bosques poseen 3 valores inferiores a 100 m /ha. Específicamente, mientras que el 94% de los 3 bosques presentan volúmenes menores a 150 m /ha, solo el 2,5% de los 3 ñirantales acumulan más de 200 m /ha. El mayor uso de los bosques de Ñire en Santa Cruz es bajo un esquema silvopastoril (Peri, 2005). Estos esquemas de manejo, junto con la ordenación predial y regional, el monitoreo integral y estrategias de valorización y comercialización, integran lo que en la provincia definimos como MBGI (Manejo de Bosque con Ganadería Integrada). Estos sistemas combinan en una misma unidad de superficie árboles con pastizales bajo pastoreo con ganado ovino, bovino o mixto, y en los que se presentan interacciones positivas o negativas según la región, tipo de asociación y época del año. El sistema de producción con bovinos y mixto en Patagonia Sur representa más del 80% de los establecimientos con Ñire, donde más del 75% de las estancias presentan un manejo en veranadas e invernadas (Ormaechea et al., 2009). Los sistemas MBGI en bosques de Ñire son una alternativa productiva, donde el mantenimiento del estrato leñoso del bosque nativo es fundamental para la sostenibilidad ambiental. La madera de Ñire proveniente de los raleos (árboles de más de 100 años de edad), es utilizada como leña, y excepcionalmente como poste. Esto se debe entre otros factores, a que no se ha desarrollado una industria adaptada a estos bosques. La potencialidad de su uso se puede extender por muchos campos más, incorporando valor agregado como estrategia de desarrollo local y regional, generando riqueza y empleo. La belleza de la veta en la madera y sus propiedades físicas destacables, inclinan a pensar que con su madera se pueden fabricar muebles, tableros y pisos aumentando su valor agregado. La madera tiene una densidad promedio de 660 kg/m , siendo apta para el cepillado y tratamiento de acabado vistoso. Presenta una coloración muy característica, donde la parte externa del tronco presenta un color blanco cremoso, muy regular que contrasta con el centro que es marrón claro. Asimismo, posee un veteado fino ondulante con tonos un poco más oscuros. Puede ser usada para la construcción de muebles, para trabajos de torno, herramientas, artesanías y también para puertas y ventanas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los troncos son tortuosos y las pudriciones en el centro son frecuentes, que hay que considerarlo a la hora de diseños de muebles ya que es necesario el uso de rollizos cortos (piezas madereras menores a 1 metro) y con diámetros que no excedan los 30-35 cm. Esto implica el uso de piezas cortas y de poca escuadría o el empleo de sistemas de uniones/encastres para lograr el tamaño de las piezas deseadas, para la construcción de los muebles.

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Bibliographic Details
Main Authors: Peri, Pablo Luis, Lasagno, Romina Gisele, Mónaco, Martín H., Monelos, Lucas H., Mattenet, Francisco Javier
Format: info:ar-repo/semantics/libro biblioteca
Language:spa
Published: Consejo Agrario Provincial de Santa Cruz (CAP) 2020-03
Subjects:Ordenación Forestal Sustentable, Sistemas Silvopastoriles, Monte de Producción, Valor Agregado del Producto, Bosques, Nothofagus, Producción Forestal, Creación de Capacidad, Industria Forestal, Madera, Madera de Construcción, Muebles, Artesanía, Comercialización, Aclareo, Sustainable Forest Management, Silvopastoral Systems, Production Forest, Value Added Product, Forests, Forestry Production, Capacity Building, Forest Product Industry, Wood, Structural Timber, Furniture, Handicrafts, Commercialization, Thinning, Manejo de Bosques con Ganadería Integrada (MBGI), Uso de Madera Corta, Bosque Nativo, Adaptación de la Industria Forestal, Región Patagonica, Native Forest, National Forest Management Plan with Integrated livestock, Short Timber, Forestry Industry Adaptation,
Online Access:http://hdl.handle.net/20.500.12123/8702
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Summary:El Ñire (Nothofagus antarctica) es una especie forestal nativa que se caracteriza por su gran plasticidad adaptándose a una gran variedad de condiciones ambientales ocupando sitios con exceso de humedad (turberas y mallines) y sitios secos (límite con la estepa) con fuertes vientos lo cual determina una amplia distribución desde el norte de Neuquén hasta Tierra del Fuego. Estos bosques, se desarrollan principalmente donde las precipitaciones anuales varían entre 300 y 800 mm/año y es la especie que resiste las más bajas temperaturas con capacidad de tolerar heladas en invierno de -22 ºC. Esta especie presenta una fuerte variación morfológica, expresándose desde un morfotipo arbóreo de hasta 20 m de altura en condiciones óptimas de hábitat hasta un morfotipo arbustivo con troncos retorcidos propio de condiciones muy rigurosas secas (Santos Biloni, 1990). La propagación puede ser por semilla, pero en Santa Cruz es principalmente por reproducción vegetativa (raíz, tocón y acodo). Según el inventario provincial, el ñirantal ocupa 159.720 ha, lo cual representa el 30% del total de los bosques nativos de Santa Cruz (Peri y Ormaechea, 2013). La zona con mayor superficie de Ñire corresponde a la de Río Turbio (132.394 ha) y la zona con menor superficie es la de Lago Buenos Aires (539 ha). El tipo de estructura que predomina en los bosques de Ñire de Santa Cruz (69% de la superficie total) corresponde al tipo Irregular. En cuanto al estado general de madurez, es notoria la predominancia de los bosques maduros, que ocupan más del 90% de la superficie del ñirantal. Los bosques de Ñire mayoritariamente (91%) se desarrollan en una Clase de Sitio V (altura de los árboles dominantes menor a 8 m). Si bien la mayor parte de los bosques presentan coberturas del dosel superior, entre 30 y 60%, hay que destacar que el 40% de los mismos poseen coberturas altas (>60% cobertura de copas), y sólo el 3,4% de la superficie representan formaciones boscosas excesivamente abiertas con coberturas inferiores al 5%. Por su parte, la mayoría del área 2 basal de los ñirantales, presentan valores intermedios entre 10 y 40 m /ha. Respecto al volumen bruto con corteza, la mayoría de los bosques poseen 3 valores inferiores a 100 m /ha. Específicamente, mientras que el 94% de los 3 bosques presentan volúmenes menores a 150 m /ha, solo el 2,5% de los 3 ñirantales acumulan más de 200 m /ha. El mayor uso de los bosques de Ñire en Santa Cruz es bajo un esquema silvopastoril (Peri, 2005). Estos esquemas de manejo, junto con la ordenación predial y regional, el monitoreo integral y estrategias de valorización y comercialización, integran lo que en la provincia definimos como MBGI (Manejo de Bosque con Ganadería Integrada). Estos sistemas combinan en una misma unidad de superficie árboles con pastizales bajo pastoreo con ganado ovino, bovino o mixto, y en los que se presentan interacciones positivas o negativas según la región, tipo de asociación y época del año. El sistema de producción con bovinos y mixto en Patagonia Sur representa más del 80% de los establecimientos con Ñire, donde más del 75% de las estancias presentan un manejo en veranadas e invernadas (Ormaechea et al., 2009). Los sistemas MBGI en bosques de Ñire son una alternativa productiva, donde el mantenimiento del estrato leñoso del bosque nativo es fundamental para la sostenibilidad ambiental. La madera de Ñire proveniente de los raleos (árboles de más de 100 años de edad), es utilizada como leña, y excepcionalmente como poste. Esto se debe entre otros factores, a que no se ha desarrollado una industria adaptada a estos bosques. La potencialidad de su uso se puede extender por muchos campos más, incorporando valor agregado como estrategia de desarrollo local y regional, generando riqueza y empleo. La belleza de la veta en la madera y sus propiedades físicas destacables, inclinan a pensar que con su madera se pueden fabricar muebles, tableros y pisos aumentando su valor agregado. La madera tiene una densidad promedio de 660 kg/m , siendo apta para el cepillado y tratamiento de acabado vistoso. Presenta una coloración muy característica, donde la parte externa del tronco presenta un color blanco cremoso, muy regular que contrasta con el centro que es marrón claro. Asimismo, posee un veteado fino ondulante con tonos un poco más oscuros. Puede ser usada para la construcción de muebles, para trabajos de torno, herramientas, artesanías y también para puertas y ventanas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los troncos son tortuosos y las pudriciones en el centro son frecuentes, que hay que considerarlo a la hora de diseños de muebles ya que es necesario el uso de rollizos cortos (piezas madereras menores a 1 metro) y con diámetros que no excedan los 30-35 cm. Esto implica el uso de piezas cortas y de poca escuadría o el empleo de sistemas de uniones/encastres para lograr el tamaño de las piezas deseadas, para la construcción de los muebles.