Sistema de producción de unibulbos de ajo
Se denomina unibulbo a un bulbo simple, anormal, (sin diferenciación de dientes), denominado también en español “ajo perla”, “ajas” o ajo “macho”; en portugués coquinho; en italiano aglio monobulbo; en inglés single bulb; en alemán solo knoblauch, o en francés ail monobulbe. Su producción es tan antigua como el propio cultivo, sin embargo en los últimos tiempos parecen cada vez con más frecuencia en los mercados la línea de productos gourmet. Las solicitudes internacionales de este producto diferenciado exigen un diámetro ecuatorial preferentemente mayor a 30 mm. En Mendoza, los primeros inmigrantes españoles e italianos los producían bajo condiciones relativamente controladas (dientes chicos, plantados tarde, en almácigos de suelos muy pobres o en cajoneras con arena), para abastecer un mercado de souvenirs exigido por los mayoristas de los grandes mercados concentradores de Buenos Aires. Según antiguas creencias populares, si estos eran regalados a una dama que los colocaba próximos a su billetera, funcionaba con un talismán de la suerte y atraía más dinero (… siempre y cuando no brotaran).
Main Authors: | , |
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Format: | info:ar-repo/semantics/informe técnico biblioteca |
Language: | spa |
Published: |
EEA La Consulta, INTA
2011
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Subjects: | Allium sativum, Bulbo, Manejo del Cultivo, Bulbs, Crop Management, Garlic, Ajo, Unibulbos, |
Online Access: | http://hdl.handle.net/20.500.12123/13366 |
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Summary: | Se denomina unibulbo a un bulbo simple, anormal, (sin diferenciación de dientes), denominado también en español “ajo perla”, “ajas” o ajo “macho”; en portugués coquinho; en italiano aglio monobulbo; en inglés single bulb; en alemán solo knoblauch, o en francés ail monobulbe. Su producción es tan antigua como el propio cultivo, sin embargo en los últimos tiempos parecen cada vez con más frecuencia en los mercados la línea de productos gourmet. Las solicitudes internacionales de este producto diferenciado
exigen un diámetro ecuatorial preferentemente mayor a 30 mm. En Mendoza, los primeros inmigrantes españoles e italianos los producían bajo condiciones relativamente controladas (dientes chicos, plantados tarde, en almácigos de suelos muy pobres o en cajoneras con arena), para abastecer un mercado de souvenirs exigido por los mayoristas de los grandes mercados
concentradores de Buenos Aires. Según antiguas creencias populares, si estos eran regalados a una dama que los
colocaba próximos a su billetera, funcionaba con un talismán de la suerte y atraía más dinero (… siempre y cuando no brotaran). |
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