Comportamiento de la atrazina en la zona no saturada de suelos agrícolas de la Provincia de Córdoba

El reemplazo del sistema de labranza convencional por la siembra directa, en donde el control de malezas es exclusivamente químico, ha promovido aplicaciones de herbicidas, lo cual aumenta el potencial de contaminación de aguas superficiales, subterránea y suelos por parte de estos agentes químicos. En Argentina más del 70% de la agricultura se realiza bajo siembra directa. Dentro de los compuestos triazínicos se encuentra el herbicida Atrazina (2-cloro-4-etilamino- 6- isopropilamino-s-triazina) que es de uso creciente en nuestro país con 7.854.873 litros usados en la campaña 2010 (CASAFE 2011). Se tiene información relativa de su presencia en los acuíferos, tampoco se conocen con certeza los mecanismos de migración e interacción en el medio no saturado. Se sabe que el carácter contaminante de los plaguicidas depende de sus propiedades tóxicas las cuales están definidas a su vez por la concentración en que éstos se encuentren en un momento dado en el ambiente y de la sensibilidad de los organismos vivos afectados (Barriuso, 2000). La escasez de conocimientos sobre contenidos de plaguicidas en suelos agrícolas y en los cuerpos de agua, se debe en parte a la dificultad para la identificación y cuantificación de estos compuestos y de los productos de degradación originados a lo largo de su tránsito por la zona no saturada. En la actualidad se ha incrementado el uso de diferentes modelos numéricos como herramientas imprescindibles en la obtención de aproximaciones al comportamiento del movimiento del agua en el suelo y el transporte de solutos. Para ello es necesario obtener datos de campo, los cuales se pueden adquirir con sensores de capacitancia los cuales determinan el contenido de humedad. Estos sensores requieren una calibración previa y son utilizados para la validación de los parámetros de los modelos numéricos. La aplicación de técnicas de modelación inversa para calibrar los parámetros de las funciones hidráulicas y de la ecuación de transporte de contaminantes constituyen herramientas imprescindibles cuando se cuenta con valores medidos en campo y datos de laboratorio. Además es necesario realizar el contraste de los resultados de las modelaciones numéricas con los resultados obtenidos de campo en diferentes profundidades del terreno.

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Bibliographic Details
Main Authors: Reyna, Teresa, Linares, Jorge, Reyna, Santiago, Riha, César, Murialdo, Raquel, Reyna, Estela, Pesci, Hugo
Format: Fil: Fil: Reyna, Teresa. Universidad Nacional de Córdoba. Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales; Argentina. biblioteca
Language:spa
Published: 2013
Subjects:Sistema de labranza, Siembra directa, Control de malezas, Herbicidas, Agentes químicos,
Online Access:http://hdl.handle.net/11086/547663
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Description
Summary:El reemplazo del sistema de labranza convencional por la siembra directa, en donde el control de malezas es exclusivamente químico, ha promovido aplicaciones de herbicidas, lo cual aumenta el potencial de contaminación de aguas superficiales, subterránea y suelos por parte de estos agentes químicos. En Argentina más del 70% de la agricultura se realiza bajo siembra directa. Dentro de los compuestos triazínicos se encuentra el herbicida Atrazina (2-cloro-4-etilamino- 6- isopropilamino-s-triazina) que es de uso creciente en nuestro país con 7.854.873 litros usados en la campaña 2010 (CASAFE 2011). Se tiene información relativa de su presencia en los acuíferos, tampoco se conocen con certeza los mecanismos de migración e interacción en el medio no saturado. Se sabe que el carácter contaminante de los plaguicidas depende de sus propiedades tóxicas las cuales están definidas a su vez por la concentración en que éstos se encuentren en un momento dado en el ambiente y de la sensibilidad de los organismos vivos afectados (Barriuso, 2000). La escasez de conocimientos sobre contenidos de plaguicidas en suelos agrícolas y en los cuerpos de agua, se debe en parte a la dificultad para la identificación y cuantificación de estos compuestos y de los productos de degradación originados a lo largo de su tránsito por la zona no saturada. En la actualidad se ha incrementado el uso de diferentes modelos numéricos como herramientas imprescindibles en la obtención de aproximaciones al comportamiento del movimiento del agua en el suelo y el transporte de solutos. Para ello es necesario obtener datos de campo, los cuales se pueden adquirir con sensores de capacitancia los cuales determinan el contenido de humedad. Estos sensores requieren una calibración previa y son utilizados para la validación de los parámetros de los modelos numéricos. La aplicación de técnicas de modelación inversa para calibrar los parámetros de las funciones hidráulicas y de la ecuación de transporte de contaminantes constituyen herramientas imprescindibles cuando se cuenta con valores medidos en campo y datos de laboratorio. Además es necesario realizar el contraste de los resultados de las modelaciones numéricas con los resultados obtenidos de campo en diferentes profundidades del terreno.