Los jóvenes y la memoria colectiva : representaciones de la política y de la militancia en el discurso de las generaciones postdictadura

¿Es posible afirmar que existe una “mirada generacional”, una manera de reconstruir el período de los años 70 y de la última dictadura militar en Argentina que sea propia de los jóvenes, es decir, que presente elementos distintivos respecto de los relatos de otras generaciones sobre el mismo período? La etapa comprendida por los años 1976─1983 se ha reinstalado en la agenda política y en la de los medios de comunicación con fuerza desde los últimos años de la década del 90, a partir de algunos hechos relevantes como el conocimiento público de los denominados “Vuelos de la muerte” y ─más recientemente─ la creación del “Museo de la Memoria” en un antiguo campo de concentración. Pero también el período dictatorial ha sido retorizado en novelas, documentales, series televisivas y películas. A modo de ejemplo, sólo en los seis años comprendidos entre 1999 y 2005 se han estrenado a un ritmo anual películas nacionales que, en diferentes registros y géneros, tratan directamente el tema de la última dictadura. Transcurridas más de dos décadas desde el retorno definitivo de la democracia en 1983, existen ya grupos que no han tenido vivencia (o ha sido muy acotada en términos temporales) en la dictadura, y que se han socializado en condiciones distintas a las de otras generaciones: los jóvenes, a diferencia de las generaciones de sus padres o de sus abuelos, han tomado contacto mayoritariamente con esos terribles hechos en democracia. La presente tesina se propone indagar la forma en que la “generación pos dictadura” reconstruye determinados aspectos comprendidos en el último período militar y a los actores sociales de la época, teniendo en cuenta el hecho de que los jóvenes no han vivido en ese momento histórico. Es por esto que la recuperación que realizan de esa etapa es una reconstrucción “peculiar”: no se realiza a partir de la propia experiencia ─elemento que sí opera en otras generaciones─ sino a partir de otros “canales” tales como los medios de comunicación y productos de la industria cultural (ficciones y documentales televisivos y cinematográficos, libros, canciones), el paso por las instituciones educativas y ─especialmente─ a partir de relatos familiares y de la conversación entre pares. Sin embargo, si bien estos jóvenes establecen un relato que no se articula a partir de su experiencia durante el período, esto no implica que no haya fuertes restricciones en el proceso que realizan de reconstrucción de los hechos. Por un lado, existen representaciones dominantes que se traducen en la presencia de un discurso hegemónico existente que narra la dictadura. En segundo lugar, el proceso de reconstrucción es tanto intra como intergeneracional, es decir que se establece en el marco de interacciones con personas que sí han tenido algún tipo de vivencia directa de esos acontecimientos. Por último, los jóvenes recuperan la pasada dictadura en el presente, es decir, a partir de determinadas condiciones sociales, económicas y culturales que funcionan como marco desde el cual se establece la reconstrucción de las acciones y de los actores sociales de un período anterior. En este sentido, se hace necesario centrar la reflexión en el momento actual, marcado por las consecuencias de las transformaciones estructurales que se profundizaron durante la década del 90, y que han tenido como consecuencia un extendido deterioro de la calidad institucional que se ha traducido, en términos culturales, en un creciente desprecio de la sociedad civil por las prácticas políticas tradicionales y por “lo político” en general. En suma, la reconstrucción que efectúan del período se realiza a partir de determinados condicionantes, comunes a un grupo particular que no se define sólo en función del componente etario sino también ─siguiendo al antropólogo Carles Feixa (1998)─ en función de determinados “recuerdos en común”, que son posibles gracias a la sociabilización de ciertos grupos bajo patrones más o menos compartidos. De lo que se busca dar cuenta en este trabajo es de la manera, el cómo, esos condicionantes operan en la construcción del relato sobre el período. A partir de lo anterior es que un segundo objetivo es intentar rastrear cuál es el vínculo entre las representaciones que los jóvenes tienen de la política, la militancia y las instituciones en la actualidad, y la forma en que reconstruyen el período 76─83. La idea que orienta el presente trabajo es que, justamente, el discurso de los jóvenes respecto del período establece rupturas con el discurso hegemónico, a la vez que actualiza discusiones respecto del mismo y evidencia la “reconversión” actual de los vínculos entre política y sociedad. Estas tensiones se producen en el proceso de construcción de la memoria colectiva. Así, este trabajo se organiza a partir de dos ejes temáticos principales: los jóvenes y “los 70”. Es decir, por un lado, las características del discurso de la “generación pos─dictadura”; por otro, lo que ─de manera amplia─ es posible enunciar como “la polémica en torno a los años setenta en Argentina”. “Polémica” en la medida en que “los ‘70” es un tema que, cada vez que es convocado, supone la aparición de diferentes puntos de vista y la reedición de discusiones en torno a la responsabilidad de las víctimas, la complicidad de la sociedad, la legitimidad de las organizaciones armadas, entre otras. El primer eje, la pregunta en torno a los jóvenes, ha venido teniendo un marcado incremento en la producción académica como así también en la agenda de los medios masivos de comunicación, en función de cierta “visibilidad” que han adquirido ─especialmente─ en torno a supuestas “prácticas de riesgo” y a los lazos estrechos que habría entre juventud y violencia, marginalidad, rebeldía, apatía o “pérdida de valores”, características todas que serían propias de este grupo. En sincronía, ciertas políticas públicas implementadas por distintos gobiernos (de diferentes partidos como así también de variadas jurisdicciones, desde los gobiernos comunales hasta el Nacional) han “concentrado” sus esfuerzos en este grupo, en concordancia con los discursos estigmatizadores. Por mencionar brevemente algunos ejemplos que dan cuenta del relieve que la juventud ha tomado no solo en la agenda gubernamental sino también en la mediática, es posible señalar la política de lo que se conoció como los “decretos de nocturnidad”, que restringieron los horarios de apertura y cierre de los locales bailables durante la gestión del ex gobernador de la Provincia de Buenos Aires en el período 1991─1999, Eduardo Duhalde. Según funcionarios encargados de su ejecución, la norma buscaba proteger a “la minoridad y la vida familiar” y fomentar “la generación de movimientos juveniles solidarios con cultura empresarial” como “respuesta” a las crecientes situaciones de violencia en las que se veía involucrada esta parte de la población. O ─más recientemente, en el año 2003─ la “Ley Seca” en la Ciudad de Buenos Aires, necesaria en la medida en que, según el diario Clarín, se proponía “desalentar el abuso de alcohol, principalmente en los jóvenes, y mejorar la seguridad” ya que “el consumo excesivo de alcohol de los jóvenes puede considerarse un malestar que revela los problemas que estos tienen en sus relaciones con su familia, sus semejantes y con la sociedad”. Este tipo de políticas públicas diseñadas por gobiernos democráticos, como así también la opinión que circula en los medios masivos, está orientada por un discurso que tiende a construir a los jóvenes ─como señala Rossana Reguillo (2000)─ de manera estigmatizada, que los asocia automáticamente a situaciones de violencia y trastornos en la sociedad. Lejos de una visión a priori condenatoria, es posible hacer otra aproximación a las juventudes, que se aleja de las miradas que le atribuyen a este grupo determinadas características esenciales (como “los jóvenes son rebeldes” o “son el futuro”), a partir de las relaciones que estos establecen con otras generaciones y de las que mantienen con sus pares. Esta nueva perspectiva permitiría dar cuenta de los rasgos distintivos de los jóvenes en función los lazos que establecen, es decir, como atributos producto de una construcción siempre contingente, siempre en redefinición. El presente trabajo es una continuación más acabada de la labor de investigación que vengo realizando desde el año 2003 y que estuvo orientada también desde este último enfoque. Básicamente, dos trabajos anteriores funcionan como “punto de partida” de esta indagación: en primer lugar, algunas reflexiones grupales que se realizaron en el marco de la tarea que viene desarrollando el equipo de investigación UBACyT S129 “Reconstrucción de identidades Sociales ─ Archivo Biográfico Familiar de Abuelas de Plaza de Mayo”, del cual formé parte. En segundo lugar, un trabajo individual y propio denominado “Generación pos dictadura, reconstrucción de identidades sociales y nuevas formas de narrar”, que fue realizado gracias a una Beca Estímulo a la Investigación, de la Programación Científica del año 2002 de esta Universidad.

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Bibliographic Details
Main Author: Blanco, Rafael
Other Authors: Contursi, María Eugenia
Format: Tesis biblioteca
Language:spa
Published: Universidad de Buenos Aires. Facultad de Ciencias Sociales
Subjects:Juventud, Participación política, Comportamiento político, Discursos, Memoria colectiva, Gobierno militar, Dictadura, Cambio social, Neoliberalismo,
Online Access:http://repositorio.sociales.uba.ar/items/show/1516
https://repositorio.sociales.uba.ar/items/show/1516
https://repositorio.sociales.uba.ar/files/original/53d7fdb6f67e6d1b312f960d1b3bb39a.pdf
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Summary:¿Es posible afirmar que existe una “mirada generacional”, una manera de reconstruir el período de los años 70 y de la última dictadura militar en Argentina que sea propia de los jóvenes, es decir, que presente elementos distintivos respecto de los relatos de otras generaciones sobre el mismo período? La etapa comprendida por los años 1976─1983 se ha reinstalado en la agenda política y en la de los medios de comunicación con fuerza desde los últimos años de la década del 90, a partir de algunos hechos relevantes como el conocimiento público de los denominados “Vuelos de la muerte” y ─más recientemente─ la creación del “Museo de la Memoria” en un antiguo campo de concentración. Pero también el período dictatorial ha sido retorizado en novelas, documentales, series televisivas y películas. A modo de ejemplo, sólo en los seis años comprendidos entre 1999 y 2005 se han estrenado a un ritmo anual películas nacionales que, en diferentes registros y géneros, tratan directamente el tema de la última dictadura. Transcurridas más de dos décadas desde el retorno definitivo de la democracia en 1983, existen ya grupos que no han tenido vivencia (o ha sido muy acotada en términos temporales) en la dictadura, y que se han socializado en condiciones distintas a las de otras generaciones: los jóvenes, a diferencia de las generaciones de sus padres o de sus abuelos, han tomado contacto mayoritariamente con esos terribles hechos en democracia. La presente tesina se propone indagar la forma en que la “generación pos dictadura” reconstruye determinados aspectos comprendidos en el último período militar y a los actores sociales de la época, teniendo en cuenta el hecho de que los jóvenes no han vivido en ese momento histórico. Es por esto que la recuperación que realizan de esa etapa es una reconstrucción “peculiar”: no se realiza a partir de la propia experiencia ─elemento que sí opera en otras generaciones─ sino a partir de otros “canales” tales como los medios de comunicación y productos de la industria cultural (ficciones y documentales televisivos y cinematográficos, libros, canciones), el paso por las instituciones educativas y ─especialmente─ a partir de relatos familiares y de la conversación entre pares. Sin embargo, si bien estos jóvenes establecen un relato que no se articula a partir de su experiencia durante el período, esto no implica que no haya fuertes restricciones en el proceso que realizan de reconstrucción de los hechos. Por un lado, existen representaciones dominantes que se traducen en la presencia de un discurso hegemónico existente que narra la dictadura. En segundo lugar, el proceso de reconstrucción es tanto intra como intergeneracional, es decir que se establece en el marco de interacciones con personas que sí han tenido algún tipo de vivencia directa de esos acontecimientos. Por último, los jóvenes recuperan la pasada dictadura en el presente, es decir, a partir de determinadas condiciones sociales, económicas y culturales que funcionan como marco desde el cual se establece la reconstrucción de las acciones y de los actores sociales de un período anterior. En este sentido, se hace necesario centrar la reflexión en el momento actual, marcado por las consecuencias de las transformaciones estructurales que se profundizaron durante la década del 90, y que han tenido como consecuencia un extendido deterioro de la calidad institucional que se ha traducido, en términos culturales, en un creciente desprecio de la sociedad civil por las prácticas políticas tradicionales y por “lo político” en general. En suma, la reconstrucción que efectúan del período se realiza a partir de determinados condicionantes, comunes a un grupo particular que no se define sólo en función del componente etario sino también ─siguiendo al antropólogo Carles Feixa (1998)─ en función de determinados “recuerdos en común”, que son posibles gracias a la sociabilización de ciertos grupos bajo patrones más o menos compartidos. De lo que se busca dar cuenta en este trabajo es de la manera, el cómo, esos condicionantes operan en la construcción del relato sobre el período. A partir de lo anterior es que un segundo objetivo es intentar rastrear cuál es el vínculo entre las representaciones que los jóvenes tienen de la política, la militancia y las instituciones en la actualidad, y la forma en que reconstruyen el período 76─83. La idea que orienta el presente trabajo es que, justamente, el discurso de los jóvenes respecto del período establece rupturas con el discurso hegemónico, a la vez que actualiza discusiones respecto del mismo y evidencia la “reconversión” actual de los vínculos entre política y sociedad. Estas tensiones se producen en el proceso de construcción de la memoria colectiva. Así, este trabajo se organiza a partir de dos ejes temáticos principales: los jóvenes y “los 70”. Es decir, por un lado, las características del discurso de la “generación pos─dictadura”; por otro, lo que ─de manera amplia─ es posible enunciar como “la polémica en torno a los años setenta en Argentina”. “Polémica” en la medida en que “los ‘70” es un tema que, cada vez que es convocado, supone la aparición de diferentes puntos de vista y la reedición de discusiones en torno a la responsabilidad de las víctimas, la complicidad de la sociedad, la legitimidad de las organizaciones armadas, entre otras. El primer eje, la pregunta en torno a los jóvenes, ha venido teniendo un marcado incremento en la producción académica como así también en la agenda de los medios masivos de comunicación, en función de cierta “visibilidad” que han adquirido ─especialmente─ en torno a supuestas “prácticas de riesgo” y a los lazos estrechos que habría entre juventud y violencia, marginalidad, rebeldía, apatía o “pérdida de valores”, características todas que serían propias de este grupo. En sincronía, ciertas políticas públicas implementadas por distintos gobiernos (de diferentes partidos como así también de variadas jurisdicciones, desde los gobiernos comunales hasta el Nacional) han “concentrado” sus esfuerzos en este grupo, en concordancia con los discursos estigmatizadores. Por mencionar brevemente algunos ejemplos que dan cuenta del relieve que la juventud ha tomado no solo en la agenda gubernamental sino también en la mediática, es posible señalar la política de lo que se conoció como los “decretos de nocturnidad”, que restringieron los horarios de apertura y cierre de los locales bailables durante la gestión del ex gobernador de la Provincia de Buenos Aires en el período 1991─1999, Eduardo Duhalde. Según funcionarios encargados de su ejecución, la norma buscaba proteger a “la minoridad y la vida familiar” y fomentar “la generación de movimientos juveniles solidarios con cultura empresarial” como “respuesta” a las crecientes situaciones de violencia en las que se veía involucrada esta parte de la población. O ─más recientemente, en el año 2003─ la “Ley Seca” en la Ciudad de Buenos Aires, necesaria en la medida en que, según el diario Clarín, se proponía “desalentar el abuso de alcohol, principalmente en los jóvenes, y mejorar la seguridad” ya que “el consumo excesivo de alcohol de los jóvenes puede considerarse un malestar que revela los problemas que estos tienen en sus relaciones con su familia, sus semejantes y con la sociedad”. Este tipo de políticas públicas diseñadas por gobiernos democráticos, como así también la opinión que circula en los medios masivos, está orientada por un discurso que tiende a construir a los jóvenes ─como señala Rossana Reguillo (2000)─ de manera estigmatizada, que los asocia automáticamente a situaciones de violencia y trastornos en la sociedad. Lejos de una visión a priori condenatoria, es posible hacer otra aproximación a las juventudes, que se aleja de las miradas que le atribuyen a este grupo determinadas características esenciales (como “los jóvenes son rebeldes” o “son el futuro”), a partir de las relaciones que estos establecen con otras generaciones y de las que mantienen con sus pares. Esta nueva perspectiva permitiría dar cuenta de los rasgos distintivos de los jóvenes en función los lazos que establecen, es decir, como atributos producto de una construcción siempre contingente, siempre en redefinición. El presente trabajo es una continuación más acabada de la labor de investigación que vengo realizando desde el año 2003 y que estuvo orientada también desde este último enfoque. Básicamente, dos trabajos anteriores funcionan como “punto de partida” de esta indagación: en primer lugar, algunas reflexiones grupales que se realizaron en el marco de la tarea que viene desarrollando el equipo de investigación UBACyT S129 “Reconstrucción de identidades Sociales ─ Archivo Biográfico Familiar de Abuelas de Plaza de Mayo”, del cual formé parte. En segundo lugar, un trabajo individual y propio denominado “Generación pos dictadura, reconstrucción de identidades sociales y nuevas formas de narrar”, que fue realizado gracias a una Beca Estímulo a la Investigación, de la Programación Científica del año 2002 de esta Universidad.