Piometra canina: impacto en la salud
"En las últimas décadas ha habido un tremendo aumento en el número de perros de casa y de perros en situación de calle, ya sean de raza o mestizos. En consecuencia, la reproducción canina se ha vuelto algo incontrolable en nuestro país. Los dueños y amantes de los perros en general son cada vez más conscientes de los problemas y enfermedades que se transmiten en nuestras calles. Las enfermedades reproductivas son cada vez más frecuentes en animales con y sin dueños. Hagman (2004) reportó que el 25% de la población de hembras caninas desarrolló piometra a los 10 años de edad, que es una tasa muy alta de incidencia en comparación con otros problemas uterinos. La etiología exacta de la piometra es aún desconocida. En la fase inicial de la enfermedad, la estimulación del útero por progestágenos endógenos o exógenos sobre un período prolongado parece jugar un papel importante. Un útero canino bajo la influencia de la progesterona es susceptible a infecciones bacterianas, ya que la progesterona estimula la crecimiento de las glándulas endometriales y su actividad secretora, junto con el cierre cervical y la supresión de las contracciones miometriales (Noakes et al. 2001). Adicionalmente, los progestágenos tienen un efecto inhibitorio sobre la actividad leucocitaria en el útero, agregando soporte a una infección bacteriana. Como la progesterona ya es dominante durante la fase del estro cuando el cuello uterino todavía está abierto, existe un mayor riesgo de que una bacteria cause una infección. Escherichia coli es la bacteria que se aísla con más frecuencia, hasta en un 90% de los casos. El método preferido para establecer el diagnóstico es la ecografía (Uckmak y Cagatay 2008). iv Históricamente, la piometra ha sido tratada más comúnmente con ovariohisterectomía (OVH), una vez que la perra se ha estabilizado adecuadamente. La OVH es lo más recomendado en todos los casos. Debido a la naturaleza insidiosa de la enfermedad y sus signos clínicos a veces equívocos, los pacientes a menudo se presentan en mal estado para anestesia y cirugía por lo cual durante los últimos 10 a 15 años, se han desarrollado otras estrategias conservadoras. El tratamiento farmacológico desempeña un papel importante en los casos de perras para crianza con el fin de proteger su potencial de reproducción. La primera propuesta médica es una terapia utilizando antibióticos individuales, sistémicos y locales (Threlfall, 1995). Sin embargo, esto generalmente conduce a un empeoramiento o retraso en la eliminación de la enfermedad, con la necesidad de un tratamiento adicional en una fecha posterior"
Main Author: | |
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Other Authors: | |
Format: | Tesis de licenciatura biblioteca |
Language: | Español |
Subjects: | Bacteria, Crecimiento, Infección, Progesterona, Útero, CIENCIAS AGROPECUARIAS Y BIOTECNOLOGÍA, |
Online Access: | http://repositorio.uaaan.mx:8080/xmlui/handle/123456789/48061 |
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Summary: | "En las últimas décadas ha habido un tremendo aumento en el número de
perros de casa y de perros en situación de calle, ya sean de raza o mestizos. En
consecuencia, la reproducción canina se ha vuelto algo incontrolable en nuestro
país. Los dueños y amantes de los perros en general son cada vez más conscientes
de los problemas y enfermedades que se transmiten en nuestras calles. Las
enfermedades reproductivas son cada vez más frecuentes en animales con y sin
dueños. Hagman (2004) reportó que el 25% de la población de hembras caninas
desarrolló piometra a los 10 años de edad, que es una tasa muy alta de incidencia
en comparación con otros problemas uterinos.
La etiología exacta de la piometra es aún desconocida. En la fase inicial de la
enfermedad, la estimulación del útero por progestágenos endógenos o exógenos
sobre un período prolongado parece jugar un papel importante. Un útero canino bajo
la influencia de la progesterona es susceptible a infecciones bacterianas, ya que la
progesterona estimula la crecimiento de las glándulas endometriales y su actividad
secretora, junto con el cierre cervical y la supresión de las contracciones
miometriales (Noakes et al. 2001). Adicionalmente, los progestágenos tienen un
efecto inhibitorio sobre la actividad leucocitaria en el útero, agregando soporte a una
infección bacteriana. Como la progesterona ya es dominante durante la fase del
estro cuando el cuello uterino todavía está abierto, existe un mayor riesgo de que
una bacteria cause una infección. Escherichia coli es la bacteria que se aísla con
más frecuencia, hasta en un 90% de los casos. El método preferido para establecer
el diagnóstico es la ecografía (Uckmak y Cagatay 2008).
iv
Históricamente, la piometra ha sido tratada más comúnmente con
ovariohisterectomía (OVH), una vez que la perra se ha estabilizado
adecuadamente. La OVH es lo más recomendado en todos los casos.
Debido a la naturaleza insidiosa de la enfermedad y sus signos clínicos a veces
equívocos, los pacientes a menudo se presentan en mal estado para anestesia y
cirugía por lo cual durante los últimos 10 a 15 años, se han desarrollado otras
estrategias conservadoras. El tratamiento farmacológico desempeña un papel
importante en los casos de perras para crianza con el fin de proteger su potencial
de reproducción. La primera propuesta médica es una terapia utilizando antibióticos
individuales, sistémicos y locales (Threlfall, 1995). Sin embargo, esto generalmente
conduce a un empeoramiento o retraso en la eliminación de la enfermedad, con la
necesidad de un tratamiento adicional en una fecha posterior" |
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