Biofortificación de tomate y lechuga utilizando complejos de quitosán-yodo para reducir su volatilización y aumentar su disponibilidad

"El yodo es un elemento esencial para el ser humano, pues está involucrado en la síntesis de las hormonas tiroideas triyodotironina y tetrayodotironina. El déficit de yodo es uno de los más prevalentes en el mundo en comparación de otros nutrientes. La falta de yodo puede ocasionar distintos padecimientos de gran importancia tales como: bocio, cretinismo, hipotiroidismo, déficit mental, muerte al nacer. Mayormente conocidos como desórdenes por deficiencia de yodo (IDD por sus siglas en inglés). Desde el año de 1920 surgió la yodación universal de la sal de mesa en Suiza y partes de Italia (Fuge y Johnson, 2015). Aunque los esfuerzos por disminuir el número de personas expuestas a déficit de yodo han sido muchos, el 30 % de la población mundial aún no disponen de las cantidades adecuadas de yodo en su ingesta diaria (Ma y Skeaff, 2017). A pesar de que el yodo no se considera esencial para las plantas, algunos estudios señalan que el metabolismo del yodo ha tenido efectos en la actividad antioxidante, biomasa y que su acumulación ocurre principalmente en partes comestibles (Medrano-Macías et al., 2016). Siendo este último punto un aspecto de gran importancia para el ser humano ya que constituye un factor que aumentaría el interés por aplicar yodo en los cultivos. Otro factor importante por considerar es la volatilización del yodo. La mayor parte del yodo presente en suelos proviene de las formas químicas del yodo metilado originado por la volatilización del yodo presente en el océano, derivado principalmente de algas marinas. Una vez en la atmósfera, por medio de lluvia o deposición en seco entra al sistema sueloplanta (Shetaya et al., 2012). El yodo molecular es un elemento volátil, también lo son las especies I- y IO3 - presentes en el suelo, las cuales pueden volatilizarse como hidruros (Sheppard et al., 1994). El yodo puede fijarse o unirse al suelo a través de atracciones electrostáticas débiles, también se ha sugerido que su retención puede estar asociada físicamente con el suelo y la materia orgánica (Sheppard y Thibault, 1992). Considerando lo anterior se han propuesto diversas técnicas para mitigar la volatilización del yodo, entre ellas el uso de materia orgánica, materiales adsorbentes o la aplicación de biopolímeros como el quitosán (Medrano-Macías et al., 2016)"

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Bibliographic Details
Main Author: Dávila Rangel, Irma Esther
Other Authors: Benavides Mendoza, Adalberto
Format: Tesis de doctorado biblioteca
Language:Español
Subjects:Tomate, Lechuga, Enfermedades, Cultivo, CIENCIAS AGROPECUARIAS Y BIOTECNOLOGÍA,
Online Access:http://repositorio.uaaan.mx:8080/xmlui/handle/123456789/47079
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Description
Summary:"El yodo es un elemento esencial para el ser humano, pues está involucrado en la síntesis de las hormonas tiroideas triyodotironina y tetrayodotironina. El déficit de yodo es uno de los más prevalentes en el mundo en comparación de otros nutrientes. La falta de yodo puede ocasionar distintos padecimientos de gran importancia tales como: bocio, cretinismo, hipotiroidismo, déficit mental, muerte al nacer. Mayormente conocidos como desórdenes por deficiencia de yodo (IDD por sus siglas en inglés). Desde el año de 1920 surgió la yodación universal de la sal de mesa en Suiza y partes de Italia (Fuge y Johnson, 2015). Aunque los esfuerzos por disminuir el número de personas expuestas a déficit de yodo han sido muchos, el 30 % de la población mundial aún no disponen de las cantidades adecuadas de yodo en su ingesta diaria (Ma y Skeaff, 2017). A pesar de que el yodo no se considera esencial para las plantas, algunos estudios señalan que el metabolismo del yodo ha tenido efectos en la actividad antioxidante, biomasa y que su acumulación ocurre principalmente en partes comestibles (Medrano-Macías et al., 2016). Siendo este último punto un aspecto de gran importancia para el ser humano ya que constituye un factor que aumentaría el interés por aplicar yodo en los cultivos. Otro factor importante por considerar es la volatilización del yodo. La mayor parte del yodo presente en suelos proviene de las formas químicas del yodo metilado originado por la volatilización del yodo presente en el océano, derivado principalmente de algas marinas. Una vez en la atmósfera, por medio de lluvia o deposición en seco entra al sistema sueloplanta (Shetaya et al., 2012). El yodo molecular es un elemento volátil, también lo son las especies I- y IO3 - presentes en el suelo, las cuales pueden volatilizarse como hidruros (Sheppard et al., 1994). El yodo puede fijarse o unirse al suelo a través de atracciones electrostáticas débiles, también se ha sugerido que su retención puede estar asociada físicamente con el suelo y la materia orgánica (Sheppard y Thibault, 1992). Considerando lo anterior se han propuesto diversas técnicas para mitigar la volatilización del yodo, entre ellas el uso de materia orgánica, materiales adsorbentes o la aplicación de biopolímeros como el quitosán (Medrano-Macías et al., 2016)"