La segregación ocupacional por razones de género en el empleo registrado del sector privado de Argentina (1996-2022)

La segregación ocupacional se define como el fenómeno social a partir del cual mujeres y varones se incorporan laboralmente en diferentes sectores de la economía (Wainerman, 1996; Cárdenas, Correa y Prado, 2014). Tal como se pone en evidencia en diversos estudios, las mujeres enfrentan mayores dificultades que los varones a la hora de insertarse a determinadas ocupaciones y puestos de trabajo específicos (Ibañez Pascual, 2008). De hecho, la distribución social de tareas continúa estando determinada por el género, donde se jerarquizan las actividades vinculadas a la producción y se coloca en un lugar secundario a las tareas de reproducción. De esta forma, la división sexual del trabajo asigna a los varones el rol de proveedores del hogar y a las mujeres las tareas domésticas y de cuidado (Vozzi y Lafuente Duarte, 2017). Con la incorporación de las mujeres al mercado laboral se produjo un desplazamiento de la división sexual desde el ámbito privado estas tareas hacia la esfera pública del trabajo, reproduciendo mecanismos de subordinación de las mujeres (Benería, 2019). Existen dos tipos de segregación ocupacional. Por un lado, está la segregación horizontal (SH), que hace referencia al reparto diferencial de ocupaciones entre mujeres y varones por sector de actividad. De esta forma, las mujeres permanecen concentradas en unas pocas ramas de actividad donde los niveles salariales son inferiores (Wainerman, 1996; Anker, 1997; Amarante y Espino, 2004). A este fenómeno también se lo suele llamar paredes de cristal, ya que hace referencia a que las mujeres están "encerradas" en límites invisibles, en determinadas áreas y sus posibilidades de movilidad son escasas. Por otro lado, la segregación vertical (SV) se produce cuando, dentro de una misma rama de actividad, las mujeres ocupan las posiciones de menor nivel jerárquico viéndose limitadas a alcanzar los puestos superiores, ocupados por varones (Wainerman, 1996). Para definir este fenómeno se suele acudir a las nociones de "techo de cristal" y "suelo pegajoso", haciendo referencia a las dificultades a las que se suelen enfrentar las mujeres ya sea para alcanzar los cargos más altos en la pirámide de jerarquía o bien para escapar de los puestos más bajos, respectivamente. En este trabajo nos ocuparemos de estudiar únicamente la segregación horizontal, particularmente la que ocurre en el empleo registrado del sector privado de Argentina incluyendo también a la modalidad de asalariadas de casas particulares, por ser un grupo que nuclea una alta proporción de mujeres y que presenta ciertas particularidades respecto no solo a las legislaciones que la afectan y/o regulan sino también a su relación con el ciclo económico. El análisis realizado permite determinar si la evolución de la segregación se corresponde con una modificación de la estructura ocupacional de asalariados registrados o bien, por cambios en la composición por sexo de las ocupaciones es decir, dentro de cada una de las ramas de actividad.

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Bibliographic Details
Main Authors: Actis Di Pasquale, Eugenio, Savino, Julia Victoria
Format: info:eu-repo/semantics/bookPart biblioteca
Language:spa
Published: Dykinson S.L.
Subjects:Segregación Ocupacional, Empleo, Género,
Online Access:https://nulan.mdp.edu.ar/id/eprint/4118/
https://nulan.mdp.edu.ar/id/eprint/4118/1/actis-savino-2024.pdf
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Description
Summary:La segregación ocupacional se define como el fenómeno social a partir del cual mujeres y varones se incorporan laboralmente en diferentes sectores de la economía (Wainerman, 1996; Cárdenas, Correa y Prado, 2014). Tal como se pone en evidencia en diversos estudios, las mujeres enfrentan mayores dificultades que los varones a la hora de insertarse a determinadas ocupaciones y puestos de trabajo específicos (Ibañez Pascual, 2008). De hecho, la distribución social de tareas continúa estando determinada por el género, donde se jerarquizan las actividades vinculadas a la producción y se coloca en un lugar secundario a las tareas de reproducción. De esta forma, la división sexual del trabajo asigna a los varones el rol de proveedores del hogar y a las mujeres las tareas domésticas y de cuidado (Vozzi y Lafuente Duarte, 2017). Con la incorporación de las mujeres al mercado laboral se produjo un desplazamiento de la división sexual desde el ámbito privado estas tareas hacia la esfera pública del trabajo, reproduciendo mecanismos de subordinación de las mujeres (Benería, 2019). Existen dos tipos de segregación ocupacional. Por un lado, está la segregación horizontal (SH), que hace referencia al reparto diferencial de ocupaciones entre mujeres y varones por sector de actividad. De esta forma, las mujeres permanecen concentradas en unas pocas ramas de actividad donde los niveles salariales son inferiores (Wainerman, 1996; Anker, 1997; Amarante y Espino, 2004). A este fenómeno también se lo suele llamar paredes de cristal, ya que hace referencia a que las mujeres están "encerradas" en límites invisibles, en determinadas áreas y sus posibilidades de movilidad son escasas. Por otro lado, la segregación vertical (SV) se produce cuando, dentro de una misma rama de actividad, las mujeres ocupan las posiciones de menor nivel jerárquico viéndose limitadas a alcanzar los puestos superiores, ocupados por varones (Wainerman, 1996). Para definir este fenómeno se suele acudir a las nociones de "techo de cristal" y "suelo pegajoso", haciendo referencia a las dificultades a las que se suelen enfrentar las mujeres ya sea para alcanzar los cargos más altos en la pirámide de jerarquía o bien para escapar de los puestos más bajos, respectivamente. En este trabajo nos ocuparemos de estudiar únicamente la segregación horizontal, particularmente la que ocurre en el empleo registrado del sector privado de Argentina incluyendo también a la modalidad de asalariadas de casas particulares, por ser un grupo que nuclea una alta proporción de mujeres y que presenta ciertas particularidades respecto no solo a las legislaciones que la afectan y/o regulan sino también a su relación con el ciclo económico. El análisis realizado permite determinar si la evolución de la segregación se corresponde con una modificación de la estructura ocupacional de asalariados registrados o bien, por cambios en la composición por sexo de las ocupaciones es decir, dentro de cada una de las ramas de actividad.