El proyecto de ley sobre mercado bursátil: la hora de los corredores de bolsa

"Los comisionistas de bolsa están aprendiendo que para sobrevivir hay que adaptarse. Durante 1987 y 1988 han enfrentado cambios drásticos en el volumen de los negocios, en la legislación que los regula y en la percepción que el público tiene de ellos. Sin tiempo para ponderar la historia, pasaron de una bonanza en 1986 y 1987 a una caída del mercado en 1988. En el curso de este último año perdieron su tradicional monopolio sobre las ventas de títulos del Banco de la República, y han visto flaquear su reputación como intermediarios financieros, a causa de los fraudes que realizaron varias prestigiosas firmas comisionistas de Bogotá. Pero los mayores cambios están todavía por venir. El gobierno presentó al Congreso un proyecto de ley que provocará transformaciones de fondo en la operación de las bolsas de valores. La nueva legislación implica elevados costos en dinero para los comisionistas, pues los obliga a aumentar sustancialmente sus niveles de capitalización y a financiar un Fondo de Garantías que cubriría los riesgos de sus clientes. Por otro lado, también les traerá mayores ingresos, pues amplía el rango de los valores con los cuales será posible hacer negocios en bolsa. Algunos comisionistas están inquietos, ya que no existe una garantía de que los segundos serán mayores que los primeros y, naturalmente, no todas las firmas están en las mismas condiciones para aceptar este riesgo. Aunque la ley tiene algunos puntos discutibles, su sentido general es positivo: la bolsa será un sitio más atractivo para invertir, pues se tendrá mayor seguridad en los negocios y una amplia variedad de alternativas de inversión."

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Main Author: Vesga, Rafael
Published: 2017-04-19T17:30:49Z
Subjects:Coyuntura Económica, Mercado Financiero, Títulos, Acciones, Bolsa de Valores, Mercado Bursátil,
Online Access:http://hdl.handle.net/11445/2445
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Summary:"Los comisionistas de bolsa están aprendiendo que para sobrevivir hay que adaptarse. Durante 1987 y 1988 han enfrentado cambios drásticos en el volumen de los negocios, en la legislación que los regula y en la percepción que el público tiene de ellos. Sin tiempo para ponderar la historia, pasaron de una bonanza en 1986 y 1987 a una caída del mercado en 1988. En el curso de este último año perdieron su tradicional monopolio sobre las ventas de títulos del Banco de la República, y han visto flaquear su reputación como intermediarios financieros, a causa de los fraudes que realizaron varias prestigiosas firmas comisionistas de Bogotá. Pero los mayores cambios están todavía por venir. El gobierno presentó al Congreso un proyecto de ley que provocará transformaciones de fondo en la operación de las bolsas de valores. La nueva legislación implica elevados costos en dinero para los comisionistas, pues los obliga a aumentar sustancialmente sus niveles de capitalización y a financiar un Fondo de Garantías que cubriría los riesgos de sus clientes. Por otro lado, también les traerá mayores ingresos, pues amplía el rango de los valores con los cuales será posible hacer negocios en bolsa. Algunos comisionistas están inquietos, ya que no existe una garantía de que los segundos serán mayores que los primeros y, naturalmente, no todas las firmas están en las mismas condiciones para aceptar este riesgo. Aunque la ley tiene algunos puntos discutibles, su sentido general es positivo: la bolsa será un sitio más atractivo para invertir, pues se tendrá mayor seguridad en los negocios y una amplia variedad de alternativas de inversión."