El espíritu de un hombre superior: Gabriel García Moreno en sus pensamientos y sentencias, propuesto a la juventud ecuatoriana [Folleto].

Que el Excelentísimo Señor Doctor Gabriel García Moreno, por su distinguida inteligencia, vasta ilustración y nobilísimas virtudes, ocupó el primer puesto entré los más preclaros hijos del Ecuador; Que consagró su vida y las altas y raras dotes de su inteligencia y corazón a la regeneración y engrandecimiento de la República, fundando las instituciones sociales en la firme base de los principios católicos; Que, ilustre entre los hombres, arrostró con frente serena y pecho magnánimo las tempestades de la difamación, de la calumnia y del sarcasmo impío, y supo dar al mundo el más noble ejemplo de fortaleza y perseverancia en el cumplimiento de los sagrados deberes de la Magistratura católica; Que amó la Religión y la Patria hasta recibir por ellas el martirio, y legar a la posteridad su memoria esclarecida con esa aureola inmortal que sólo se concede por el Cielo a las virtudes eminentes; Que hizo a la Nación inmensos e imperecederos beneficios materiales, intelectuales, morales y religiosos; y Que la Patria debe gratitud, honor y gloria a los ciudadanos que la enaltecen con el brillo de sus prendas y virtudes, y la sirven con la abnegación que inspira el puro y acrisolado patriotismo.

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Main Authors: Romero Menéndez, Emilio, Romero Menéndez, Héctor
Format: other biblioteca
Language:spa
Published: Riobamba, Ecuador : Tipografía de la "Prensa Católica". 2016-05-16T18:00:34Z
Subjects:PENSAMIENTO, GARCÍA MORENO, GABRIEL, 1821-1875, MEMORIA COLECTIVA, JUVENTUD, RELIGIÓN, IGLESIA CATÓLICA, FAMILIA, POLÍTICA, DEONTOLOGÍA, CIENCIA, ECUADOR,
Online Access:http://hdl.handle.net/10469/8485
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Summary:Que el Excelentísimo Señor Doctor Gabriel García Moreno, por su distinguida inteligencia, vasta ilustración y nobilísimas virtudes, ocupó el primer puesto entré los más preclaros hijos del Ecuador; Que consagró su vida y las altas y raras dotes de su inteligencia y corazón a la regeneración y engrandecimiento de la República, fundando las instituciones sociales en la firme base de los principios católicos; Que, ilustre entre los hombres, arrostró con frente serena y pecho magnánimo las tempestades de la difamación, de la calumnia y del sarcasmo impío, y supo dar al mundo el más noble ejemplo de fortaleza y perseverancia en el cumplimiento de los sagrados deberes de la Magistratura católica; Que amó la Religión y la Patria hasta recibir por ellas el martirio, y legar a la posteridad su memoria esclarecida con esa aureola inmortal que sólo se concede por el Cielo a las virtudes eminentes; Que hizo a la Nación inmensos e imperecederos beneficios materiales, intelectuales, morales y religiosos; y Que la Patria debe gratitud, honor y gloria a los ciudadanos que la enaltecen con el brillo de sus prendas y virtudes, y la sirven con la abnegación que inspira el puro y acrisolado patriotismo.