Décima nona carta pastoral que dirige el Ilmo. y Rmo. Señor Doctor Don Pedro Rafael González Calisto a todos los fieles de la Arquidiócesis [Folleto].

Nos, Dr. Pedro Rafael González C., por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica, Arzobispo de Quito; al venerable clero secular, al regular y á todos los fieles de nuestra Arquidiócesis; salud y bendición en nuestro Señor Jesucristo. Venerables hermanos y amados hijos: No esfuerzo alguno, antes bien, suave afición procedente de religiosa ternura inclina el ánimo del pastor, cuantas veces tiene de dirigir palabras de enseñanza ó amonestación á su amada grey, cual la sentimos en la presente oportunidad, en que bendiciendo al Padre de las misericordias, por los lazos de caridad que en la Comunicón de los Santos nos juntan en uno con vosotros, queremos recordaros las austeras obligaciones que nos trae la Cuaresma, cuya aurora bendita se ha asomado ya por nuestras puertas para sacudir á los pecadores del letargo de la culpa, y volvernos á todos á la vigilia en que granjearemos los únicos y verdaderos frutos de salud eterna.

Saved in:
Bibliographic Details
Main Author: González Calisto, Pedro Rafael. Arzobispo
Format: other biblioteca
Language:spa
Published: Quito, Ecuador : Imprenta del Clero. 2016-02-12T21:32:59Z
Subjects:RELIGIÓN, CATOLICISMO, CARTA PASTORAL, CLERO, CRISTIANOS, ARQUIDIÓCESIS DE QUITO (ECUADOR),
Online Access:http://hdl.handle.net/10469/8024
Tags: Add Tag
No Tags, Be the first to tag this record!
Description
Summary:Nos, Dr. Pedro Rafael González C., por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica, Arzobispo de Quito; al venerable clero secular, al regular y á todos los fieles de nuestra Arquidiócesis; salud y bendición en nuestro Señor Jesucristo. Venerables hermanos y amados hijos: No esfuerzo alguno, antes bien, suave afición procedente de religiosa ternura inclina el ánimo del pastor, cuantas veces tiene de dirigir palabras de enseñanza ó amonestación á su amada grey, cual la sentimos en la presente oportunidad, en que bendiciendo al Padre de las misericordias, por los lazos de caridad que en la Comunicón de los Santos nos juntan en uno con vosotros, queremos recordaros las austeras obligaciones que nos trae la Cuaresma, cuya aurora bendita se ha asomado ya por nuestras puertas para sacudir á los pecadores del letargo de la culpa, y volvernos á todos á la vigilia en que granjearemos los únicos y verdaderos frutos de salud eterna.