Indicadores de calidad educativa en centros escolares del Distrito Metropolitano de Quito y propuesta de un modelo de calidad pertinente para el Ecuador

En América Latina, la cobertura escolar, aún sigue siendo un reto a cumplir; sin embargo, cada vez se posiciona en el lenguaje educativo y en los marcos legales, el concepto calidad de la educación. Hasta hace poco, -al menos en Ecuador-, referirse a la calidad era parte de un discurso sin contenido real, lejano, que debía hacerse, pero que el Estado y la sociedad no lo asumían como un derecho. Cada vez esta situación ha ido cambiando, -para bien, por cierto-, y hoy, entre la primera y segunda década del siglo XXI, hablar de calidad y exigir calidad a la escuela, es parte de la cotidianidad: el Estado lo plantea, la ciudadanía lo exige, el poder político hace suyo en el discurso, los centros escolares buscan lograr calidad y asumir retos, los docentes se capacitan, los estudiantes son evaluados, los padres de familia presionan, la sociedad lo demanda. La calidad de la educación implica una profunda reflexión sobre lo que es y su alcance. La calidad no es un concepto plano, hueco, tiene varias miradas y representaciones; entonces, es pertinente buscar respuestas sobre su contenido e indicadores. Cuestiones como: calidad en qué, calidad para qué, calidad por qué, calidad para quiénes, cómo es la calidad, son parte de las interrogantes que direcciona toda investigación sobre educación. En la educación participan varios factores y actores, de esto, no queda la menor duda. El Estado, la sociedad en general, los medios de comunicación, la familia, las tecnologías de la información y la comunicación, la situación social, económica y cultural, por ejemplo, tienen una presencia importante. La escuela, como una institución social, creada para educar a las nuevas generaciones, sin lugar a dudas, se ha constituido en el centro de exigibilidad de calidad y generación de calidad educativa. Cuando los resultados de las evaluaciones han evidenciado bajos aprendizajes, diversos sectores atacan a la escuela, y dentro de ella a los docentes y sus directivos; incluso, a los mismos estudiantes y padres de familia.

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Main Author: Barros Astudillo, Teodoro José María
Other Authors: Aramendi Jauregui, Pello
Format: doctoralThesis biblioteca
Language:spa
Published: Donostia-San Sebastian, España : Universidad del País Vasco - Universidad Central del Ecuador 2013-07-03T22:34:26Z
Subjects:ECUADOR, DISTRITO METROPOLITANO DE QUITO, CALIDAD EDUCATIVA, EDUCACIÓN PRIMARIA, SISTEMA EDUCATIVO, GOBIERNO, POLÍTICAS PÚBLICAS, ANALFABETISMO, EQUIDAD EDUCATIVA, CLASES SOCIALES, MODELOS DE EFICIENCIA ESCOLAR, ESTRATIFICACIÓN, IDEOLOGÍAS, TENDENCIAS TECNOLÓGICAS, MÉXICO, CHILE, QUALITY EDUCATION, PRIMARY EDUCATION, EDUCATION SYSTEM, GOVERNMENT, PUBLIC POLICY, ILLITERACY, EDUCATIONAL EQUITY, SOCIAL CLASSES, EFFICIENCY MODEL SCHOOL, STRATIFICATION, IDEOLOGIES, TECHNOLOGY TRENDS,
Online Access:http://hdl.handle.net/10469/5416
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Summary:En América Latina, la cobertura escolar, aún sigue siendo un reto a cumplir; sin embargo, cada vez se posiciona en el lenguaje educativo y en los marcos legales, el concepto calidad de la educación. Hasta hace poco, -al menos en Ecuador-, referirse a la calidad era parte de un discurso sin contenido real, lejano, que debía hacerse, pero que el Estado y la sociedad no lo asumían como un derecho. Cada vez esta situación ha ido cambiando, -para bien, por cierto-, y hoy, entre la primera y segunda década del siglo XXI, hablar de calidad y exigir calidad a la escuela, es parte de la cotidianidad: el Estado lo plantea, la ciudadanía lo exige, el poder político hace suyo en el discurso, los centros escolares buscan lograr calidad y asumir retos, los docentes se capacitan, los estudiantes son evaluados, los padres de familia presionan, la sociedad lo demanda. La calidad de la educación implica una profunda reflexión sobre lo que es y su alcance. La calidad no es un concepto plano, hueco, tiene varias miradas y representaciones; entonces, es pertinente buscar respuestas sobre su contenido e indicadores. Cuestiones como: calidad en qué, calidad para qué, calidad por qué, calidad para quiénes, cómo es la calidad, son parte de las interrogantes que direcciona toda investigación sobre educación. En la educación participan varios factores y actores, de esto, no queda la menor duda. El Estado, la sociedad en general, los medios de comunicación, la familia, las tecnologías de la información y la comunicación, la situación social, económica y cultural, por ejemplo, tienen una presencia importante. La escuela, como una institución social, creada para educar a las nuevas generaciones, sin lugar a dudas, se ha constituido en el centro de exigibilidad de calidad y generación de calidad educativa. Cuando los resultados de las evaluaciones han evidenciado bajos aprendizajes, diversos sectores atacan a la escuela, y dentro de ella a los docentes y sus directivos; incluso, a los mismos estudiantes y padres de familia.