Chasqui. Revista Latinoamericana de Comunicación. Revista Completa
A decir de Raúl Fuentes, tres obstáculos subjetivos de progreso del pensamiento crítico en América Latina han venido siendo, hasta la fecha, el dogmatismo, la militancia voluntarista y el enfoque maniqueo de las contradicciones y conflictos de la comunicación moderna. De ahí la pertinencia de una revisión crítica, tanto histórica como cognitiva, en términos metateóricos, del despliegue y desarrollo académico regional. Pero para ello es preciso deconstruir ciertas posiciones de observación y conceptos al uso de la práctica teórica. En un camino de ida y vuelta, de la economía política a la teoría crítica y la estética de la recepción, para volver a la geopolítica de la cultura, el giro decolonial constituye, en este sentido, una exigencia para la Comunicología del Sur. Más aún en un contexto de creciente captura y subsunción del trabajo intelectual. La cultura y el modo de producción del Capitalismo Cognitivo −como explica Jameson− se han fusionado, produciendo la subsunción del trabajo académico bajo las exigencias neopragmáticas de circulación y valorización del capital en una suerte de tiempo pseudocíclico y neopositivismo aceptado acríticamente por los trabajadores de la cultura y del conocimiento. A ello ha contribuido significativamente la política científica dominante. Los organismos nacionales e internacionales de ciencia y tecnología imponen el dogma fundamentalista del empirismo abstracto, la razón de la existencia constatada de un orden inmutable al cual están sometidos todos los acontecimientos y al que la academia regional ha terminado, lenta pero paulatinamente, adaptándose de forma laxa, con perniciosos efectos no solo en las formas y agendas de investigación, sino en el propio sentido de la praxis científica. La década perdida y el neoliberalismo no solo incidieron en las políticas económicas y sociales. La restauración conservadora de la era Reagan y el Documento de Santa Fe significó, de facto, un retroceso de los estudios y del potencial emancipatorio del pensamiento latinoamericano, traduciéndose en una suerte de colonización interna de modos y visiones de la Universidad y la investigación comunicológica, contraria a la rica tradición de los años setenta.
Main Author: | |
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Format: | journal biblioteca |
Language: | spa |
Published: |
Quito, Ecuador : CIESPAL
2017-01-17T16:54:30Z
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Subjects: | DIÁLOGO, COMUNICOLOGÍA LATINOAMERICANA, COMUNICACIÓN, PENSAMIENTO CRÍTICO, AMÉRICA LATINA, DECONSTRUCCIÓN, TEORÍA CRÍTICA, GEOPOLÍTICA DE LA CULTURA, GIRO DECOLONIAL, COMUNICOLOGÍA DEL SUR, CAPITALISMO COGNITIVO, PENSAMIENTO LATINOAMERICANO, BUEN VIVIR, |
Online Access: | http://hdl.handle.net/10469/10280 |
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Summary: | A decir de Raúl Fuentes, tres obstáculos subjetivos de progreso del pensamiento
crítico en América Latina han venido siendo, hasta la fecha, el dogmatismo, la
militancia voluntarista y el enfoque maniqueo de las contradicciones y conflictos
de la comunicación moderna. De ahí la pertinencia de una revisión crítica, tanto
histórica como cognitiva, en términos metateóricos, del despliegue y desarrollo
académico regional. Pero para ello es preciso deconstruir ciertas posiciones
de observación y conceptos al uso de la práctica teórica. En un camino de ida
y vuelta, de la economía política a la teoría crítica y la estética de la recepción,
para volver a la geopolítica de la cultura, el giro decolonial constituye, en este
sentido, una exigencia para la Comunicología del Sur. Más aún en un contexto
de creciente captura y subsunción del trabajo intelectual. La cultura y el modo
de producción del Capitalismo Cognitivo −como explica Jameson− se han
fusionado, produciendo la subsunción del trabajo académico bajo las exigencias
neopragmáticas de circulación y valorización del capital en una suerte de tiempo
pseudocíclico y neopositivismo aceptado acríticamente por los trabajadores de
la cultura y del conocimiento. A ello ha contribuido significativamente la política
científica dominante. Los organismos nacionales e internacionales de ciencia
y tecnología imponen el dogma fundamentalista del empirismo abstracto, la
razón de la existencia constatada de un orden inmutable al cual están sometidos
todos los acontecimientos y al que la academia regional ha terminado, lenta
pero paulatinamente, adaptándose de forma laxa, con perniciosos efectos no
solo en las formas y agendas de investigación, sino en el propio sentido de la
praxis científica. La década perdida y el neoliberalismo no solo incidieron en las
políticas económicas y sociales. La restauración conservadora de la era Reagan
y el Documento de Santa Fe significó, de facto, un retroceso de los estudios y
del potencial emancipatorio del pensamiento latinoamericano, traduciéndose
en una suerte de colonización interna de modos y visiones de la Universidad y la
investigación comunicológica, contraria a la rica tradición de los años setenta. |
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