Informe del CIMMYT 1982

El Informe del CIMMYT, 1982 tiene como propósito informar al público interesado de los aspectos sobresalientes de las actividades del centro durante 1982. Se complementa con los informes técnicos de progreso de maíz y de trigo, más de una docena de informes sobre experimentos internacionales, así como otros boletines técnicos y de información publicados cada año por el CIMMYT. En 1981, el número de países colaboradores y el interés de los científicos nacionales de pa íses en desarrollo en el germoplasma del CIMMYT y otros servicios ha continuado aumentando. Con objeto de responder a esta creciente demanda, el CIMMYT ha esbozado un plan para la década de los ochentas, el cual ha sido diseñado para servir en forma más efectiva a las necesidades de los programas de nuestra clientela de pa íses en desarrollo. Este plan necesitaba de modestas expansiones, en términos reales, de los recursos del CIMMYT, tanto humanos como financieros durante esta década. Sin embargo, todavía no se cuenta con suficientes fondos disponibles para implementar el plan de trabajo que se previó originalmente. En 1981, debido a falta de fondos, el CIIVIMYT ha tenido que mantener su personal internacional a 80 porciento del nivel aprobado por su Consejo Directivo. Estuvimos forzados a posponer la contratación de nuevo personal y a dejar vacantes posiciones que quedaban así por renuncia. Asimismo, se- han pospuesto los planes para asignar personal a los programas regionales y llevar a cabo los trabajos de mantenimiento necesario en nuestra planta, que ya cuenta con 12 años de funcionamiento, también han sido pospuestos. En un esfuerzo para continuar nuestras importantes actividades de capacitación, las cuales tienen una importancia crítica, hemos buscado también un financiamiento de emergencia de proyecto especial para financiar las becas de capacitación. Debido a que previamente se hicieron inversiones en apoyo del desarrollo de actividades de investigación, podemos informar del flujo de un beneficio continuo a los productores agrícolas y a los consumidores en los países en desarrollo, y en efecto, de todo el mundo. A nivel mundial, durante las dos últimas décadas, la producción de maíz se ha incrementado a una tasa ligeramente más alta que la del incremento de la población. En el caso del trigo, la figura global excede la tasa de incremento de la población, proporcionando así cantidades ligeramente más altas per capita. Una parte desproporcionadamente grande de este aumento corresponde a países en desarrollo y en donde la tasa de aumento de la producción ha sido cerca del doble de la tasa de crecimiento de la población, durante los últimos 20 años. En 1981, más de 35 millones de hectáreas de trigo (más de la mitad del total) se sembraron con variedades de alto rendimiento, con germoplasma del CIMMYT en su genealogía y el valor añadido de estos incrementos de producción ha sido estimado conservadoramente en más de 5,000 millones de dólares por año. Nuevas variedades de trigo, más específicamente adaptadas y con rendimientos más confiables están siendo liberadas por los programas nacionales a una tasa acelerada. Además, los nuevos materiales genéticos procedentes del sistema de mejoramiento de trigo del CIMMYT están mejor adaptados a medios más pobres en recursos, en donde la producción es más difícil. El programa de mejoramiento de maíz del CIMMYT, que se reorganizó substancialmente en 1973-1974, está ahora empezando a mostrar resultados significativos. Durante los últimos cuatro años, cerca de 22 pa íses han informado de la liberación de 70 nuevas variedades e híbridos que portan germoplasma del CIMMYT. Estas variedades, en general, son también más resistentes a las plagas y patógenos importantes que atacan al maíz. Tan pronto como se disponga de cantidades importantes de semilla de buena calidad de estas nuevas variedades liberadas, su impacto será substancial. Creemos que las actividades del programa y las nuevas iniciativas descritas en este informe son esenciales para la continua expansión de la producción de cereales en los países en desarrollo (yen todo el mundo) durante el resto de este siglo. La capacidad del CIIVIMYT para seguir respondiendo efectivamente en el futuro a su mandato depende de la restauración de las actuales reducciones de su presupuesto y de modestas expansiones, en términos reales, del generoso apoyo que las instituciones donadoras le han proporcionado en el pasado. La creciente crisis financiera que está sufriendo el CIMMYT se refleja también en los presupuestos de investigación agrícola de nuestros colaboradores nacionales. A menos que las ganancias, complejidades y la naturaleza acumulativa de la investigación agrícola sean comprendidas en forma más completa por los funcionarios encargados de tomar decisiones políticas en los países en desarrollo, así como por los representantes de las agencias donadoras que financian la investigación agrícola, no podrá asegurarse el progreso sostenido para satisfacer futuros requerimientos de la investigación, necesarios para lograr una mayor producción agrícola.

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Bibliographic Details
Format: Report biblioteca
Language:Spanish
Published: CIMMYT 1982
Subjects:AGRICULTURAL SCIENCES AND BIOTECHNOLOGY, DEVELOPING COUNTRIES, DISEASE RESISTANCE, ECONOMICS, FINANCE, GENE POOLS, STATISTICS, TESTING, TRAINING, EXPERIMENTATION, ZEA MAYS,
Online Access:http://hdl.handle.net/10883/3530
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Description
Summary:El Informe del CIMMYT, 1982 tiene como propósito informar al público interesado de los aspectos sobresalientes de las actividades del centro durante 1982. Se complementa con los informes técnicos de progreso de maíz y de trigo, más de una docena de informes sobre experimentos internacionales, así como otros boletines técnicos y de información publicados cada año por el CIMMYT. En 1981, el número de países colaboradores y el interés de los científicos nacionales de pa íses en desarrollo en el germoplasma del CIMMYT y otros servicios ha continuado aumentando. Con objeto de responder a esta creciente demanda, el CIMMYT ha esbozado un plan para la década de los ochentas, el cual ha sido diseñado para servir en forma más efectiva a las necesidades de los programas de nuestra clientela de pa íses en desarrollo. Este plan necesitaba de modestas expansiones, en términos reales, de los recursos del CIMMYT, tanto humanos como financieros durante esta década. Sin embargo, todavía no se cuenta con suficientes fondos disponibles para implementar el plan de trabajo que se previó originalmente. En 1981, debido a falta de fondos, el CIIVIMYT ha tenido que mantener su personal internacional a 80 porciento del nivel aprobado por su Consejo Directivo. Estuvimos forzados a posponer la contratación de nuevo personal y a dejar vacantes posiciones que quedaban así por renuncia. Asimismo, se- han pospuesto los planes para asignar personal a los programas regionales y llevar a cabo los trabajos de mantenimiento necesario en nuestra planta, que ya cuenta con 12 años de funcionamiento, también han sido pospuestos. En un esfuerzo para continuar nuestras importantes actividades de capacitación, las cuales tienen una importancia crítica, hemos buscado también un financiamiento de emergencia de proyecto especial para financiar las becas de capacitación. Debido a que previamente se hicieron inversiones en apoyo del desarrollo de actividades de investigación, podemos informar del flujo de un beneficio continuo a los productores agrícolas y a los consumidores en los países en desarrollo, y en efecto, de todo el mundo. A nivel mundial, durante las dos últimas décadas, la producción de maíz se ha incrementado a una tasa ligeramente más alta que la del incremento de la población. En el caso del trigo, la figura global excede la tasa de incremento de la población, proporcionando así cantidades ligeramente más altas per capita. Una parte desproporcionadamente grande de este aumento corresponde a países en desarrollo y en donde la tasa de aumento de la producción ha sido cerca del doble de la tasa de crecimiento de la población, durante los últimos 20 años. En 1981, más de 35 millones de hectáreas de trigo (más de la mitad del total) se sembraron con variedades de alto rendimiento, con germoplasma del CIMMYT en su genealogía y el valor añadido de estos incrementos de producción ha sido estimado conservadoramente en más de 5,000 millones de dólares por año. Nuevas variedades de trigo, más específicamente adaptadas y con rendimientos más confiables están siendo liberadas por los programas nacionales a una tasa acelerada. Además, los nuevos materiales genéticos procedentes del sistema de mejoramiento de trigo del CIMMYT están mejor adaptados a medios más pobres en recursos, en donde la producción es más difícil. El programa de mejoramiento de maíz del CIMMYT, que se reorganizó substancialmente en 1973-1974, está ahora empezando a mostrar resultados significativos. Durante los últimos cuatro años, cerca de 22 pa íses han informado de la liberación de 70 nuevas variedades e híbridos que portan germoplasma del CIMMYT. Estas variedades, en general, son también más resistentes a las plagas y patógenos importantes que atacan al maíz. Tan pronto como se disponga de cantidades importantes de semilla de buena calidad de estas nuevas variedades liberadas, su impacto será substancial. Creemos que las actividades del programa y las nuevas iniciativas descritas en este informe son esenciales para la continua expansión de la producción de cereales en los países en desarrollo (yen todo el mundo) durante el resto de este siglo. La capacidad del CIIVIMYT para seguir respondiendo efectivamente en el futuro a su mandato depende de la restauración de las actuales reducciones de su presupuesto y de modestas expansiones, en términos reales, del generoso apoyo que las instituciones donadoras le han proporcionado en el pasado. La creciente crisis financiera que está sufriendo el CIMMYT se refleja también en los presupuestos de investigación agrícola de nuestros colaboradores nacionales. A menos que las ganancias, complejidades y la naturaleza acumulativa de la investigación agrícola sean comprendidas en forma más completa por los funcionarios encargados de tomar decisiones políticas en los países en desarrollo, así como por los representantes de las agencias donadoras que financian la investigación agrícola, no podrá asegurarse el progreso sostenido para satisfacer futuros requerimientos de la investigación, necesarios para lograr una mayor producción agrícola.