Desertificación en el Sahel causas, consecuencias y prácticas para la restauración ecológica

El Sahel es una región de transición climática entre el desierto del Sahara y la sabana sudanesa. La franja congrega once países africanos cuyo paisaje es desértico con mesetas compactadas que son separadas por depresiones naturales. En la región se presenta la estación lluviosa y la seca que fluctúan cada año tal como ha ocurrido a lo largo de miles de años. Sin embargo; en la actualidad, las tormentas y las sequías se presentan con mayor intensidad. Estos cambios se han atribuido al calentamiento global causado por las actividades antrópicas. La problemática de estas variaciones climáticas se observa en el aumento del proceso de desertificación que dificulta la subsistencia de los habitantes del Sahel. Este problema converge con factores ambientales, socioeconómicos y geopolíticos como la circulación atmosférica, la termohalina, fenómeno del Niño, inestabilidad política, inseguridad alimentaria, conflictos armados, hambrunas, desigualdad de género y explotación de recursos entre otros. Estos factores tienen impactos importantes en la reducción de cuencas hidrológicas, expansión y generación de enfermedades, migraciones y aumento de efecto albedo entre otros. Todas estas consecuencias e impactos se encuentran ligados directa e indirectamente al proceso de desertificación que aqueja al territorio. Para combatir este proceso, se han llevado a cabo diversos proyectos los cuales han considerado las prácticas tradicionales de recolección de agua y siembra. Además, ha sido desarrollada maquinaria especializada para trabajar la tierra en el subsahara. Las donaciones y apoyos provienen de diversas organizaciones internacionales gubernamentales y no gubernamentales que buscan revertir el proceso de desertificación en el Sahel. Las prácticas tradicionales y el apoyo internacional pueden mejorar la calidad de vida de los habitantes, pero es necesario aplicar cambios estructurales severos en todos los ámbitos en los países sahelianos para realmente hacer a las naciones resilientes y combatir la desertificación.

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Bibliographic Details
Main Authors: Sánchez Acuña, Marlen Maestra autora 21663, Schmook, Birgit Inge Doctora directora 8472, Macario Mendoza, Pedro A. Doctor evaluador 2047
Format: Texto biblioteca
Language:spa
Published: Chetumal, Quintana Roo, México El Colegio de la Frontera Sur Université de Sherbrooke 2021
Subjects:Restauración ecológica, Cambio climático, Desertificación, Sequía, Resiliencia, Degradación ambiental,
Online Access:http://ecosur.repositorioinstitucional.mx/jspui/handle/1017/2570
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Summary:El Sahel es una región de transición climática entre el desierto del Sahara y la sabana sudanesa. La franja congrega once países africanos cuyo paisaje es desértico con mesetas compactadas que son separadas por depresiones naturales. En la región se presenta la estación lluviosa y la seca que fluctúan cada año tal como ha ocurrido a lo largo de miles de años. Sin embargo; en la actualidad, las tormentas y las sequías se presentan con mayor intensidad. Estos cambios se han atribuido al calentamiento global causado por las actividades antrópicas. La problemática de estas variaciones climáticas se observa en el aumento del proceso de desertificación que dificulta la subsistencia de los habitantes del Sahel. Este problema converge con factores ambientales, socioeconómicos y geopolíticos como la circulación atmosférica, la termohalina, fenómeno del Niño, inestabilidad política, inseguridad alimentaria, conflictos armados, hambrunas, desigualdad de género y explotación de recursos entre otros. Estos factores tienen impactos importantes en la reducción de cuencas hidrológicas, expansión y generación de enfermedades, migraciones y aumento de efecto albedo entre otros. Todas estas consecuencias e impactos se encuentran ligados directa e indirectamente al proceso de desertificación que aqueja al territorio. Para combatir este proceso, se han llevado a cabo diversos proyectos los cuales han considerado las prácticas tradicionales de recolección de agua y siembra. Además, ha sido desarrollada maquinaria especializada para trabajar la tierra en el subsahara. Las donaciones y apoyos provienen de diversas organizaciones internacionales gubernamentales y no gubernamentales que buscan revertir el proceso de desertificación en el Sahel. Las prácticas tradicionales y el apoyo internacional pueden mejorar la calidad de vida de los habitantes, pero es necesario aplicar cambios estructurales severos en todos los ámbitos en los países sahelianos para realmente hacer a las naciones resilientes y combatir la desertificación.