Deportación y salud mental en migrantes centroamericanos

La deportación de migrantes centroamericanos desde Estados Unidos afecta la salud mental tanto de quienes son repatriados, como de sus familias y comunidades. Aquéllos que son devueltos tras haber vivido largo tiempo en Estados Unidos dejan atrás familiares y amigos, y deben readaptarse a una sociedad con la que han perdido contacto. Los que son detenidos poco tiempo después de cruzar la frontera, en cambio, pueden experimentar sensación de fracaso al no haber cumplido su objetivo de migrar. En ambos casos, al llegar a sus países de origen, los deportados sufren discriminación y rechazo. Los familiares y amigos de los deportados en Estados Unidos, por su parte, experimentan miedo e incertidumbre al no saber si ellos mismos pueden ser expulsados también, o al perder el contacto con el deportado. Con base en las evidencias sobre el efecto de la deportación en la salud mental de los migrantes centroamericanos y los miembros de sus comunidades, tanto en los países de origen como en los de destino, se recomienda la implementación de 1) Programas de apoyo bajo el modelo de primeros auxilios psicológicos; 2) Programas de promoción de la salud mental en las comunidades receptoras; y 3) Programas que atiendan el bienestar integral, y faciliten la reintegración de los deportados en sus países de origen.

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Bibliographic Details
Main Author: Bojorquez, Ietza autor/a
Format: Texto biblioteca
Language:spa
Published: Guadalajara, Jalisco, México Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social. Comité Editorial 2015
Subjects:Migración de retorno, Salud mental, Centroamericanos, Emigración e inmigración, Política pública, Frosur,
Online Access:http://canamid.org/publication?id=PB06
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Description
Summary:La deportación de migrantes centroamericanos desde Estados Unidos afecta la salud mental tanto de quienes son repatriados, como de sus familias y comunidades. Aquéllos que son devueltos tras haber vivido largo tiempo en Estados Unidos dejan atrás familiares y amigos, y deben readaptarse a una sociedad con la que han perdido contacto. Los que son detenidos poco tiempo después de cruzar la frontera, en cambio, pueden experimentar sensación de fracaso al no haber cumplido su objetivo de migrar. En ambos casos, al llegar a sus países de origen, los deportados sufren discriminación y rechazo. Los familiares y amigos de los deportados en Estados Unidos, por su parte, experimentan miedo e incertidumbre al no saber si ellos mismos pueden ser expulsados también, o al perder el contacto con el deportado. Con base en las evidencias sobre el efecto de la deportación en la salud mental de los migrantes centroamericanos y los miembros de sus comunidades, tanto en los países de origen como en los de destino, se recomienda la implementación de 1) Programas de apoyo bajo el modelo de primeros auxilios psicológicos; 2) Programas de promoción de la salud mental en las comunidades receptoras; y 3) Programas que atiendan el bienestar integral, y faciliten la reintegración de los deportados en sus países de origen.