Diversidad de arañas del suelo en cuatro tipos de vegetación del Soconusco, Chiapas, México

La notable diversidad de ecosistemas y especies del estado de Chiapas es producto de su posición geográfica, amplitud latitudinal, complejidad fisiográfica e historia geológica (González-Espinosa y Ramírez-Marcial, 2013). La región Soconusco está ubicada en el sureste del Estado de Chiapas, comprende 15 municipios y es importante desde el punto de vista socioeconómico y en recursos naturales. La región es ambientalmente heterogénea, está compuesta principalmente de llanuras y sierras, con elevaciones de hasta 4,080 msnm, sus suelos de profundos a delgados, pueden ser salitrosos o con rocas de origen volcánico. Los climas son cálidos, semi-cálidos y templados, todos con lluvias abundantes en verano (Gobierno de Chiapas, 2011). Esta inmensa heterogeneidad ambiental permite la existencia de múltiples comunidades vegetales y el desarrollo de diversas actividades agropecuarias, como la producción de cacao, café, plátano, mango, caña de azúcar, maíz, palma de aceite, entre otros (Fernández-Bello, 2008). Las arañas son un componente importante de la diversidad biológica del Soconusco, por su riqueza de especies y su amplia distribución, tanto en los hábitats naturales como en los modificados por el ser humano. Las arañas como depredadores, son elementos comunes y de gran importancia en el equilibrio ecológico de poblaciones de invertebrados en los bosques tropicales (Coddington y Levi, 1991). En sentido amplio las arañas han tomado relevancia como organismos controladores de plagas en agroecosistemas (Riechert y Bishop, 1990; Ibarra, et al., 2001). En otras regiones del continente americano algunas especies de Ctenidae, Lycosidae y Sparassidae han demostrado su utilidad y han sido utilizadas como organismos indicadores de disturbio humano (Bonaldo y Dias, 2010; Rego, Venticinque y Brescovit, 2005). A pesar de su importancia y utilidad en estudios ecológicos existen pocos trabajos que indaguen a las arañas del suelo. En México, los trabajos conocidos se han realizado en algunos ecosistemas naturales como en selva baja caducifolia (Nieto-Castañeda, 2000); en bosque de Pinus-Quercus (Medina, 2002), en humedales de Baja California (Nieto-Castañeda, 2004), en matorral desértico (Jiménez y Navarrete, 2010), en bosque mesófilo de montaña (Chamé-Vázquez, 2011), así como en agroecosistemas como cacaotales (Ruiz, 2004)

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Bibliographic Details
Main Authors: Chamé Vázquez, David Doctor autor 12907, Ibarra Núñez, Guillermo Doctor director 2088, Jiménez Jiménez, María Luisa Doctora asesora 15237, Montaño Moreno, Héctor Maestro asesor 10512
Format: Texto biblioteca
Language:spa
Published: Tapachula, Chiapas, México El Colegio de la Frontera Sur 2015
Subjects:Arañas, Población animal, Estructura de la vegetación, Heterogeneidad ambiental, Agroecosistemas, Frosur,
Online Access:https://ecosur.repositorioinstitucional.mx/jspui/handle/1017/2042
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Summary:La notable diversidad de ecosistemas y especies del estado de Chiapas es producto de su posición geográfica, amplitud latitudinal, complejidad fisiográfica e historia geológica (González-Espinosa y Ramírez-Marcial, 2013). La región Soconusco está ubicada en el sureste del Estado de Chiapas, comprende 15 municipios y es importante desde el punto de vista socioeconómico y en recursos naturales. La región es ambientalmente heterogénea, está compuesta principalmente de llanuras y sierras, con elevaciones de hasta 4,080 msnm, sus suelos de profundos a delgados, pueden ser salitrosos o con rocas de origen volcánico. Los climas son cálidos, semi-cálidos y templados, todos con lluvias abundantes en verano (Gobierno de Chiapas, 2011). Esta inmensa heterogeneidad ambiental permite la existencia de múltiples comunidades vegetales y el desarrollo de diversas actividades agropecuarias, como la producción de cacao, café, plátano, mango, caña de azúcar, maíz, palma de aceite, entre otros (Fernández-Bello, 2008). Las arañas son un componente importante de la diversidad biológica del Soconusco, por su riqueza de especies y su amplia distribución, tanto en los hábitats naturales como en los modificados por el ser humano. Las arañas como depredadores, son elementos comunes y de gran importancia en el equilibrio ecológico de poblaciones de invertebrados en los bosques tropicales (Coddington y Levi, 1991). En sentido amplio las arañas han tomado relevancia como organismos controladores de plagas en agroecosistemas (Riechert y Bishop, 1990; Ibarra, et al., 2001). En otras regiones del continente americano algunas especies de Ctenidae, Lycosidae y Sparassidae han demostrado su utilidad y han sido utilizadas como organismos indicadores de disturbio humano (Bonaldo y Dias, 2010; Rego, Venticinque y Brescovit, 2005). A pesar de su importancia y utilidad en estudios ecológicos existen pocos trabajos que indaguen a las arañas del suelo. En México, los trabajos conocidos se han realizado en algunos ecosistemas naturales como en selva baja caducifolia (Nieto-Castañeda, 2000); en bosque de Pinus-Quercus (Medina, 2002), en humedales de Baja California (Nieto-Castañeda, 2004), en matorral desértico (Jiménez y Navarrete, 2010), en bosque mesófilo de montaña (Chamé-Vázquez, 2011), así como en agroecosistemas como cacaotales (Ruiz, 2004)