El Soconusco moderno otra tormenta

En 1788 La Provincia por antonomasia había decaído a 8 mil 901 habitantes agrupados en cinco curatos. Pero en 1768 nacía el tapachulteco Matías de Córdoba, el autor del Grito chiapaneco de Independencia, y en 1838 en Oaxaca un maestro de la diplomacia internacional: Matías Romero, quien tuvo en el Soconusco un papel político y comercial clave. Los dos Matías y sus familias dieron su rostro actual al Soconusco, mexicanizado dos veces: de manera efímera en 1821 y luego para siempre en 1842. A finales del siglo XVIII la familia oaxaqueña de los Larráinzar emigró a Chiapas atraída por su situación fronteriza entre Nueva España y el reino de Guatemala, que propiciaba el contrabando ya desde 1720. Uno de ellos, José María, había escogido lo grande: tramitaba transferencias de capitales de lado a lado de la frontera (primero del istmo y luego de Guatemala). Entre los hijos y yernos (los Pineiros) hubo dos gobernadores de Chiapas, rectores de la universidad, secretarios de Santa Anna y un ministro plenipotenciario, don Manuel, quien regresó el Soconusco a Chiapas y a México.

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Bibliographic Details
Main Author: Aubry, Andrés 1927-2007 autor/a 9946
Format: Texto biblioteca
Language:spa
Subjects:Crecimiento demográfico, Desastres provocados por el hombre, Historia, Migración, Artfrosur,
Online Access:http://www.jornada.unam.mx/2005/11/02/index.php?section=opinion&article=012a1soc
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Description
Summary:En 1788 La Provincia por antonomasia había decaído a 8 mil 901 habitantes agrupados en cinco curatos. Pero en 1768 nacía el tapachulteco Matías de Córdoba, el autor del Grito chiapaneco de Independencia, y en 1838 en Oaxaca un maestro de la diplomacia internacional: Matías Romero, quien tuvo en el Soconusco un papel político y comercial clave. Los dos Matías y sus familias dieron su rostro actual al Soconusco, mexicanizado dos veces: de manera efímera en 1821 y luego para siempre en 1842. A finales del siglo XVIII la familia oaxaqueña de los Larráinzar emigró a Chiapas atraída por su situación fronteriza entre Nueva España y el reino de Guatemala, que propiciaba el contrabando ya desde 1720. Uno de ellos, José María, había escogido lo grande: tramitaba transferencias de capitales de lado a lado de la frontera (primero del istmo y luego de Guatemala). Entre los hijos y yernos (los Pineiros) hubo dos gobernadores de Chiapas, rectores de la universidad, secretarios de Santa Anna y un ministro plenipotenciario, don Manuel, quien regresó el Soconusco a Chiapas y a México.