La desnutrición en Justo Sierra, municipio de Las Margaritas, Chiapas, México; el desencuentro de dos visiones

Objetivo: Identificar y documentar los problemas y limitaciones que el programa de desnutrición desarrollado por instituciones gubernamentales, enfrenta en la comunidad tojolobal de Justo Sierra en Las Margaritas, Chiapas. Material y Técnicas: Estudio cualitativo en donde se realizaron entrevistas a 19 mujeres con hijos desnutridos, así como entrevistas a otros actores de la comunidad para obtener un contexto más amplio de la desnutrición en Justo Sierra, así mismo se utilizó observación participante y para recabar la Información un diario de campo . Resultados: Aún existen prácticas como la falta de higiene que inciden en la desnutrición de los niños, como que el 35% de la población no cuenta con letrinas, no tienen agua potable, aunque existen recursos alimenticios estos tienen limitantes ya que no son aprovechados de manera permanente e inaccesible para todas las familias de la comunidad. Aunque las familias cuentas con recursos monetarios estos son mal utilizados en especial para el consumo de alcohol. Para el enfermero, es evidente que su visión no corresponde a la perspectiva integral de los programas institucionales descritos además, de aislar el concepto de desnutrición como un problema patológico, las limitantes que él visualiza para solucionarlo se reducen de manera fatalista a la de un rezago cultural crónico, que contrasta con lo que hipotéticamente plantean los programas. Mientras que la visión de las mujeres desde un punto de vista médico, con respecto a los problemas de salud (desnutrición) señalados para los pequeños, guardan relación con complicaciones que sus madres tuvieron durante el embarazo o bien con partos prematuros. Además, el diagnóstico de desnutrición parece ser para cada una de ellas, una fuente de confusión. Mientras que al aludir a la palabra, parecen repetir un discurso aprendido, más que comprendido, algunas de ellas sugieren hallar mas sentido cuando contrastan el discurso médico con el entendimiento de sus propias experiencias, en los que aspectos emocionales juegan un papel de primer orden. Conclusiones: En el caso de la desnutrición, resulta claro que no es posible modificar los hábitos alimentarios de los grupos humanos a partir de la autoridad de un discurso científico, particularmente, sin considerar las causas y el trasfondo que sus propias prácticas alimentarias envuelven. Hablar de desnutrición como problema de salud pública, implica también problematizar acerca de aspectos ontológicos que para las poblaciones son relevantes a la hora de decidir si participan o no en los programas de salud pública, así como en los términos en que habrán de hacerlo.

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Bibliographic Details
Main Authors: Ramos Solís, Cecilia Maestra autora 22105, Álvarez Gordillo, Guadalupe del Carmen Doctora tutora 7936, Eroza Solana, José Enrique Doctor asesor 14151, Cruz Burguete, Jorge Luis Doctor asesor 7189, Vargas Guadarrama, Luis Alberto Doctor 1941- asesor 14290
Format: Texto biblioteca
Language:spa
Published: San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México El Colegio de la Frontera Sur 2005
Subjects:Tojolabales, Programas gubernamentales, Condiciones de vida, Desnutrición infantil, Aspectos culturales, Salud pública, Frosur,
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Description
Summary:Objetivo: Identificar y documentar los problemas y limitaciones que el programa de desnutrición desarrollado por instituciones gubernamentales, enfrenta en la comunidad tojolobal de Justo Sierra en Las Margaritas, Chiapas. Material y Técnicas: Estudio cualitativo en donde se realizaron entrevistas a 19 mujeres con hijos desnutridos, así como entrevistas a otros actores de la comunidad para obtener un contexto más amplio de la desnutrición en Justo Sierra, así mismo se utilizó observación participante y para recabar la Información un diario de campo . Resultados: Aún existen prácticas como la falta de higiene que inciden en la desnutrición de los niños, como que el 35% de la población no cuenta con letrinas, no tienen agua potable, aunque existen recursos alimenticios estos tienen limitantes ya que no son aprovechados de manera permanente e inaccesible para todas las familias de la comunidad. Aunque las familias cuentas con recursos monetarios estos son mal utilizados en especial para el consumo de alcohol. Para el enfermero, es evidente que su visión no corresponde a la perspectiva integral de los programas institucionales descritos además, de aislar el concepto de desnutrición como un problema patológico, las limitantes que él visualiza para solucionarlo se reducen de manera fatalista a la de un rezago cultural crónico, que contrasta con lo que hipotéticamente plantean los programas. Mientras que la visión de las mujeres desde un punto de vista médico, con respecto a los problemas de salud (desnutrición) señalados para los pequeños, guardan relación con complicaciones que sus madres tuvieron durante el embarazo o bien con partos prematuros. Además, el diagnóstico de desnutrición parece ser para cada una de ellas, una fuente de confusión. Mientras que al aludir a la palabra, parecen repetir un discurso aprendido, más que comprendido, algunas de ellas sugieren hallar mas sentido cuando contrastan el discurso médico con el entendimiento de sus propias experiencias, en los que aspectos emocionales juegan un papel de primer orden. Conclusiones: En el caso de la desnutrición, resulta claro que no es posible modificar los hábitos alimentarios de los grupos humanos a partir de la autoridad de un discurso científico, particularmente, sin considerar las causas y el trasfondo que sus propias prácticas alimentarias envuelven. Hablar de desnutrición como problema de salud pública, implica también problematizar acerca de aspectos ontológicos que para las poblaciones son relevantes a la hora de decidir si participan o no en los programas de salud pública, así como en los términos en que habrán de hacerlo.