Sistemas de protesta esbozo de un modelo no accionalista para el estudio de los movimientos sociales, tomo I
Para lograr la constitución de un movimiento social, sus futuros integrantes deben resolver la paradoja de su propia improbabilidad. En efecto, han de remontar antes su desinterés y egoísmo; además, tienen que asumir los costos y el mantenimiento de la cooperación; construir o resignificar los sentimientos de solidaridad, pertenencia e identidad comunes; enfrentar oponentes poderosos, bien organizados y con mayores y mejores recursos que los propios; arriesgar tiempo, bienestar, seguridad y, en ocasiones, hasta la propia vida; así como crear y distribuir recursos y posiciones de autoridad y poder. A todo ello se agrega, además, la incertidumbre del resultado final del conflicto. Mientras que en las últimas décadas ha aumentado la complejidad de los movimientos sociales (organización, formas y medios de protesta, las contingentes interacciones de conflicto con sus oponentes, el sentido de sus luchas, sus efectos y resonancias en distintos sistemas funcionales, etc.), las teorías dominantes en este subcampo de estudio acusan graves problemas internos que les impiden seguir el paso a los cambios de estos fenómenos sociales. La tesis que anima este libro es que muchos de estos problemas se originan por los presupuestos accionalistas que comparten dichas teorías.
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Format: | Texto biblioteca |
Language: | spa |
Published: |
Distrito Federal, México El Colegio de México. Centro de Estudios Sociológicos
2015
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Subjects: | Movimientos de protesta, Movimientos sociales, |
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Summary: | Para lograr la constitución de un movimiento social, sus futuros integrantes deben resolver la paradoja de su propia improbabilidad. En efecto, han de remontar antes su desinterés y egoísmo; además, tienen que asumir los costos y el mantenimiento de la cooperación; construir o resignificar los sentimientos de solidaridad, pertenencia e identidad comunes; enfrentar oponentes poderosos, bien organizados y con mayores y mejores recursos que los propios; arriesgar tiempo, bienestar, seguridad y, en ocasiones, hasta la propia vida; así como crear y distribuir recursos y posiciones de autoridad y poder. A todo ello se agrega, además, la incertidumbre del resultado final del conflicto. Mientras que en las últimas décadas ha aumentado la complejidad de los movimientos sociales (organización, formas y medios de protesta, las contingentes interacciones de conflicto con sus oponentes, el sentido de sus luchas, sus efectos y resonancias en distintos sistemas funcionales, etc.), las teorías dominantes en este subcampo de estudio acusan graves problemas internos que les impiden seguir el paso a los cambios de estos fenómenos sociales. La tesis que anima este libro es que muchos de estos problemas se originan por los presupuestos accionalistas que comparten dichas teorías. |
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