Plan Nacional de Energía 1995-2015; diagnóstico del sector energía período 1970-1993

Con las dos escalas del precio internacional del petróleo en 1973 y 1979 y con la devaluación del colón con respecto al dólar, a partir de 1980, la actividad energética del país cobra importancia primordial en el contexto económico nacional. Se inician las labores de planificación energética integral y se cra el Sector Energía conformado por el Ministerio Recursos Naturales, Energía y Minas (MIRENEM), el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), la Refinadora Costarricense de Petróleo (RECOPE), el Servicio Nacional de Electricidad (SNE), el Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICIT) y la Comisión de Energía Atómica. El sector es presidido por el ministro del MIRENEM y cuenta con la Dirección Sectorial de Energía (DSE) como organismo técnico de apoyo. De 1970 a 1992, período base de análisis del presente diagnóstico, el consumo total de energía creció de 41 646 TJ a 84 172 TJ, pasando el consumo promedio por cada 1 000 habitantes, de 24,1 TJ a 26,6 TJ; la relación energía/PIB, en Terajulios por millones de colones de 1966, disminuyó de 7,5 a 6,3 y las importaciones y exportaciones totales del país, pasaron, respectivamente, del 2,9 por ciento al 8,8 por ciento y del 4,01 por ciento al 11,80 por ciento. Por otro lado, la participación de la inversión energética en la inversión pública creció del 16,6 por ciento al 45,1 por ciento, y la deuda externa del Sector Energía llegó a representar, en 1992, el 14,42 por ciento de la deuda externa nacional y el 17,78 por ciento de la deuda externa pública. El potencial energético de Costa Rica está conformado por una diversidad de recursos, los cuales se encuentran en diferentes etapas de evaluación. El recurso mejor evaluado es el hidráulico, existiendo estimaciones bastante completas del potencial biomásico y geotérmico, otras menos avanzadas de carbón mineral y turba, y evaluaciones preliminares de los potenciales eólico y solar. Con respecto a los hidrocarburos, se han realizado trabajos de exploración, cuyos resultados son alentadores. En lo que a uranio se refiere, al momento no se tienen indicios de la existencia de reservas. El recurso hidráulico lo conforman 34 cuencas, de las cuales sólo 13 están siendo explotadas. El potencial bruto se estima en una potencia teórica instalable de 25 450 MW, habiéndose identificado potenciales hidroeléctricos de 8 472 MW para proyectos mayores de 20 MW y de 1 500 MW para proyectos menores de 20 MW. El aprovechamiento actual del recurso es de un 12,96 por ciento con respecto al potencial identificado y de un 4,31 por ciento con respecto al potencial bruto. Los recursos biomásicos de que dispone el país incluyen la leña, los residuos vegetales, el biogás y el alcohol. Información preliminar sitúa los potenciales anuales en 410 335 TJ para la leña, en 8 573,78 TJ para los residuos vegetales y en 7 662,90 TJ para el biogás. Para el potencial del alcohol no se cuenta con estimaciones. El recurso geotérmico está en etapa de evaluación, estimándose su potencial actual en 865 MW. Para los recursos solar y eólico, existen algunos estudios, estudios que indican potenciales teóricos y las áreas más propicias, en el país, para considerar el desarrollo de estas energías. En octubre de 1986 el Ministerio de Recursos Naturales, Energía y Minas emite una directriz oficial en materia de medio ambiente, para exigir, entre otros, un estudio de impacto ambiental para cada proyecto de exploración o explotación energética que se realice. A partir de esa fecha, las instituciones del sector inician la creación de oficinas dedicadas a la gestión planificadora del medio ambiente. En lo que concierne a la tecnología energética utilizada en nuestro país, se han hecho esfuerzos para incorporar una normativa de consumo y eficiencia energética para equipos eléctricos y automóviles, así como para la evaluación de programas de energía en las empresas y de calificación de auditores energéticos. La oferta de energía es tanto de producción nacional como importada. En cuanto a la primera se tiene la generación de electricidad, la biomasa y los derivados de petróleo refinados en el país; para la segunda se consideran los derivados importados. La capacidad instalada del sistema energético nacional la conforman las instalaciones del sistema eléctrico, del sistema de hidrocarburos y del sistema de alcohol carburante. A marzo de 1994, con la inauguración del proyecto geotérmico de Miravalles, la capacidad de producción del sistema eléctrico llega a 1 101MW; de estos, 791 son para generación hidroeléctrica, 255 MW para generación térmica y 55 MW para generación geotérmica. El sistema cuenta con 29 subestaciones y 43 líneas de transmisión, para una extensión total de 1 335 km entre líneas de 230 kV y 138 kV. La extensión total de líneas de distribución alcanza los 27 039 km, entre líneas primarias y secundarias, y tiene una cobertura del 92,6 por ciento del territorio nacional. El sistema de hidrocarburos cuenta con una refinería con capacidad de procesar 15 000 barriles diarios de crudo liviano en la unidad de destilación atmosférica y 600 barriles por día de crudo pesado. La capacidad de almacenamiento de crudo liviano y crudo pesado es de 65,07 millones de litros y 6,54 millones de litros, respectivamente, mientras que para los derivados la capacidad de almacenamiento asciende a casi 170 millones de litros. Existen siete planteles y un poliducto que cuenta con una longitud de 349 km y un diámetro de 152 mm.

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Bibliographic Details
Main Author: 14369 Ministerio de Recursos Naturales, Energía y Minas, San José (Costa Rica)
Format: biblioteca
Language:spa
Published: San José (Costa Rica) 1994
Subjects:CONSUMO DE ENERGIA, COSTA RICA, GESTION DE LA ENERGIA, IMPACTO AMBIENTAL, PLANIFICACION, POLITICA AMBIENTAL, POLITICA ENERGETICA, PRECIOS, RECURSOS ENERGETICOS,
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Summary:Con las dos escalas del precio internacional del petróleo en 1973 y 1979 y con la devaluación del colón con respecto al dólar, a partir de 1980, la actividad energética del país cobra importancia primordial en el contexto económico nacional. Se inician las labores de planificación energética integral y se cra el Sector Energía conformado por el Ministerio Recursos Naturales, Energía y Minas (MIRENEM), el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), la Refinadora Costarricense de Petróleo (RECOPE), el Servicio Nacional de Electricidad (SNE), el Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICIT) y la Comisión de Energía Atómica. El sector es presidido por el ministro del MIRENEM y cuenta con la Dirección Sectorial de Energía (DSE) como organismo técnico de apoyo. De 1970 a 1992, período base de análisis del presente diagnóstico, el consumo total de energía creció de 41 646 TJ a 84 172 TJ, pasando el consumo promedio por cada 1 000 habitantes, de 24,1 TJ a 26,6 TJ; la relación energía/PIB, en Terajulios por millones de colones de 1966, disminuyó de 7,5 a 6,3 y las importaciones y exportaciones totales del país, pasaron, respectivamente, del 2,9 por ciento al 8,8 por ciento y del 4,01 por ciento al 11,80 por ciento. Por otro lado, la participación de la inversión energética en la inversión pública creció del 16,6 por ciento al 45,1 por ciento, y la deuda externa del Sector Energía llegó a representar, en 1992, el 14,42 por ciento de la deuda externa nacional y el 17,78 por ciento de la deuda externa pública. El potencial energético de Costa Rica está conformado por una diversidad de recursos, los cuales se encuentran en diferentes etapas de evaluación. El recurso mejor evaluado es el hidráulico, existiendo estimaciones bastante completas del potencial biomásico y geotérmico, otras menos avanzadas de carbón mineral y turba, y evaluaciones preliminares de los potenciales eólico y solar. Con respecto a los hidrocarburos, se han realizado trabajos de exploración, cuyos resultados son alentadores. En lo que a uranio se refiere, al momento no se tienen indicios de la existencia de reservas. El recurso hidráulico lo conforman 34 cuencas, de las cuales sólo 13 están siendo explotadas. El potencial bruto se estima en una potencia teórica instalable de 25 450 MW, habiéndose identificado potenciales hidroeléctricos de 8 472 MW para proyectos mayores de 20 MW y de 1 500 MW para proyectos menores de 20 MW. El aprovechamiento actual del recurso es de un 12,96 por ciento con respecto al potencial identificado y de un 4,31 por ciento con respecto al potencial bruto. Los recursos biomásicos de que dispone el país incluyen la leña, los residuos vegetales, el biogás y el alcohol. Información preliminar sitúa los potenciales anuales en 410 335 TJ para la leña, en 8 573,78 TJ para los residuos vegetales y en 7 662,90 TJ para el biogás. Para el potencial del alcohol no se cuenta con estimaciones. El recurso geotérmico está en etapa de evaluación, estimándose su potencial actual en 865 MW. Para los recursos solar y eólico, existen algunos estudios, estudios que indican potenciales teóricos y las áreas más propicias, en el país, para considerar el desarrollo de estas energías. En octubre de 1986 el Ministerio de Recursos Naturales, Energía y Minas emite una directriz oficial en materia de medio ambiente, para exigir, entre otros, un estudio de impacto ambiental para cada proyecto de exploración o explotación energética que se realice. A partir de esa fecha, las instituciones del sector inician la creación de oficinas dedicadas a la gestión planificadora del medio ambiente. En lo que concierne a la tecnología energética utilizada en nuestro país, se han hecho esfuerzos para incorporar una normativa de consumo y eficiencia energética para equipos eléctricos y automóviles, así como para la evaluación de programas de energía en las empresas y de calificación de auditores energéticos. La oferta de energía es tanto de producción nacional como importada. En cuanto a la primera se tiene la generación de electricidad, la biomasa y los derivados de petróleo refinados en el país; para la segunda se consideran los derivados importados. La capacidad instalada del sistema energético nacional la conforman las instalaciones del sistema eléctrico, del sistema de hidrocarburos y del sistema de alcohol carburante. A marzo de 1994, con la inauguración del proyecto geotérmico de Miravalles, la capacidad de producción del sistema eléctrico llega a 1 101MW; de estos, 791 son para generación hidroeléctrica, 255 MW para generación térmica y 55 MW para generación geotérmica. El sistema cuenta con 29 subestaciones y 43 líneas de transmisión, para una extensión total de 1 335 km entre líneas de 230 kV y 138 kV. La extensión total de líneas de distribución alcanza los 27 039 km, entre líneas primarias y secundarias, y tiene una cobertura del 92,6 por ciento del territorio nacional. El sistema de hidrocarburos cuenta con una refinería con capacidad de procesar 15 000 barriles diarios de crudo liviano en la unidad de destilación atmosférica y 600 barriles por día de crudo pesado. La capacidad de almacenamiento de crudo liviano y crudo pesado es de 65,07 millones de litros y 6,54 millones de litros, respectivamente, mientras que para los derivados la capacidad de almacenamiento asciende a casi 170 millones de litros. Existen siete planteles y un poliducto que cuenta con una longitud de 349 km y un diámetro de 152 mm.