La quema de la caña de azúcar en Costa Rica

La quema de las plantaciones y los residuos agrícolas, ha sido una práctica muy difundida y bastante cuestionada por los peligros y efectos detrimentales que sobre la ecología, poblaciones y seres vivos provoca. En este sentido y con el objeto de conocer la situación de esta práctica a nivel nacional, se valoró y determinó mediante un censo efectuado en 1994, por medio del cual se consultó a 2.664 productores de caña de azúcar de todo el país, los porcentajes de quema según región y cantón, resultados que se muestran seguidamente. Se deduce de la información anterior que la quema no es como se cree, una práctica generalizada, pues existen localidades y regiones donde la misma es limitada en sus alcances, como acontece en el Valle Central Occidental al quemar apenas un 47,5 por ciento de sus plantaciones de caña. Las áreas quemadas en la zona Norte (San Carlos) y Sur (Pérez Zeledón, Buenos Aires) son también relativamente bajas. Sobresalen los bajos porcentajes de quema existentes en algunos cantones tradicionalmente cañeros como Atenas (17,03 por ciento), San Pedro de Poás (18,61 por ciento), Buenos Aires (34,20 por ciento), Naranjo (36,99 por ciento), Grecia (47,05 por ciento) y San Ramón (48,90 por ciento), entre otras. La quema ha sido en la actividad azucarera nacional y mundial "un mal necesario", en virtud de ser vital e insustituible para la cosecha eficiente y rentable de la materia prima, principalmente si consideramos aspectos como disponibilidad y costo de mano de la obra y maquinaria utilizada para esos fines, todo enmarcado en la situación y perspectiva de los precios internacionales del azúcar; asimismo, es determinante la naturaleza intensiva-extensiva propias del cultivo. Digno de resaltar, es el enorme esfuerzo que todos los integrantes de la agroindustria azucarera costarricense hacen actualmente para superar y eliminar esta práctica, lo cual se traduce en labores de mejoramiento genético que procuran la selección de variedades erectas (mecanizables) con alto despaje, la cosecha mecánica en Guanacaste de caña cruda (sin quema) y el pago favorecido de corta y entrega de materia prima no quemada por parte de muchos ingenios.

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Bibliographic Details
Main Authors: 70709 García, J. eds., 56908 Chaves, M., 41394 Alfaro, R., 48660 Bertsch, F., 45619 Badilla, W., 2860 Asociación Costarricense de la Ciencia del Suelo, San José (Costa Rica), 5417 Colegio de Ingenieros Agrónomos, San José (Costa Rica), 2859 Asociación Costarricense de Fitopatólogos, San José (Costa Rica), 10. Congreso Nacional Agronómico y de Recursos Naturales - 3. Congreso Nacional de Fitopatología - 2. Congreso Nacional de Suelos San José (Costa Rica) 8-12 Jul 1996
Format: biblioteca
Published: San José (Costa Rica) EUNED/EUNA 1996
Subjects:SACCHARUM OFFICINARUM, QUEMA CONTROLADA, TRATAMIENTO DEL SUELO, COSTA RICA,
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Summary:La quema de las plantaciones y los residuos agrícolas, ha sido una práctica muy difundida y bastante cuestionada por los peligros y efectos detrimentales que sobre la ecología, poblaciones y seres vivos provoca. En este sentido y con el objeto de conocer la situación de esta práctica a nivel nacional, se valoró y determinó mediante un censo efectuado en 1994, por medio del cual se consultó a 2.664 productores de caña de azúcar de todo el país, los porcentajes de quema según región y cantón, resultados que se muestran seguidamente. Se deduce de la información anterior que la quema no es como se cree, una práctica generalizada, pues existen localidades y regiones donde la misma es limitada en sus alcances, como acontece en el Valle Central Occidental al quemar apenas un 47,5 por ciento de sus plantaciones de caña. Las áreas quemadas en la zona Norte (San Carlos) y Sur (Pérez Zeledón, Buenos Aires) son también relativamente bajas. Sobresalen los bajos porcentajes de quema existentes en algunos cantones tradicionalmente cañeros como Atenas (17,03 por ciento), San Pedro de Poás (18,61 por ciento), Buenos Aires (34,20 por ciento), Naranjo (36,99 por ciento), Grecia (47,05 por ciento) y San Ramón (48,90 por ciento), entre otras. La quema ha sido en la actividad azucarera nacional y mundial "un mal necesario", en virtud de ser vital e insustituible para la cosecha eficiente y rentable de la materia prima, principalmente si consideramos aspectos como disponibilidad y costo de mano de la obra y maquinaria utilizada para esos fines, todo enmarcado en la situación y perspectiva de los precios internacionales del azúcar; asimismo, es determinante la naturaleza intensiva-extensiva propias del cultivo. Digno de resaltar, es el enorme esfuerzo que todos los integrantes de la agroindustria azucarera costarricense hacen actualmente para superar y eliminar esta práctica, lo cual se traduce en labores de mejoramiento genético que procuran la selección de variedades erectas (mecanizables) con alto despaje, la cosecha mecánica en Guanacaste de caña cruda (sin quema) y el pago favorecido de corta y entrega de materia prima no quemada por parte de muchos ingenios.