Aislamiento de agentes supresores a Pseudomonas solanacearum en tomate (Lycopersicon esculentum

El tomate es considerado como el producto hortícola más importante y popular en la dieta del costarricense. Como ocurre con la mayoría de los cultivos, su desarrollo se ve limitado por varias enfermedades. La marchitez bacteriana, causada por P. solanacearum es considerada como la más importante, ya que no existe un combate químico efectivo, las variedades resistentes llegan a ser susceptibles bajo temperaturas altas en el campo y el combate cultural no es utilizado, por lo que las pérdidas pueden ser de hasta un 100 por ciento. Esta misma enfermedad afecta a la papa, sin embargo, las plantaciones de este cultivo en la zona alta de Cartago dejaron de manifestar la marchitez a inicios de los años 80. Entre las hipótesis del por qué sucedió tal situación, está el hecho de que se desarrollaran organismos antagónicos a P. solanacearum y que sean los causantes de esta supresividad. Ante la necesidad de buscar nuevas alternativas de combate contra la marchitez bacteriana en tomate, se procedió, en primer lugar, a aislar los posibles agentes supresores a P. solanacearum presentes en suelos paperos y segundo, comprobar in vitro el efecto antagónico de los agentes aislados. Se recolectaron muestras de suelo de la zona alta de Cartago (Cipreses, Pacayas y Tierra Blanca). Cada suelo se colocó en bandejas individuales y se sembraron 50 semillas de tomate, variedad Hayslip, en cada una de ellas. Después de 40 días, las plántulas fueron inoculadas, mediante inyección, con 1 mL de una suspensión de 10 exponente 8 unidades formadoras de colonia (UFC)/mL de P. solanacearum. Dos semanas después se incorporaron al suelo todas las plantas, dejándose en descomposición por 12 días. Luego de este período, se procedió a sembrar en cada bandeja, 70 semillas de tomate. A los 42 días, se inocularon, por inundación, con una suspensión de 10 exponente 3 UFC/mL de P. solanacearum. Las plantas sobrevivientes fueron llevadas al laboratorio, se desinfectaron, se tomaron trozos de la parte basal del tallo y se les eliminó la epidermis, colocándose los trozos en tubos de ensayo con agua destilada estéril por 90 minutos. Seguidamente se rayó en medio de tetrazolio (TZC) y agar nutritivo (AN), incubándose los platos por 48 horas a 28 ¦ 2 C. A las bacterias que crecieron, se les determinó su efecto antagónico sobre P. solanacearum. Para esto se rayaron sobre TZC y AN y luego de 48 horas de incubación fueron puestas en contacto con vapores de cloroformo por 2 horas para cesar el crecimiento. Seguidamente se asperjó con una suspensión de 10 exponente 8 UFC/mL de P. solanacearum y se evaluó su antagonismo 12 horas después. De las 22 bacterias que se obtuvieron inicialmente, 12 presentaron efecto antagónico sobre P. solanacearum, y se cree que el efecto pudo deberse a presencia de sustancias antibióticas. Queda por comprobar, el comportamiento de las mismas a nivel de invernadero.

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Bibliographic Details
Main Authors: 95990 Mora, F., 98737 Navarro, J.R., 45620 Badilla, W. eds., 54680 Cartín, J., Wang, Amy 130519, 48660 Bertsch, F., 111206 Rivera, G., 2860 Asociación Costarricense de la Ciencia del Suelo, San José (Costa Rica), 5417 Colegio de Ingenieros Agrónomos, San José (Costa Rica), 2859 Asociación Costarricense de Fitopatólogos, San José (Costa Rica), 10. Congreso Nacional Agronómico y de Recursos Naturales - 3. Congreso Nacional de Fitopatología - 2. Congreso Nacional de Suelos San José (Costa Rica) 8-12 Jul 1996
Format: biblioteca
Published: San José (Costa Rica) EUNED/EUNA 1996
Subjects:LYCOPERSICON ESCULENTUM, PSEUDOMONAS SOLANACEARUM, BACTERIOSIS, MARCHITEZ, ANTAGONISMO, COSTA RICA, CARTAGO,
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Summary:El tomate es considerado como el producto hortícola más importante y popular en la dieta del costarricense. Como ocurre con la mayoría de los cultivos, su desarrollo se ve limitado por varias enfermedades. La marchitez bacteriana, causada por P. solanacearum es considerada como la más importante, ya que no existe un combate químico efectivo, las variedades resistentes llegan a ser susceptibles bajo temperaturas altas en el campo y el combate cultural no es utilizado, por lo que las pérdidas pueden ser de hasta un 100 por ciento. Esta misma enfermedad afecta a la papa, sin embargo, las plantaciones de este cultivo en la zona alta de Cartago dejaron de manifestar la marchitez a inicios de los años 80. Entre las hipótesis del por qué sucedió tal situación, está el hecho de que se desarrollaran organismos antagónicos a P. solanacearum y que sean los causantes de esta supresividad. Ante la necesidad de buscar nuevas alternativas de combate contra la marchitez bacteriana en tomate, se procedió, en primer lugar, a aislar los posibles agentes supresores a P. solanacearum presentes en suelos paperos y segundo, comprobar in vitro el efecto antagónico de los agentes aislados. Se recolectaron muestras de suelo de la zona alta de Cartago (Cipreses, Pacayas y Tierra Blanca). Cada suelo se colocó en bandejas individuales y se sembraron 50 semillas de tomate, variedad Hayslip, en cada una de ellas. Después de 40 días, las plántulas fueron inoculadas, mediante inyección, con 1 mL de una suspensión de 10 exponente 8 unidades formadoras de colonia (UFC)/mL de P. solanacearum. Dos semanas después se incorporaron al suelo todas las plantas, dejándose en descomposición por 12 días. Luego de este período, se procedió a sembrar en cada bandeja, 70 semillas de tomate. A los 42 días, se inocularon, por inundación, con una suspensión de 10 exponente 3 UFC/mL de P. solanacearum. Las plantas sobrevivientes fueron llevadas al laboratorio, se desinfectaron, se tomaron trozos de la parte basal del tallo y se les eliminó la epidermis, colocándose los trozos en tubos de ensayo con agua destilada estéril por 90 minutos. Seguidamente se rayó en medio de tetrazolio (TZC) y agar nutritivo (AN), incubándose los platos por 48 horas a 28 ¦ 2 C. A las bacterias que crecieron, se les determinó su efecto antagónico sobre P. solanacearum. Para esto se rayaron sobre TZC y AN y luego de 48 horas de incubación fueron puestas en contacto con vapores de cloroformo por 2 horas para cesar el crecimiento. Seguidamente se asperjó con una suspensión de 10 exponente 8 UFC/mL de P. solanacearum y se evaluó su antagonismo 12 horas después. De las 22 bacterias que se obtuvieron inicialmente, 12 presentaron efecto antagónico sobre P. solanacearum, y se cree que el efecto pudo deberse a presencia de sustancias antibióticas. Queda por comprobar, el comportamiento de las mismas a nivel de invernadero.