Respuesta del maíz a la aplicación de diferentes dosis de nitrógeno en rotación con canavalia y mucuna bajo dos tipos de labranza, Río Hato, Panamá, 1992-93

Se realizó un experimento para evaluar la respuesta del maíz a tres dosis de N (0, 75 y 150 kg N/ha), bajo tres sistemas de siembra en rotación del maíz con las leguminosas Canavalia ensiformis y Stizolobium deeringianum (Mucuna), además de una siembra sin leguminosas. Las leguminosas fueron sembradas al inicio de la época lluviosa (mayo/1992) y el maíz en septiembre del mismo año. También se evaluaron dos tipos de labranza uno consistió en incorporar las leguminosas y malezas antes de la siembra y el otro en dejarlas sobre la superficie del suelo. Se utilizó un diseño de parcelas sub-divididas (leguminosas / labranza/N) en bloques al azar con tres repeticiones. Se encontró que hubo una respuesta altamente significativa por el efecto residual de las leguminosas, siendo más alto con canavalia, luego con mucuna y por último la parcela sin leguminosa con rendimiento de 4.09, 3.09 y 2.24 t/ha, respectivamente. Esto nos indica que la siembra de las leguminosas favoreció el cultivo. La respuesta de la aplicación del N fue altamente significativa (2.44, 3.37 y 3.61 t/ha) así como la interacción leguminosas por dosis, ya que, en la parcela de mucuna con rendimientos de 2.21, 3.36 y 3.70 t/ha y sin leguminosas 1.18, 2.58 y 2.95 t/ha (para 0, 75 y 150 kg/N) la respuesta fue alta, mientras que con canavalia no (3.93, 4.16 y 4.18 t/ha, para los mismos niveles). En relación con el sistema de labranza el mismo no mostró diferencias estadísticas aunque el promedio de las parcelas sin incorporación de residuos fue mayor que las parcelas incorporadas (3.26 y 3.02 t/ha, respectivamente), esto se debió a que en el área se presentó una sequía durante el desarrollo del cultivo, lo que favoreció que en las parcelas con residuos se conservara mejor la poca humedad existente. Se realizó un análisis económico para determinar el óptimo, el cual varió según el sistema. Para canavalia, mucuna y sin leguminosa la dosis óptima de N fue de 54, 123 y 139 kg/ha, respectivamente.

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Bibliographic Details
Main Authors: 72489 González, A., 77667 Herrera, A.P. de, 49761 Bolaños, J., 73208 Gordon, R., 68854 Franco, J., 73384 Gracia, N. de, 91276 Martínez, L., 121 Saín, G., Urbina, Rubén 126330, 46714 Barreto, H. eds., 5239 CIMMYT, Guatemala (Guatemala). Programa Regional de Maíz para Centro América y el Caribe
Format: biblioteca
Published: Guatemala (Guatemala) CIMMYT-PRM 1993
Subjects:ZEA MAYS, CANAVALIA ENSIFORMIS, MUCUNA DEERINGIANA, ROTACION DE CULTIVOS, LEGUMINOSAS FORRAJERAS, ABONOS NITROGENADOS, APLICACION DE ABONOS, LABRANZA, FERTILIZANTES NITROGENADOS, RIO HATO, PANAMA,
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Summary:Se realizó un experimento para evaluar la respuesta del maíz a tres dosis de N (0, 75 y 150 kg N/ha), bajo tres sistemas de siembra en rotación del maíz con las leguminosas Canavalia ensiformis y Stizolobium deeringianum (Mucuna), además de una siembra sin leguminosas. Las leguminosas fueron sembradas al inicio de la época lluviosa (mayo/1992) y el maíz en septiembre del mismo año. También se evaluaron dos tipos de labranza uno consistió en incorporar las leguminosas y malezas antes de la siembra y el otro en dejarlas sobre la superficie del suelo. Se utilizó un diseño de parcelas sub-divididas (leguminosas / labranza/N) en bloques al azar con tres repeticiones. Se encontró que hubo una respuesta altamente significativa por el efecto residual de las leguminosas, siendo más alto con canavalia, luego con mucuna y por último la parcela sin leguminosa con rendimiento de 4.09, 3.09 y 2.24 t/ha, respectivamente. Esto nos indica que la siembra de las leguminosas favoreció el cultivo. La respuesta de la aplicación del N fue altamente significativa (2.44, 3.37 y 3.61 t/ha) así como la interacción leguminosas por dosis, ya que, en la parcela de mucuna con rendimientos de 2.21, 3.36 y 3.70 t/ha y sin leguminosas 1.18, 2.58 y 2.95 t/ha (para 0, 75 y 150 kg/N) la respuesta fue alta, mientras que con canavalia no (3.93, 4.16 y 4.18 t/ha, para los mismos niveles). En relación con el sistema de labranza el mismo no mostró diferencias estadísticas aunque el promedio de las parcelas sin incorporación de residuos fue mayor que las parcelas incorporadas (3.26 y 3.02 t/ha, respectivamente), esto se debió a que en el área se presentó una sequía durante el desarrollo del cultivo, lo que favoreció que en las parcelas con residuos se conservara mejor la poca humedad existente. Se realizó un análisis económico para determinar el óptimo, el cual varió según el sistema. Para canavalia, mucuna y sin leguminosa la dosis óptima de N fue de 54, 123 y 139 kg/ha, respectivamente.