Actualidad perenne del tomismo

Causas de la caducidad de los sistemas filosóficos. Si analizamos las diferentes concepciones de la Filosofía, elaboradas a través de la Historia y que periódicamente se repiten bajo nuevos enfoques (Ver SAPIENTIA, N° 33), veremos que todas ellas se atienen a un aspecto de la realidad sin aprehender la realidad misma en todas sus dimensiones, complejidad y Profundidad. Desde este aspecto limitado y desvinculado de los restantes, pretenden explicar y dar razón de todo el ser; con lo cual el sistema resultante es una elaboración limitada y desarticulada, y a la vez deformada, de la verdad de las cosas. En ocasiones se intenta llegar a la visión del ser mismo, pero con métodos inadecuados, que impiden y deforman su aprehensión cabal. Bastaría recordar, más que sistemas concretos, las grandes líneas de los mismos. Y así nos encontramos, en primer lugar, con el Empirismo, que se atiene a la experiencia sensible, sin tener en cuenta el conocimiento espiritual intelectivo y que, por eso mismo, mutila la realidad de sus aspectos más valiosos, que son precisamente los inmateriales, a los que deforma con una explicación material. Esta posición se plantea en Lógica en forma de Nominalismo, en Gnoseología en forma de Actualismo fenoménico y subjetivo, en Metafísica en forma de Agnosticismo de diferentes matices, y en Etica en forma de Edonismo. En el extremo contrario, si se acentúa el conocimiento espiritual intelectivo con desconocimiento o desmedro del sensitivo, se llega a la más variada gama de Racionalismos, de tipo realista o idealista, que en Psicología se manifiesta como Innatismo o Intuicionismo, en Metafísica como Monismo o Panteísmo, ya de tipo realista, ya de tipo trascendental, en Gnoseología como Idealismo inmanentista, y en Etica como Autonomismo de toda norma trascendente al hombre. En otra posición, hay intentos de integración de las dos actitudes antagónicas mencionadas, pero mal logrados, a causa de un desenfoque, generalmente metodológico, de este difícil y delicado problema, y que se traduce o en un Criticismo fenoménico o en una Aprehensión subjetiva de la trascendencia, ya de los objetos de la percepción sensible y de la inteligencia en la Fenomenología, ya de la propia existencia y del mundo relacionado con ella en la Fenomenología existencial y Existencialismo. Este a su vez asume las más variadas formas dentro de un Irracionalismo fenomenológico e inmanente de la trascendencia. Todos estos sistemas -en sus múltiples realizaciones de escuelas y autores- resultan siempre unilaterales y, como tales, limitantes y deformadores de la auténtica realidad y, aun en los casos en que pretenden aprehender la realidad en toda su amplitud, en verdad no la alcanzan, la disminuyen, cuando no la sustituyen por distintos sucedáneos desarticulados del ser o verdad ontológica. Por eso, todas ellas pasan con el tiempo, y más que a la Filosofía pertenecen a la Historia de la Filosofía, carentes de vigencia actual. "La realidad se burla de los Filósofos", según la frase de Pascal. Desde una consideración objetiva crítica actual, todas ellas se presentan como una visión -a veces, genial- unilateral, no concordante y hasta sustitutivo de la realidad. De ahí su carácter efímero y, en definitiva, caduco; envejece y mueren con sus autores...

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Bibliographic Details
Main Author: Derisi, Octavio Nicolás
Format: Artículo biblioteca
Language:spa
Published: Pontificia Universidad Católica Argentina. Facultad de Filosofía y Letras 1953
Subjects:TOMISMO,
Online Access:https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/14300
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