Humanismo y trascendencia

Lo que distingue esencialmente al hombre de los demás seres materiales es que, a diferencia de éstos, únicamente aquél no sólo es entre las cosas, sino que es dueño del ser propio y ajeno por el conocimiento: sabe que es y que son las cosas, y es dueño también de su propio ser y del de las cosas por su libertad: capaz de transformarlas o perfeccionarlas para lograr nuevos seres. En otros términos, lo que coloca al hombre en un plano específicamente diverso del mundo circundante es que él es el ser, que además de ser y existir, en quien se de-vela el ser propio y el ser que él no es -el ob-jectum o ser trascendente- y que posee el poder de acrecentar su ser y el de las cosas de acuerdo a los fines o valores que elige y se propone realizar. En tal sentido el hombre no sólo es, sino capaz de hacerse. Por la inteligencia y la conciencia y por la libertad, está abierto y ordenado al ser y en presencia del mismo, más aún su ser tiene sentido y se constituye tal por el espíritu que le confiere esta abertura y recepción en su inmanencia del ser trascendente. Ahora bien, tanto la aprehensión objetiva del ser y de las cosas o, lo que es equivalente, su posesión inmaterial en el acto intelectivo como la libertad o poder de transformación o perfeccionamiento de los mismos mediante la realización o conquista de bienes o valores, se opone radicalmente a la aprehensión material y a la acción necesaria de los seres corpóreos, más aún, tal aprehensión del ser propio (conciencia) y del ser de las cosas (inteligencia), y tal libertad que confiere ser o realidad a lo que conviene que sea o a lo que debe ser, es decir que, convierte en seres o bienes reales a los valores para transformar o acrecentar el ser inmanente y el trascendente del mundo circundante, se constituye por la negación y total ruptura del ser material, el cual por su constitución encierra al ser en sí mismo y lo somete al determinismo causal. La inteligencia y la conciencia y la libertad se constituyen por la total inmaterialidad o superación de la limitación y necesidad de la materia o, en otros términos, por la espiritualidad. Esta inmaterialidad no es algo negativo, una pura negación de la perfección del ser material, como quiere Sartre, quien presupone que el ser es siempre material. La materia es el principio potencial que introduce la limitación y la imperfección en el acto o perfección del ser. La eliminación de la materia en el ser implica, pues, la exclusión de su imperfección en la supremacía del acto o perfección. De aquí que si su expresión verbal y conceptual sea negativa –no materia-, la significación o realidad significada por el término inmaterialidad es positiva: es el ser liberado del principio de limitación o imperfección que es la materia, el ser con la concentración ontológica en su acto o perfección...

Saved in:
Bibliographic Details
Main Author: Derisi, Octavio Nicolás
Format: Artículo biblioteca
Language:spa
Published: Pontificia Universidad Católica Argentina. Facultad de Filosofía y Letras 2022-06-16T13:48:02Z
Subjects:HUMANISMO, TRASCENDENCIA,
Online Access:https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/14205
Tags: Add Tag
No Tags, Be the first to tag this record!