Santo Tomás de Aquino, la gnoseología y el tomismo contemporáneo: algunos apuntes en torno de una expresión de in i sent. d. 19 q. 5 a. 1 ad 7um

El sugerente nombre Santo Tomás y nosotros impele, en primera impresión, a mirar la riqueza y valía de tal pensador y al modo de relación que podernos tener con él. En mi caso, y sé que en el de muchos otros, esta relación querría ser de discípulo a maestro y, por ende, reconocer la deuda que tengo con el Aquinate. Esta deuda, fruto de haber experimentado la amable liberalidad que tal maestro otorga y posibilita, debe convertirse en gratitud. Y por eso, siguiendo este cauce, me honro en primer lugar al participar en este homenaje a la Sociedad Tomista Argentina en su quincuagésimo aniversario, y poder sumar así mi esfuerzo a tantos filósofos y teólogos que se afanan por descubrir y redescubrir constantemente y según cada época la viva y serena claridad de la doctrina tomista. Ahora bien, como un modo de volver operativo ese agradecimiento, quisiera en esta ocasión recordar que, a veces, la causa de que no exista una buena relación, o un verdadero y pleno entendimiento entre el universo de Tomás y el nuestro no está tanto en la historicidad suya —su septisecular lejanía— sino en la nuestra, signada por el despliegue de esos mismos siete siglos. A tal grado acaece esto que, en algunas ocasiones y temas, parecieran ser mucho más largos estos años que los diecisiete siglos existentes entre el mismo Tomás y Platón o Aristóteles. Con frecuencia, aquél que intenta leer a Santo Tomás no puede sustraerse del tránsito moderno y, ahora, postmoderno, signado por unas inquietudes metafísicas de orientación inversa a las medioevales. Y este viraje, si contiene virtualidades propias, ta rnbién conlleva el oscurecimiento de otras que antes eran evidentes. Así ocurre, por ejemplo, en lo que podría llamarse el «prejuicio gnoseológico», cuestión que versa sobre la eficacia del conocimiento y que desveló a tantos tomistas de este siglo' —singularmente, aunque por oposición, creo que a Gilson`' — y, sin embargo, está siempre pronta a resurgir bajo nuevos aspectos. Esta necesidad de fundamentar el. conocimiento —o el realismo o la metafísica— aunque fue variando en temas, sesgos y enfoques con el correr de los años, se encuentra encubierta en muchas de las cuestiones que se discutieron este siglo en el renovado intento de entender a Santo Tomás. Hasta el punto de que creo la explicación de esta tendencia está en el hecho de que hoy constituye nuestro modo «natural» de enfocar las cuestiones más diversas. Así, más allá de la dilucidación de la intuición sensible o de la abstracción del intelecto como explicaciones de las facultades cognoscitivas del hombre, se encuentra, por ejemplo, la metafísica intuición del ser excogitada por Maritain3que, al decir de Bogliolo, es aceptada de un modo u otro por todos los tomistas4(de esos años '40 y '50). Sin ella, insistía Compost hace no tanto tiempo, sería imposible responder de modo rotundo y crítico al idealismo: toda la metafísica reposa sobre ella puesto que en esa intuición se juega la «realidad» —el contenido «real»— de la noción de ser y del conocimiento...

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Bibliographic Details
Main Authors: Gelonch Villarino, Santiago, Argüello, Santiago
Format: Artículo biblioteca
Language:spa
Published: Pontificia Universidad Católica Argentina. Facultad de Filosofía y Letras 1999
Subjects:GNOSEOLOGIA, CONOCIMIENTO, FILOSOFIA CONTEMPORANEA, Tomás de Aquino, Santo, 1225-1274,
Online Access:https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/12892
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