Las escuelas libertarias en el contexto de estructuración y consolidación del sistema educativo argentino (1898-1915)

El presente trabajo se propone estudiar las experiencias de educación libertaria en la Argentina desde los últimos años del siglo XIX hasta 1915. El período a analizar coincide con el momento en que se estructuraba, y luego se consolidaba, el sistema educativo oficial contra el cual las escuelas libertarias pretendían competir. Para rastrear las experiencias educativas en cuestión nos valimos, fundamentalmente, de publicaciones anarquistas de Buenos Aires –La Protesta Humana y La Protesta– y de publicaciones específicas de educación libertaria –Francisco Ferrer y La Escuela Popular–. La preocupación por la educación para niños fue un rasgo importante del movimiento anarquista local que lo distingue del socialismo, más abocado a la educación no formal para adultos o a la intervención dentro del sistema educativo oficial. Si bien el movimiento anarquista también fue promotor de la enseñanza para adultos, las “lecturas comentadas”, la actividad cultural en los ateneos y la fundación de bibliotecas, el presente trabajo se limitó a estudiar la educación libertaria destinada a la niñez. Es en el área de educación infantil donde hallamos los rasgos educativos más originales de los libertarios, fundamentados en una concepción diferente de la niñez. En este trabajo no se realizó un inventario exhaustivo de las experiencias educativas libertarias que tuvieron lugar en la Argentina por dos razones. La primera es que Dora Barrancos (1990) y luego Martín Acri y María del Carmen Cácerez (2007) ya se tomaron ese trabajo. La segunda es que nos interesaba analizar las experiencias más significativas para encontrar las regularidades y los grandes principios generales de la educación libertaria y conocer sus rasgos propositivos y sus contradicciones. Para ello es ineludible volver sobre las publicaciones de la época con una mirada analítica. Cabe aclarar que debido a que las publicaciones disponibles con las que se trabaja son de Buenos Aires, puede haber experiencias de otras provincias que queden disminuidas en cuanto a su verdadera magnitud. Rastrear las publicaciones anarquistas de las provincias es un trabajo pendiente para dar cuenta con más precisión de las experiencias educativas libertarias de todo el territorio argentino. Las escuelas libertarias y el movimiento anarquista no son mecánicamente identificables; por esta razón no se hace referencia a “escuelas anarquistas”. Las llamamos libertarias porque todas comparten la premisa de dejar al niño en libertad para que pueda desarrollar sus aptitudes y la necesidad de cambiar la relación jerárquica maestro/alumno por una relación de “compañeros”. Si bien esta sería la raíz más específicamente libertaria, estas escuelas, tal como se verá a lo largo de este trabajo, compartieron otra serie de rasgos importantes: la educación mixta, el autofinanciamiento, el internacionalismo, la preeminencia de las verdades científicas en el proceso de enseñanza y el rechazo de la instrucción patriótica y religiosa. Encontramos experiencias educativas con mayor o menor autonomía con respecto al anarquismo local, al mismo tiempo que diferencias y contradicciones de variable magnitud, dentro del movimiento anarquista, entre educacionistas y revolucionarios, según la distinción de Errico Malatesta. Según este influyente militante anarquista, los anarquistas educacionistas eran quienes pensaban que “sólo se puede llegar a la transformación social transformando antes a los individuos por medio de la educación y de la propaganda”, mientras que los revolucionarios creían que era necesario “abatir por la fuerza al orden presente, para crear un ambiente en el cual sea posible la libre evolución de los individuos y de las colectividades”. En la Argentina, el grupo que más se asemejó a lo que Malatesta define como anarquistas “educacionistas” fue el de los racionalistas. Si bien el corazón de este grupo estuvo constituido por militantes anarquistas, no faltaron socialistas y liberales radicales que se relacionaron, aunque más tibiamente, con el racionalismo. Las experiencias estudiadas estuvieron dirigidas a niños aún no imbuidos de los valores burgueses. En las experiencias sistemáticas de educación para niños y jóvenes se ve con más fuerza la idea de empezar a vivir otras relaciones, incluso antes de la revolución social que los anarquistas perseguían. En este sentido, se evidencia la prefiguración de una futura sociedad libre, más fuerte que la que aparece en la vida de los sindicatos. En el desarrollo de este trabajo se introdujeron algunos debates: ¿qué es preferible: educar a los niños en escuelas libres antes o después de la revolución? ¿Se puede cambiar la escuela oficial desde adentro? Con respecto a este último interrogante encontramos dos claros antagonistas dentro del campo libertario. Por un lado, el catalán Francisco Ferrer y Guardia desechó toda acción dentro del sistema educativo oficial para abocarse a la fundación de escuelas libres. En cambio, Julio Barcos, sin renunciar a fundar escuelas libres, puso gran parte de sus esfuerzos en cambiar el sistema educativo oficial a través de la acción del Magisterio. El anarquismo en la Argentina hizo varios esfuerzos para fundar escuelas libertarias, particularmente en Buenos Aires y Rosario, pero también en otras ciudades como Bahía Blanca, Mendoza y Mar del Plata. La educación fue considerada, aunque no de forma homogénea, como un elemento fundamental para la conformación de una nueva sociedad, y permite estudiar algunas singularidades del anarquismo local y de sus aspectos propositivos. En la literatura historiográfica específica (Godio, 1988; Del Campo, 1985; Suriano, 2001) se minimizan los rasgos propositivos del anarquismo, que no se redujeron (como en esta literatura se pretende) al mero rechazo del poder estatal. En este sentido, la educación es un campo muy rico para estudiar las propuestas de una sociedad alternativa que ofreció el movimiento anarquista. El desarrollo del presente trabajo se divide en tres partes. La primera de ellas está dedicada a contextualizar las experiencias educativas libertarias y a dar cuenta de sus principales influencias teóricas y antecedentes. El contexto trazado no se limita a las particularidades políticas y sociales de la época, sino que también describe la aparición de la institución escuela en el escenario mundial como un fenómeno disruptivo en la historia de la educación que fue constitutivo de la modernidad, dado que la “escuela” se convirtió en la forma educativa hegemónica, desplazando a otras prácticas formativas llevadas adelante en el seno de la familia y eliminando progresivamente el aprendizaje de oficios dentro de los gremios. También se consideran las peculiaridades del sistema educativo argentino y de sus instituciones específicas en el período estudiado. La segunda se adentra en el estudio de las experiencias educativas libertarias más significativas. Aquí se considera el rol de la Federación Obrera Regional Argentina (FORA) en el impulso de estas iniciativas y se analizan las particularidades de los educadores autodenominados “racionalistas” a través, fundamentalmente, de dos de sus publicaciones específicas: las revistas Francisco Ferrer y La Escuela Popular. Por último, se profundiza sobre el pensamiento de Julio Barcos, quien fue el propagandista más destacado de la educación racionalista en la Argentina. La tercera comienza con un breve análisis de las visiones más significativas sobre el movimiento anarquista local para, luego de considerar varios de los aspectos analizados a lo largo del trabajo, especificar las marcas identitarias que hacen posible hablar de una educación libertaria, distinta de la educación pública oficial y de muchos de los proyectos que buscaban reformar a esta última. El período estudiado se extiende desde 1898 hasta 1915. En 1898 aparece la primera formulación escrita en La Protesta Humana de un proyecto de escuela libertaria para niños. A partir de aquel año se registraron varios intentos más o menos exitosos de llevar adelante experiencias educativas. Por otra parte, el año 1915 es bastante representativo de la pérdida de fuerza de este tipo de iniciativas y experiencias. Por un lado, tiene lugar el IX Congreso de la FORA en el que se vota por la sindicalización de los maestros, quienes disputarían al Estado el monopolio de las escuelas, en detrimento de la fundación de escuelas libres. Por otro lado, ya en 1914 deja de salir la Revista de la Liga de Educación Racionalista, La Escuela Popular, dedicada en forma específica a las problemáticas educacionales.

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Bibliographic Details
Main Author: Herrera, Diego Ariel
Other Authors: Costa, Flavia
Format: Tesis biblioteca
Language:spa
Published: Universidad de Buenos Aires. Facultad de Ciencias Sociales
Subjects:Educación, Discurso, Sociología de la educación, Relaciones escuela-comunidad,
Online Access:http://repositorio.sociales.uba.ar/items/show/1548
https://repositorio.sociales.uba.ar/items/show/1548
https://repositorio.sociales.uba.ar/files/original/62172a60796d58604a21972341ff51ad.pdf
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