¿Jóvenes pasivos, participativos o defensores? : la relación entre las juventudes y el sindicalismo desde el discurso oficial de los sindicatos
Se trabajará en la investigación y análisis acerca de la relación que existe hoy entre los sindicatos y los jóvenes trabajadores, observando la forma y el contenido de los mensajes que los primeros transmiten a los segundos, a través de la palabra “oficial”, en sus páginas de internet. Una pregunta fundamental que da origen a la necesidad de investigar sobre esta temática es, por un lado, si los sindicatos responden, y en caso de hacerlo, cómo lo hacen, frente al mercado laboral flexibilizado, y por otro lado, si esto constituye una herramienta con la que los jóvenes pueden contar, o sentirse interpelados. Nos damos lugar a esta pregunta ya que los sindicatos son definidos como ámbitos organizados que tienen la capacidad de intervenir en la relación con las patronales, por la defensa de los derechos de los empleados. Tal como lo expresa Ana Drolas, cuando hace referencia al concepto de representación, el sindicato tiene un reconocimiento institucional (del Estado y de las empresas) y entabla una relación entre los sujetos representantes y representados: “…sólo el sindicato –con reconocimiento gremial- está capacitado y tiene permiso legal de poner en marcha acciones y medidas de resolución de conflictos y de negociación”. De esta manera, nace una nueva pregunta, que trata sobre cuáles son las herramientas que utilizan los sindicatos en primera instancia, para atraer la mirada de los jóvenes, y en segunda instancia (no menos importante), si en esa interpelación hay o no una intención de incorporar a esos jóvenes como nuevos militantes, para dar una respuesta o revertir los problemas que existen y surgen en sus lugares de trabajo. Pensamos que los sitios web oficiales, de una manera u otra, brindan una imagen acerca de la dinámica y posicionamiento de cada sindicato respecto de las empresas y de los acontecimientos que suceden a nivel político en el país. Consideramos que, aunque a partir del año 2003, se ha dado lugar a una nueva etapa políticoeconómica (por ejemplo con la recuperación del empleo y el aumento de los salarios), hay ciertos rasgos del neoliberalismo que permanecen, y que en el ámbito del trabajo están aún presentes.Esto último significa que debemos partir de un contexto,que tal como plantea Paula Lenguita, es fruto de una restructuración empresaria que se profundizó en los años 90, con la precariedad de los contratos de trabajo, un gran número de despidos, y la incorporación de jóvenes que no tenían vínculos con los gremios: “La purga de los activistas fue la fase inaugural de una práctica antisindical; después se utilizó la amenaza de despido como mecanismo de control de los trabajadores, que ya no contaban con una iniciativa sindical para defender sus intereses laborales ni gremiales. Finalmente, comenzó una fase de incorporación de jóvenes en las empresas; éstos, sin antecedentes laborales ni, por supuesto, gremiales, ingresaron en el mundo laboral sin contar con garantías ni formación sindical, dado que quienes debían desempeñar ese rol formador ya no eran parte de las empresas”. La misma autora especifica que, a raíz de los conflictos sociales, y particularmente laborales, al comienzo del nuevo siglo, comienza a darse una revitalización del activismo, por parte de los mismos jóvenes, que en lugar de adquirir su formación dentro del trabajo, lo hicieron por fuera de él, en espacios de militancia, asambleas barriales, etc. Por un lado existe un sindicalismo que ha vuelto a ser parte del escenario, pero por otro lado, existe un mercado de trabajo que permanece flexibilizado y precarizado, en el que los tipos de contrato y las condiciones de trabajo no han cambiado mucho respecto de aquella etapa neoliberal, y que se confirma por ejemplo con la aún vigente ley de flexibilidad laboral. Esto queda claramente demostrado cada vez que surge algún reclamo y algún conflicto laboral, cuando los sindicatos deciden tomar medidas para hacer reconocer sus derechos (es el caso de los trabajadores de la educación, de la salud, del ámbito de los servicios, de la construcción, etc.). Por último, es necesario aclarar que no desconocemos la importancia de atender todo aquello relacionado a la vida interna de los sindicatos. Entendemos que existen conflictos y disputas hacia su interior, y que esto condiciona las acciones y objetivos de los distintos actores en juego. En ese sentido, lo que se logra comunicar al exterior, es parte de los resultados que arrojan esas disputas y contradicciones internas. Por ello, siempre se tendrá en cuenta que mirar la fuente oficial nunca es igual a mirar al sindicato como un territorio homogéneo. Además, entendemos que mirar solamente el aspecto comunicacional de los sindicatos, y particularmente en sus sitios oficiales, no definirá por completo el modo en que se da la relación jóvenes/sindicatos, sino que nos dará la posibilidad de conocer algunos aspectos de dicha relación: la manera en que los mensajes llegan a sus destinatarios, especialmente a los jóvenes, y el contenido que se decide demostrar, a su vez va a influir en la lectura y en la práctica de aquellos que se sientan interpelados. En síntesis, sin desconocer las conflictividades y las diferencias internas, trataremos de analizar la forma en que el mensaje “oficial” se presenta, qué es lo que les dice a los jóvenes trabajadores, cómo y para qué los interpela. En definitiva, veremos qué es lo que de tanta complejidad, logra reflejarse en los sitios web oficiales, considerados como una de las “caras” que los jóvenes trabajadores verán de su sindicato. Se seleccionarán entonces las fuentes oficiales de: - SEC (Sindicato Empleados de Comercio), perteneciente a la CGT - SMATA (Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor de la República Argentina), perteneciente a la CGT - ATE Capital (Asociación Trabajadores del Estado), perteneciente a la CTA - SUTNA (Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino), perteneciente a la CTA Los motivos por los cuales se observarán estos sindicatos, tienen que ver en principio con que todos ocupan un lugar estratégico en la economía y en la política de nuestro país. Además, los mismos aglutinan un número importante de empleados, por lo que quizá sus mensajes lleguen a un importante número de jóvenes. Por otro lado, creemos que se debe prestar atención a sindicatos tanto de la CTA como de la CGT, ya que ambas centrales se han plantado públicamente como diferentes propuestas de modelos sindicales. La Confederación General del Trabajo tiene una larga historia, que comenzó a construirse desde los años 30, nucleando a diversos sectores: anarquistas, comunistas, socialistas, y posteriormente peronistas. Con el tiempo se constituyó en lo que hoy se caracteriza como “sindicalismo tradicional”: su modo de funcionamiento electoral implica el voto indirecto y la elección ponderada de su secretario general, y está adaptada al régimen de “sindicato único”, contando con personería gremial. La Central de Trabajadores de Argentina, nació en los años 90 como crítica al sistema sindical de la CGT, y fue alentada por la crisis de 2001 para pronunciarse como un espacio autónomo respecto de los gobiernos, de las empresas, y de los partidos políticos. De allí que su propuesta respecto de lo electoral sea la del voto directo de sus afiliados, y que su mayor pelea sea por la libertad sindical (esta central aún no cuenta con personería gremial). La idea es no desatender el proceso histórico a través del cual nace la CTA, como propuesta alternativa al modelo de la CGT, y cómo se define a sí misma cada una de las centrales, ya que esto puede guardar ciertas relaciones con los sindicatos a los que nuclea cada una. A simple vista, pareciera haber una diferencia entre las juventudes a las que les habla cada discurso oficial, por lo que resulta conveniente optar por sindicatos adheridos a espacios con enfoques políticos diferenciados. Cabe destacar que en este análisis, con el término “jóvenes”, nos referimos tanto a aquellos que ingresan al campo laboral, como a los que ya están insertos en él, porque consideramos que todos pueden estar incluidos en las propuestas que los sindicatos realizan: veremos si este contacto se entabla sólo para brindar servicios o información, o para invitar a una participación activa, es decir para incorporar militantes nuevos dentro de un espacio organizado. Al respecto, existen algunos trabajos, como el de Vanesa Coscia, donde a través de la descripción de los sitios oficiales de 22 sindicatos, se pretende dar cuenta de que la mayoría de los sindicatos nucleados en la CGT dan una imagen de “servicios”, y la mayoría nucleados en la CTA dan una imagen de “lucha”. Sin embargo, creemos que en nuestro caso, debemos ahondar un poco más en las fuentes seleccionadas, para observar detalladamente el lugar de la juventud en cada una de ellas. De allí se desprende que por ejemplo, posiblemente sea preciso indagar sobre la formación (si es que la hay) que ofrecen los sindicatos a los jóvenes, y a través de qué mecanismos lo hacen. En lo antedicho entonces basamos nuestra hipótesis, y es que la capacidad o no que tengan los sindicatos, de dar una respuesta a la problemática juvenil en un contexto de trabajo precario, va a depender en gran parte de cómo cada sindicato considere e interpele a la juventud, y qué lugar le otorgue dentro de la institución. Para especificar un poco más el motivo de la selección, podemos dar algunos ejemplos: al menos a primera vista, vemos que el SEC no se haya muy involucrado con los acontecimientos políticos, a la inversa de ATE, que en su página de internet muestra su intención de constituirse como actor político: ya en su portada tiene varias noticias al respecto. En el caso del SMATA, se observa su impronta peronista y kirchnerista, la importancia que también le da a su condición de actor político, y a la formación de los militantes. En el caso de SUTNA resulta particular el hecho de ofrecer muy poca información “visible”, ya que para conocer un poco más el sindicato es necesario recurrir a la revista digital VOSUTNA, ubicada en una solapa especial. Por último, debido a que en algunos estudios sobre el mercado de trabajo de estos últimos años, se presentan datos acerca de cómo los trabajadores son sometidos a un aislamiento dentro de su propio lugar de trabajo, se puede inducir que éste es uno de los motivos por los que la mayoría de las veces a los sindicatos les cuesta trascender el corporativismo, el reclamo por demandas aisladas. En ese marco, se ve la necesidad de observar dos sindicatos del sector productivo (uno de CTA y otro de CGT), y dos del llamado sector de servicios (uno de CTA y otro de CGT). Esto será necesario para poder pensar en cuan distintos o parecidos pueden llegar a ser los mensajes que se transmiten tanto a un joven obrero de una fábrica, como a un joven trabajador del ámbito de los servicios, y cuánto puede llegar a afectar esa separación (si es que la hay) a esta imposibilidad de superar reclamos y demandas aisladas.
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Format: | Tesis biblioteca |
Language: | spa |
Published: |
Universidad de Buenos Aires. Facultad de Ciencias Sociales
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Subjects: | Relaciones trabajadores-directivos, Trabajadores jóvenes, Juventud, Sindicalismo, Mercado de trabajo, Sindicatos, Redes sociales (Internet), |
Online Access: | https://repositorio.sociales.uba.ar/items/show/1313 https://repositorio.sociales.uba.ar/files/original/e02c33b3a456e1408e16853b0b7cf812.pdf |
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