Mercado de semillas

Introducción El enfoque y el análisis global de un determinado rubro productivo deberían iniciarse en la semilla y finalizar en la mesa del consumidor. Es en este sentido que la producción de semillas a nivel mundial está ligada a consideraciones que incluyen aspectos técnicos y comerciales. Como un factor importante del suministro de alimentos, las semillas son la base de la calidad alimentaría de ellos, convenientemente nutritivos, para la población mundial y en especial para aquellas zonas que en la actualidad tienen problemas de alimentación de su población.Entre otros factores productivos, el éxito de una siembra depende en gran medida de la elección apropiada de la semilla, que involucra aspectos como la adaptabilidad, la resistencia o la tolerancia a determinadas limitantes de suelo, clima o plagas, un elevado porcentaje de germinación y un alto potencial de rendimiento.En unión a lo anterior, desde hace décadas que el comercio mundial dejó de basarse en los indicadores meramente de comercio, como cantidad y valor, y cada vez más son otros los componentes que interactúan en el comercio de productos primarios e industriales agrícolas. La producción de semilla mundial debe orientarse en función tanto de los requerimientos nutricionales como de mercado de un determinado producto agrícola. Ya la producción limpia y de calidad, la trazabilidad, el incremento de un determinado compuesto químico, el color, la firmeza y durabilidad de los frutos, son variables que influyen en el acceso a nichos de mercado y en la conservación de los mismos. Respecto de la producción orgánica, la Unión Europea exigirá a partir de 2003 que las semillas usadas en ella sean semillas certificadas como orgánicas. Son de mención regular en los foros de semillas y de mercado los aspectos de investigación, con temas como los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) o transgénicos1; los "royalties", los registros de obtentores de variedades o la conservación del patrimonio genético de un país.Por otra parte, el mercado de las semillas está relacionado con los precios internacionales de los commodities agrícolas, en el sentido de que grandes producciones y stock finales disminuyen los precios de éstos y, por tanto, es probable que a lo menos en la próxima temporada agrícola reduzcan su superficie de siembra, contrayendo así la demanda de semillas. Por el contrario, la presencia de sequía o de otros fenómenos climáticos en los países del norte afectan positivamente la superficie de semilleros en los países "nursery" o de contraestación, como es nuestro país.Chile ha adquirido un lugar importante en el mercado mundial de semillas, por la variedad de especies cultivadas y la calidad de sus exportaciones. Es el sexto exportador mundial de semillas y participa en diferentes organismos técnicos internacionales. A través del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), está presente para el tema de certificación de semillas y plantas en la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OECD), en la Equivalencia de los Sistemas de Certificación de la Unión Europea y en la Asociación de Agencias Oficiales de Certificación de Semillas y Plantas de Estados Unidos. En el ámbito de la propiedad intelectual, pertenece a la Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV).En nuestro país, los semilleros constituyen desde la I a la X regiones una alternativa productiva en microzonas con condiciones meteorológicas particulares. Su cultivo, la mayoría de las veces bajo contrato, ha potenciado la alta especialización en cierto nivel de agricultores que aplican las mejores técnicas productivas para su desarrollo. Es un sector orientado principalmente a la exportación, ya que más de la mitad de los predios dedicados a la producción de semillas se dedica a la multiplicación para el mercado externo, que significó en el quinquenio 1997 a 2001 un valor FOB promedio cercano a los 140 millones de dólares.En 1977 fue creada la Comisión Nacional de Semillas, integrada por representantes de los sectores privado y público, cuya función era asesorar al Ministerio de Agricultura en la formulación de políticas, planes y programas relativos a la investigación, producción y comercio de semillas. En diciembre de 1999 se reactivó esta Comisión, considerando que el rubro de semillas es un polo de desarrollo para la agricultura nacional. Como temas importantes que se determinaron es posible señalar tres: la posición de nuestro país en torno al tema de los trasgénicos, la capacidad fiscalizadora del Servicio Agrícola y Ganadero, y la necesidad de formular un reglamento que regule las condiciones de aislamiento requerido para la producción de semillas.De manera coincidente, dado que entre las funciones asignadas a Odepa está comprendida la evaluación técnica de los proyectos que son presentados al Fondo de Promoción de Exportaciones Agropecuarias, del Ministerio de Agricultura y ProChile, y en vista de que eran numerosos los proyectos relacionados con el rubro de semillas para realizar estudios de mercado, visitas a zonas productoras de los principales países, asistencia a ferias mundiales, etc; se consideró necesario aunar esfuerzos en un documento que sirviera de información base para un accionar coordinado de los agentes del sector. Es así como se realizó el estudio "Diagnóstico Nacional del Sector Semillero y Taller de Planificación Estratégica del Sector", ejecutado por Fundación Chile, con la supervisión de ProChile y Odepa2.En diciembre de 2001, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), por intermedio de la Resolución N° 3203 creó la Comisión Nacional Asesora en Materias de Semillas y Plantas, incluyendo la propiedad intelectual de variedades vegetales. Está integrada por representantes de los sectores privado y público y tiene carácter de asesora del Director Nacional del SAG.Respecto de los transgénicos, la política del Ministerio de Agricultura permite la multiplicación de material vegetal de propagación orientada a la re-exportación, previa evaluación caso a caso y cumpliendo las medidas de bioseguridad establecidas. Es el Director del Servicio Agrícola y Ganadero quien autoriza su internación, apoyado por el Comité Asesor para la Liberación de Organismos Vivos Modificados (CALT).Considerando los cambios a nivel internacional que han adoptado los países respecto a los organismos vivos modificados, el Ministerio de Agricultura se encuentra revisando la actual política, para lo cual se ha consultado a los gremios del sector su opinión respecto a una posible apertura al tema, considerando en su evaluación, fundamentalmente, aspectos comerciales. En síntesis, el resultado de esta consulta plantea que el sector privado reconoce que ésta es una tendencia innegable, pero que hay que tener cautela y en el corto plazo, mantener la actual política: sólo multiplicación de material vegetal. Sin embargo, no es conveniente marginarse totalmente del tema y, por lo tanto, es necesario avanzar en lo que se refiere a la investigación y el desarrollo.En las temporadas 2000 a 2002 la superficie de semilleros transgénicos, con y sin cuarentena de bioseguridad fue cercana a las 7 mil hectáreas. De esta área un 22%, en promedio, estuvo sujeta a medidas de aislamiento físico. En tanto, los semilleros a los cuales se han levantado las medidas de aislamiento físico alcanzaron una superficie promedio de 5.498 ha.Según el VI Censo Nacional Agropecuario de 1997, en Chile se siembran aproximadamente 64 especies para la producción de semilla (excluidas las especies de flores). Las más importantes en cuanto a su superficie sembrada son el maíz, el trébol rosado, la maravilla, el trigo blanco y algunas forrajeras, como la ballica anual y la alfalfa.Respecto de los semilleros de cultivos industriales, éstos alcanzaron 2.235 ha, ubicadas principalmente, en orden decreciente, en las regiones VI (36,2%), Metropolitana (32,5%) y VII (27%).En el último quinquenio, la superficie promedio de semilleros alcanzó a 25.000 ha, con variaciones importantes debidas principalmente a los cambios en maíz y en maravilla.A nivel regional se destacan los semilleros de hortalizas en la IV y V regiones; de hortalizas, maíz y forrajeras en la Región Metropolitana; de hortalizas, maíz y maravilla en las regiones VI y VII; de trigo blanco, maravilla, poroto, espárrago y de algunas flores en la VIII Región. En la IX Región se concentra más del 70% de la producción de semillas de forrajeras: trébol rosado y ballica, además de la producción de semillas de avena, trigo y lupino. Mientras, en la X Región, los semilleros más importantes son los de papa, en unión a algunas superficies de trigo, de flores (lilium) y de ballicas (anuales y perennes).La temporada recién pasada se caracterizó por condiciones agrometeorológicas favorables para la producción de semillas. La disponibilidad de agua estaba asegurada para la primavera y el verano, y los terrenos pudieron prepararse convenientemente, lo que permitió las siembras adecuadas en las épocas más propicias.Con relación a los semilleros bajo certificación para la exportación de maravilla y de maíz, en las tres últimas temporadas alcanzaron en promedio a 13.623 ha, observándose que, mientras la superficie de maíz se mantuvo relativamente estable en alrededor de 10.520 ha, la superficie de los semilleros de maravilla experimentó una brusca caída, pasando desde casi 7.000 ha en 1999/00, a sólo 1.270 ha en la temporada recién finalizada.Es así como durante el año agrícola 2001/02 se sembraron 9.863 ha con maíz para semilla. Se estima que la producción de semillas fue cercana a las 40.000 toneladas, con un rendimiento que alcanzaría a 42 qq/ha.Respecto de los semilleros de maravilla, aun cuando las condiciones meteorológicas fueron buenas durante el desarrollo del cultivo, que se realizó durante la temporada sin mayores problemas y con abundante disponibilidad de agua, las lluvias ocurridas en febrero favorecieron el desarrollo de la esclerotinia. A pesar de esto, el daño en la productividad no fue comparable al producido por el excesivo calor a fines de la temporada, antes de la cosecha. Se estima que la producción total podría alcanzar a 1.800 toneladas, con un rendimiento cercano a los 14 qq/ha.Respecto de los semilleros para certificación nacional, es posible observar que la superficie total ha bajado en casi 300 hectáreas, especialmente en avena, lupino y frejol. En general, la tendencia de la superficie total corresponde a la cifra total de cultivos anuales de la temporada siguiente. No obstante lo anterior, aún continúa una limitante seria a nivel de producción agrícola, ya que es conocido el hecho de que no toda la superficie de cultivos anuales o forrajeras se siembra con semilla certificada. Por ejemplo, una de las especies con mayor superficie bajo certificación, la papa, se siembra tradicionalmente con semilla propia o comprada en predios cercanos, que no necesariamente es certificada. Se argumenta que el costo de la semilla certificada es elevado, pero, por otra parte, este mayor costo traería beneficios adicionales, como uniformidad del producto, tamaño adecuado y calidad homogénea, lo que finalmente redundaría en un buen resultado económico.Respecto del comercio exterior, las exportaciones de semillas han tenido en los últimos cinco años variaciones importantes, respondiendo como se señaló anteriormente a la demanda internacional, pero también afectadas por las condiciones meteorológicas de la temporada 1998/99, que disminuyeron las exportaciones en 19% y 10% respecto de las de 1998, en cantidad y valor, respectivamente. Se observó reducción especialmente en las exportaciones de semilla de maíz, papa y trébol, entre las más importantes.

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Bibliographic Details
Main Author: Raul Parada, Raul
Format: Artículos biblioteca
Published: 2002-10-17
Subjects:Semilleros, bulbos y viveros, Raúl Parada,
Online Access:http://bibliotecadigital.odepa.gob.cl/handle/123456789/3578
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