Política Agraria

El pasado 16 de octubre de 2006 se celebró en Santiago el Día Mundial de la Alimentación FAO 2006. En esta ceremonia, presidida por el representante de FAO en Chile, Sr. Marcio Purto, participaron también la Ministra de Salud, Sra. María Soledad Barría; el Ministro de Agricultura, Sr. Alvaro Rojas, y representantes de la Asociación de Ferias Libres, de la Corporación "5 al día", del Comité Agro-Gastronómico, de la Central de Abastecimiento Lo Valledor y chefs de "Les Toques Blanches", quienes hicieron un llamado para invertir en la agricultura, para lograr la seguridad alimentaria en los países y para reflexionar en torno al problema del hambre y la malnutrición, e insistieron en la importancia de fortalecer el sector agrícola para garantizar que todas las personas tengan acceso material y económico a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos. También se dio a conocer en esta reunión que Chile, como país miembro de la FAO, ha realizado importantes avances en su compromiso por disminuir la desnutrición, la que actualmente afecta a menos del 1% de la población infantil. Sin embargo, se presenta una situación de hambre oculta, esto es, malnutrición que tiene su expresión en los altos índices de obesidad en nuestro país, que afecta a 3,4 millones de personas, en su mayoría niños y jóvenes. El 7 de noviembre de 2006 se realizó el Encuentro Nacional del Agro, organizado por la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), evento en el que participaron la Sra. Presidenta de República, Michelle Bachelet; el Sr. Ministro de Agricultura, Alvaro Rojas; autoridades sectoriales, dirigentes gremiales y agricultores. En esta ocasión el Ministro de Agricultura destacó la importancia de aprovechar las oportunidades que se presentan actualmente en el mercado, especialmente el bajo precio del dólar y el bajo riesgo país, que obligan al sector exportador a esforzarse más, a innovar y a ser más eficientes. Si junto a ello se desarrolla un espíritu de mayor cooperación, inversión en tecnología e innovación, será posible alcanzar la meta de ser una potencia agroalimentaria para el bicentenario nacional. El Ministro señaló que como Gobierno se está trabajando en políticas y acciones dirigidas a fomentar el desarrollo productivo de una industria de alimentos competitiva, basada en estrategias de diferenciación de productos; en propiciar y fortalecer encadenamientos productivos que vinculen a pequeños y grandes productores; en la masificación de los sistemas de aseguramiento de la calidad e inocuidad de los alimentos y en la profundización de las estrategias de inserción competitiva en mercados. Además, informó que el MINAGRI ya está abocado al proceso de cambio de su institucionalidad sectorial, camino que derivará en la próxima creación del Ministerio de Agricultura y Alimentación. Mencionó, asimismo, dentro de las medidas por adoptar en un corto plazo, la concursabilidad de los cargos de mayor nivel directivo del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) y de la Comisión Nacional de Riego (CNR), con el objeto de darles un perfil más técnico como organismos de fomento productivo y de modernizar dichas instituciones, obteniendo una mayor eficacia en la gestión. Finalmente dijo que, en este esfuerzo modernizador, también hay una gran responsabilidad del sector privado, en cuanto a superar la dicotomía que existe entre una agricultura moderna, desarrollada y plenamente inserta en las posibilidades exportadoras y otra postergada, endeudada y con escasas posibilidades de acceder a los mercados internacionales. El 8 de noviembre de 2006 se llevó a cabo en Valparaíso el Seminario "Ordenamiento territorial: una contribución a la competitividad, a la equidad y al desarrollo sostenible del espacio rural", organizado por el Ministerio de Agricultura a través del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), la FAO y la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. En esta reunión participaron diversas autoridades públicas, entre ellas el Ministro de Agricultura, la Ministra de Bienes Nacionales, la Subsecretaria de Agricultura, el Subsecretario de MIDEPLAN y la directora ejecutiva de la CONAMA; autoridades regionales, el representante de la FAO en Chile, senadores, diputados, representantes de organizaciones ambientales y de la Cámara Chilena de la Construcción y académicos, entre otros. En esta ocasión se debatió sobre la necesidad de que los instrumentos de planificación urbana vigentes integren más profundamente las potencialidades del espacio rural; el tipo de reglas requeridas para localizar las inversiones públicas y privadas del sector agroforestal; nuevos instrumentos de desarrollo y ordenamiento del espacio rural, y el rol de las diversas carteras públicas en la gestión integral de las cuencas hidrográficas del país, además de la superación de la pobreza rural. El Programa de Gobierno de la Presidenta Bachelet valora el Ordenamiento Territorial (OT) como una importante herramienta para el desarrollo sustentable, inclusivo y con equidad económico-social. El ordenamiento del espacio rural es considerado como un elemento fundamental para el mejoramiento de la competitividad de las empresas silvoagropecuarias y para el logro del objetivo de hacer de Chile una Potencia Agroalimentaria. En ese sentido, el titular de Agricultura señaló que "nuestra agricultura necesita reglas claras para explotar la tierra y apoyo de las autoridades para conquistar mercados que son cada vez más exigentes a la hora de evaluar el comportamiento de las empresas en sus obligaciones laborales y medioambientales. Por eso, uno de los aspectos que hoy nos inquieta es precisamente contar con un Ordenamiento Territorial que sea funcional al gran objetivo trazado, para lo cual es de gran importancia que el MINAGRI se pronuncie sobre las modificaciones de los límites urbanos en asentamientos poblados sin plano regulador, o el decretar las medidas que deben adoptar los establecimientos industriales o mineros para impedir la contaminación de las tierras agrícolas. Todo eso con un claro objetivo: proteger nuestra producción agrícola, que pelea codo a codo mercados tan potentes como lo hace el cobre y que, según la propia Presidenta, constituye la segunda actividad económica más relevante para el país después del metal rojo", acotó. En esa línea, la autoridad hizo alusión a la presencia de algunas experiencias que atentan contra el buen ordenamiento territorial y la vocación natural de los territorios hacia ciertas áreas productivas. "Si revisamos por ejemplo el suelo con potencial productivo del Plan Regulador Intercomunal de Valparaíso para Quillota- que recientemente fue objetado por nuestra Secretaría Regional- donde se proponía traspasar más de 6.000 hectáreas de clase I a IV como zona urbana, de las cuales alrededor de 1.400 ya están plantadas con especies frutales de exportación, podemos vislumbrar la complejidad de este problema", explicó. Citó también el caso de la Región Metropolitana, donde, en la década de los noventa, cerca de 50.000 hectáreas de riego fueron redestinadas a otros usos y parte importante se encuentra hoy bajo el cemento de Santiago. Por su parte, la Subsecretaria de Agricultura, Cecilia Leiva, planteó a modo de gran conclusión que, en base al diagnóstico elaborado, Chile necesita con urgencia enfrentar el Ordenamiento Territorial y generar una legislación que delimite claramente qué tipo de ciudades queremos y cómo vamos a organizar nuestros suelos, priorizando de acuerdo a una visión del país. Para ello, es relevante terminar con la gran atomización que hoy hace que cada organismo vele por sus intereses sin una mirada más amplia y articular a todos los actores para la generación de una normativa que resuelva los grandes vacíos existentes. En este Seminario, realizado en la sede de la CEPAL, en Santiago, la Subsecretaria de Agricultura, Sra. Cecilia Leiva, señaló que es un gran desafío para el sector silvoagropecuario nacional y para el MINAGRI, intentar minimizar los efectos esperados de la globalización sobre las economías campesinas, para transformarlos en una gran oportunidad para generar un crecimiento equitativo del sector. En este sentido, señaló, se realizan intensos esfuerzos para mejorar la competitividad del sector y lograr su adaptación al proceso de apertura e inserción en la economía internacional, tarea nada fácil, considerando la gran heterogeneidad social y económica de la agricultura en nuestro país, pero que resulta indispensable si se trata de convertir a Chile en una potencia alimentaria. A pesar de las dificultades, la Subsecretaria destacó que la apuesta por una franca apertura de nuestra economía ha rendido frutos. Es así como el sector silvoagropecuario ha sido capaz de crecer a una tasa anual de 5% durante la última década -comparativamente alta a nivel mundial- ocupando al 11% de la fuerza de trabajo total (sobre 700 mil empleos directos), y con un aumento de las exportaciones sectoriales de un 93%. Estos avances han sido mayoritariamente capitalizados por las grandes empresas exportadoras, con un papel secundario de la mediana y la pequeña agriculturas, lo que explica que el Gobierno destine diversos esfuerzos y recursos para compensar estos desequilibrios, a través de programas de mejoramiento de los recursos naturales, proyectos de innovación, de transferencia tecnológica, financiamiento de inversiones, mejoramiento de la calidad y fomento de las exportaciones, entre otros.

Saved in:
Bibliographic Details
Main Author: Sanhueza, Pablo
Format: Artículos biblioteca
Published: 2006-11-24
Online Access:http://bibliotecadigital.odepa.gob.cl/handle/123456789/3230
Tags: Add Tag
No Tags, Be the first to tag this record!