¿Puede ser el biochar una herramienta válida para mitigar el cambio climático?
- El biochar es un material rico en carbono producido a partir de la pirolisis de biomasa. Numerosos estudios han demostrado que puede incrementar de manera significativa la productividad agronómica de suelos degradados y mejorar la respuesta fisiológica de los cultivos frente a períodos de estrés hídrico [1]. Esto es debido en parte a su elevada capacidad de retención hídrica y superficie específica, que contribuyen a mejorar la estructura del suelo y la irrigación de las raíces, pero también a que puede actuar como nicho para los microorganismos del suelo. Tradicionalmente se ha considerado que los materiales pirogénicos, entre los que se encuentra el biochar, poseen una elevada recalcitrancia bioquímica y que el carbono contenido en ellos podría quedar estabilizado en el suelo durante siglos, por ello se ha propuesto el biochar como un medio para aumentar el potencial de secuestro de carbono en el suelo, reduciendo por tanto la emisión de gases de efecto invernadero, mejorando al mismo tiempo la calidad agronómica de suelo. Sin embargo, resultados recientes apuntan a que no todos los biochars poseen esta estabilidad [2]. De hecho se desconoce el potencial real del biochar para el secuestro de C a medio y largo plazo en áreas climáticas no tropicales, como ocurre en la cuenca Mediterránea. Existen numerosos aspectos que deben ser tenidos en cuenta para evaluar el papel que puede jugar el biochar en la mitigación del cambio climático, entre ellos cabe destacar los siguientes: - El papel del biochar en el secuestro de Carbono. Para poder evaluar la eficacia del biochar como forma de estabilización de Carbono en el suelo se hace imprescindible realizar el balance de carbono y energía del ciclo de vida completo (incluyendo la fase de producción). Solo así podríamos responder si en términos de balance de carbono es mejor usar el biochar como fuente de energía en lugar de aplicarlo al suelo como mecanismo de secuestro de carbono. Desgraciadamente los estudios completos de ciclo de vida que incluyan la producción y aplicación de biochar son muy escasos. El balance energético es positivo siempre y cuando se utilice la mejor tecnología disponible en la producción de biochar (pirolizadores de alta tecnología) y los gases combustibles producidos (“Syngas”) sean aprovechados. Las emisiones de CO2 durante la producción de biochar se estiman en el rango 91-360 kg CO2 por MWh, mientras que las emisiones para gas y carbón son de 390 y 880 kg CO2 por MWh (datos UK, 2009). Es decir que aún sin tener en cuenta el Carbono presente en el biochar se reduciría la emisión total de CO2 a la atmósfera.
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Format: | póster de congreso biblioteca |
Published: |
Junta de Andalucía
2017-05-10
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Online Access: | http://hdl.handle.net/10261/163443 http://dx.doi.org/10.13039/501100003329 |
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