“¡Qué bien, tan mal!”: La contaminación por plásticos estimula el crecimiento bacteriano

De manera habitual, cuando hablamos de los impactos negativos del ser humano sobre la naturaleza, inmediatamente nos vienen a la cabeza especies en declive o incluso que se extinguen. Sin embargo, la pérdida de biodiversidad no es el único proceso derivado de nuestro paso por el planeta Tierra. De hecho, algunos organismos se han expandido como resultado de nuestras actividades – pensemos en vacas, cerdos o palomas –. La proliferación de ciertos organismos oportunistas o de aquellos que favorecemos de forma deliberada es un componente del cambio global que muchas veces pasamos por alto, pero que merece una gran atención. Por ejemplo, muchas de estas especies alcanzan abundancias tan altas que pueden llegar a influir en los grandes ciclos biogeoquímicos que son vitales para el funcionamiento del planeta, como el del carbono o el del agua. Y es que, nunca se contamina a gusto de todos. Como dice el extravagante grupo musical Ojete Calor: “¡Qué bien, tan mal!”

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Bibliographic Details
Main Author: Romera-Castillo, Cristina
Format: trabajo de divulgación biblioteca
Language:Spanish / Castilian
Published: 2019-07-11
Online Access:http://hdl.handle.net/10261/279712
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