Videoactivismo y movimientos sociales. Teoría y praxis de las multitudes conectadas compiladores: Francisco Sierra y David Montero

El 1º de enero 1994 nos regala a nivel global las imágenes del levantamiento de las comunidades zapatistas en Chiapas (México). El uso estratégico de las cámaras de vídeo y de las primeras redes digitales del grupo guerrillero mexicano EZLN permitió evitar la represión armada por parte del ejecito. En el mismo año el colectivo inglés Undercurrents establecía que en las manos de un videoactivista, una cámara de vídeo puede funcionar como disuasorio contra la violencia de la policía, un sistema de monitoreo por vídeo puede influenciar la agenda política, un proyector de vídeo puede generar conciencia colectiva. Pero es solamente pocos años después, en 1999 en Seattle, con el avance de la convergencia tecnológica, es decir, con la hibridación de todos los medios que conocemos (televisión, radio, teléfono, internet, satélite) en un solo medio, en una plataforma, la digital, y la difusión masiva de tecnologías a bajo costo, que el videoactivismo emerge del nicho reservado a los técnicos especialistas y/o activistas, para difundirse entre la gente común y corriente. De esta forma, las tecnologías digitales permitieron fortalecer el vínculo entre videoactivismo y acción política, potenciando los procesos de apropiación de los medios de comunicación por parte de los ciudadanos y el discurso audiovisual desde una óptica de cambio social y resistencia.

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Bibliographic Details
Main Author: Gravante, Tommaso
Format: article biblioteca
Language:spa
Published: Quito, Ecuador : CIESPAL 2016-12-23T20:09:41Z
Subjects:VIDEOACTIVISMO, TECNOLOGÍAS DIGITALES, ACCIÓN POLÍTICA, MEDIOS DE COMUNICACIÓN,
Online Access:http://hdl.handle.net/10469/10130
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