Aceites tropicales : aspectos nutricionales y científicos.

consta de ácidos grasos saturados (NCR 1989). Las grasas alimentarias que contienen ácidos grasos saturados en la posición Bete tienden a elevar el colesterol plasmático total y el LDL, lo cual, por supuesto, contribuye a la alteroesclerosis y a las enfermedades cardíacas coronarias. Los profesionales de la salud han expresado su preocupación por el hecho de que el consumidor que escoje alimentos que contienen aceites tropicales pueden aumentar el consumo de ácidos grasos saturados sin saberlo. Los aceites tropicales ricos en ácidos grasos saturados, el aceite de coco hidrogenado y el aceite de palmiste, elevan los niveles de colesterol. Los estudios que demuestran este efecto suelen confundirse por el desarrollo de una deficiencia de ácidos grasos esenciales. El aceite de palma, un aceite tropical lo suficientemente rico en ácidos grasos esenciales, eleva el colesterol sanguíneo en la forma establecida por las ecuaciones de regresión de Keys (Keys el al. 1965d) y Hegsted (Hegsted et al. 1965) puede ser debido a que los ácidos grasos saturados que lo componen están ubicados principalmente en la posición alfa. De ser así, la sustitución del aceite de palma por grasas artificiales interesterificadas en las fórmulas de los alimentos, como lo recomiendan algunos profesionales de la salud, tiene potencial de elevar los niveles de colesterol. Una segunda explicación se refiere a los papeles prospectivos que podrían desempeñar los componentes menores del aceite de palma en la buena salud. Esta explicación se funda en las siguientes observaciones. El aceite de palma comestible no eleva el colesterol plasmático. Los estudios con una sola grasa sugieren que los aceites más ricos en ácidos grasos polinsaturados tienden a reducir la formación de trombos. En forma anómala, el aceite de palma difiere de otras de las grasas más saturadas, por cuanto tiende a reducir la formación de los trombos. Por último, en estudios que comparan el aceite de palma de palma con otras grasas y aceites, la carcinogénesis experimental aumenta, tanto con los aceites vegetales más ricos en ácidos linoleico como las grasas de origen animal altamente saturadas. Los componentes carotenoides del aceite rojo de palma son potentes anticarcinógenos alimentarios. Un segundo grupo de antioxidantes, los tocotrienoles, estan presentes tanto en la oleina de palma como en el aceite rojo de palma. Estos componentes activos de la vitamina E son potentes supresores de la biosíntesis del colesterol; algunos informes recientes indican su actividad anticarcinogénica y antitrombótica. La presente revisión no sustenta la teoría de que los alimentos que contienen aceite de palma deben ser eliminados de una alimentación prudente.

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Bibliographic Details
Main Author: Elson, Charles E., autor. aut 50515
Format: Texto biblioteca
Language:
Subjects:Aceite de palma, Aceites comestibles., aceites tropicales, Cáncer, Colesterol., Enfermedades cardiovasculares., Nutrición humana., Salud., Triglicéridos., Trombosis., Cancer,
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