Plantas epífitas

Las epífitas son plantas que viven apegadas a otras plantas, usualmente árboles, pero también crecen encima de arbustos, lianas, palmas y helechos arbóreos, entre otros (Benzing, 1990). No son parásitas puesto que no absorben la savia de sus anfitriones (árboles de soporte) y no les causan ningún daño directo. Sin embargo, se ha mencionado la posibilidad de que las epífitas actúan como piratas nutricionales (Benzing, 1979) porque intervienen en la caída de material orgánico a la tierra donde se encuentran las raíces del anfitrión, sin embargo, las epífitas pueden considerarse como parásitas mecánicas (Montana et al., 1989), porque aprovechan las estructuras ya hechas de otras plantas y, de esta manera, evitan la necesidad de producir troncos, tallos, ramas y las células, órganos y estructuras reforzadas propias, como las que tiene la mayoría de las plantas vasculares (Benzing, 1990). La reproducción vegetativa, o asexual, de las epífitas consiste en la clonación de la planta madre, extendiendo la planta en forma densa en un hábitat ya probado (Benzing, 1990). La reproducción sexual representa un reto para las epífitas y depende de diversas estrategias para atraer sus polinizadores (Kessler y Kromer, 2000), y en el caso de varias especies de orquídeas, el proceso es complejo, especializado e incierto, y depende de una o pocas especies de insectos (Tremblay, 1992; Gravendeel et al., 2004; Cozzolino y Widmer, 2005; Tremblay et al., 2005; Damon y Salas-Roblero, 2007). Desafortunadamente, de la mayoría de los grupos de epífitas se sabe muy poco y solamente dos familias: Bromeliaceae y Orchidaceae, han sido y siguen siendo estudiadas en detalle. Las primeras se reconocen por la forma de roseta arreglada en espiral y por que cada roseta florea una vez y, posteriormente, muere. Las orillas de las hojas a menudo son defendidas por dientes o espinas y muchas especies presentan hojas de colores fuertes y/o variegadas y esto hace que se aprecian como plantas de ornato (Benzing y Friedman, 1981; Rauh, 1992). Por su parte, las orquídeas presentan mucha mayor diversidad morfológica y número de especies que las bromelias, con una gran variedad de formas de crecimiento y adaptaciones a la vida epífita. Algunas especies son caducifolias (Benzing et al., 1982) y pierden sus hojas al principio de la época de seca que es muy pronunciada en la zona costera y alturas medianas en el sureste de México. Ejemplos de éstas son Mormodes lineata, Catasetum integerrimum y Cycnoches ventricosum.

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Bibliographic Details
Main Author: Damon, Anne Ashby Doctora autora 2085
Format: Texto biblioteca
Language:spa
Subjects:Epífitas, Orquídeas, Bromelia, Recursos de germoplasma vegetal, Conservación de las plantas, Artfrosur,
Online Access:https://doi.org/10.5962/bhl.title.118638
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