Coyuntura macrosectorial, marzo 2004.

En el año 2003 el sector agropecuario y silvícola chileno ratificó su buen comportamiento de los últimos cuatro años, al evidenciar un crecimiento de su producto interno sectorial de 4,3%, cifra que fue superior en un punto porcentual a la registrada por la economía en su conjunto. Esta vez se repitió el mismo guarismo del año anterior, lo que también ocurrió con la participación de 4,4% que tiene actualmente el sector primario de la agricultura sobre el Producto Interno Bruto Nacional. La situación de mayor progreso de la producción de la agricultura, ganadería y silvicultura del país, respecto al promedio de las demás ramas de la actividad económica chilena, viene observándose desde el año 2000, por lo que se puede afirmar, sin temor a equivocarse, que este sector está entre los que vienen impulsando con mayor vitalidad el crecimiento de nuestra economía. No obstante lo anterior, vale la pena hacer presente que el último año fue aquél en que, dentro de este último período de cuatro años, hubo diferencias de menor magnitud entre las tasas de crecimiento del sector agropecuario y silvícola y las del promedio de todas las actividades. Sobre esta base y los demás antecedentes de crecimiento de las distintas ramas, se puede presumir que el año 2004 será el del inicio definitivo de la anhelada reactivación económica en la mayoría de las actividades productivas y de servicios de Chile, varias de las cuales, en este lapso, habían permanecido relativamente aletargadas. Respecto al resto de las actividades, se destaca el hecho de que, salvo la Pesca, que tiene una participación relativamente baja de 1,3% y que experimentó una disminución de 9,2%, todas las demás tuvieron tasas de crecimiento positivas. En este contexto resalta especialmente el caso de la Minería, cuyo crecimiento fue de 5,4%, con lo que se recuperó de su caída de 3,9% que tuvo el año anterior y alcanzó, de esta forma, una contribución de 8% al total del PIB Nacional. El sector agropecuario y silvícola, con su ya comentado 4,3% de variación fue el segundo, ubicándose posteriormente los sectores de recursos energéticos y naturales (Electricidad, Gas y Agua) y el de comercio, hoteles y restaurantes, que presentaron un incremento de 4,1% en ambos casos. En cuanto al desempeño observado a lo largo del último año, se apreció que tanto el PIB Nacional como el agropecuario y silvícola registraron sus tasas de crecimiento más elevadas durante el primer trimestre, cuando sus variaciones llegaron a 3,7% y 6,5%, respectivamente. Con posterioridad, particularmente durante el segundo y el tercer trimestre del año pasado, en ambos casos se apreció una importante disminución del ritmo de expansión, lo que afectó en mucho mayor magnitud al sector silvoagropecuario que a la economía en su conjunto. Así fue como las variaciones respecto a igual período del año anterior bajaron a 4% y 0,9%, en el primer caso, y a 3% y 3,1%, en el caso del PIB Nacional. El repunte vino durante el cuarto trimestre, en que las tasas de crecimiento aumentaron a 1,7%, para el sector silvoagropecuario, y a 3,3%, para el PIB Nacional. Aunque es probable que el debilitamiento del dólar frente al peso durante el segundo semestre de 2003 haya afectado el comportamiento de las actividades exportadoras, de las que el sector silvoagropecuario tiene una alta dependencia, las tasas de crecimiento observadas hacia finales del año pasado hacen prever que el avance económico continuará mejorando durante el año 2004. Se espera que la mayor parte de las ramas de actividad económica evidencien importantes progresos durante este período, afianzando las expectativas que se han formulado. No obstante lo anterior, es altamente probable que a raíz de ello se atenúen considerablemente las diferencias de tasas de crecimiento entre el sector silvoagropecuario y el promedio de la economía chilena. Más aún, es perfectamente posible que, a partir de ahora y por algún tiempo, la primera se sitúe por debajo de la segunda, lo que, en todo caso, no constituye un motivo de preocupación particular, en tanto ambas se comporten con tasas de crecimiento elevadas.