La radio: aquellos primeros años

Cuentan que en la época de la fiebre del oro, llegó al lejano oeste George Smith, un lord inglés que por las apuestas había perdido toda su dote. A los once meses de su arribo a California recibió un telegrama: "Felicidades, estoy encinta". Lo firmaba Marian, su esposa. Smith se puso más pálido que un papel. Ya no solo era su fortuna, ahora perdía también su dignidad. El telegrafista, que por traducir los mensajes se enteraba de vida y milagros de todo el mundo, alcanzó a sostener a Smith antes que cayera desmayado. "Tranquilo -le dijo-, hoy el telégrafo lo puede todo, ¡hasta fecundar a larga distancia!". Era la época de los inventos. En 1840, Charles Weatstone y Samuel morse habían inventado el telégrafo eléctrico. En 1844, veinte años antes de la desgracia de Lord Smith, el Congreso d los Estados Unidos había facilitado la creación de una línea telegráfica entre Washington y Baltimore. En 1877 fue el gramófono. Su inventor, Tomás Edison, le daba manivela para que girara el disco de estaño, sobre el cual hacía pasar una aguja que reproducía la grabación de una conocida canción popular. La disonancia no lo desanimaba, Edison seguramente estaba convencido de que un siglo después aparecerían los compac disks, en los que se escucharían con absoluta fidelidad las bulliciosas pero armoniosas canciones de un cantante negro con facha de mujer blanca.

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Bibliographic Details
Main Author: Dávila Loor, Luis
Format: article biblioteca
Language:spa
Published: Quito, Ecuador : CIESPAL 2018-02-01T13:38:42Z
Subjects:TELÉGRAFO, ORÍGEN DE LA RADIO, INVENTOS, GRAMÓFONO, TELÉFONO, PUBLICIDAD, RADIOTEATRO, ARMA ESTRATÉGICA,
Online Access:http://hdl.handle.net/10469/13092
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