Notas sobre los primeros resultados del Censo Nacional Agropecuario 2002:

Desde la devaluación de la moneda nacional a inicios de 2002, el campo argentino ha cambiado. La política cambiaría ha tenido como consecuencia que un sector de los productores agropecuarios se vieran beneficiados en el siguiente sentido: algunos sobrevivieron a la larga crisis económica y social que azotaba los pueblos rurales, otros incrementaron sus ganancias medias y sanearon sus deudas bancarias y no-bancarias, y un número aún menor ha obtenido -y sigue percibiendo- ganancias extraordinarias. Desde ya que estas reflexiones apuntan sobre todo a las producciones que tienen como destino el mercado externo y fundamentalmente el cultivo de la soja. Ahora bien, el CN A 2002 no ha captado estos cambios puesto que el periodo de referencia para las respuestas de los productores abarcó entre junio de 2001 y julio de 2002. A pesar de ello, creemos que los datos recientes proporcionan a los investigadores y estudiosos de las transformaciones o peradas en la agricultura argentina durante la última década elementos de suma validez e importancia. En nuestro caso consideramos que aquellos son un fuerte sustento de las hipótesis y líneas de trabajo aquí sugeridas, destacando como las más importantes la concentración de la producción agropecuaria en un número menor de explotaciones que disponen de una escala de superficie cada vez mayor para desarrollar las actividades del sector.

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Main Author: Lazzarini, Andrés
Subjects:AGRICULTURA, CENSOS,
Online Access:http://localhost:8080/greenstone3/library/collection/todo/document/riea_v20_n1_05
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Summary:Desde la devaluación de la moneda nacional a inicios de 2002, el campo argentino ha cambiado. La política cambiaría ha tenido como consecuencia que un sector de los productores agropecuarios se vieran beneficiados en el siguiente sentido: algunos sobrevivieron a la larga crisis económica y social que azotaba los pueblos rurales, otros incrementaron sus ganancias medias y sanearon sus deudas bancarias y no-bancarias, y un número aún menor ha obtenido -y sigue percibiendo- ganancias extraordinarias. Desde ya que estas reflexiones apuntan sobre todo a las producciones que tienen como destino el mercado externo y fundamentalmente el cultivo de la soja. Ahora bien, el CN A 2002 no ha captado estos cambios puesto que el periodo de referencia para las respuestas de los productores abarcó entre junio de 2001 y julio de 2002. A pesar de ello, creemos que los datos recientes proporcionan a los investigadores y estudiosos de las transformaciones o peradas en la agricultura argentina durante la última década elementos de suma validez e importancia. En nuestro caso consideramos que aquellos son un fuerte sustento de las hipótesis y líneas de trabajo aquí sugeridas, destacando como las más importantes la concentración de la producción agropecuaria en un número menor de explotaciones que disponen de una escala de superficie cada vez mayor para desarrollar las actividades del sector.