Protección de ratones endogámicos cepa C57 contra la rabia por medio de la inmunidad adoptiva

Se vacunaron por vía intraperitoneal cuatro lotes de 20 ratones cada uno utilizando vacuna antirrábica Acatlán - V319. El experimento se efectuó con ratones blancos cepa CD-1 y ratones negros endogámicos cepa C57, incluyendo lotes de cada cepa de ratones con cada tratamiento. Se incluyó con cada grupo de vacunados un lote de 20 ratones homólogos no vacunados, como testigos; 30 días después de la vacunación se sacrificaron los ratones de tres de los lotes vacunados, dejándose el cuarto lote de ratones como testigos vacunados. Las células esplécnicas inmunes de cada ratón vacunado fueron transferidas por vía intraperitoneal a un ratón homólogo, de tal modo que se formaron tres grupos de 20 ratones receptores de células inmunes. Los ratones receptores de células inmunes fueron desafiados por vía intramuscular a diversos tiempos de la transferencia en conjunción con un lote de testigos vacunados y un lote de testigos no vacunados. Los tiempos de desafío postrasplante fueron de un día, siete días y 12 días, respectivamente. La protección a un día fue de 0.07%, a los siete días de 25% y a los 12 días de 75%, en tanto que ninguno de los testigos no vacunados y el 81.25% de los vacunados estaban protegidos ante el desafío. La protección después del trasplante sólo ocurrió en los ratones cepa CS7. La elevación de los títulos de anticuerpos fue rápida, en tanto que la instauración de la protección requirió de más de 12 días para establecer a nivel comparable a las de los testigos vacunados Esto parece indicar que la inmunidad humoral es más importante que la inmunidad celular. También pudieran interpretarse estos resultados en el sentido de que las células inmunes trasplantadas requieran de un período de acondicionamiento y adaptación antes de recuperar su capacidad inmune, o bien que la producción local de anticuerpos en el encéfalo fuera más útil en la protección contra el desafío virulento que la producción general en toda la circulación. Sin embargo, los resultados que aquí se comunican no permiten elegir entre estas posibilidades.

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Bibliographic Details
Main Authors: Hernández B., Eliseo, Pérez Romero, Héctor, Gonzalez Vega, Dolores
Format: Digital revista
Language:spa
Published: Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias 1978
Online Access:https://cienciaspecuarias.inifap.gob.mx/index.php/Pecuarias/article/view/2608
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Description
Summary:Se vacunaron por vía intraperitoneal cuatro lotes de 20 ratones cada uno utilizando vacuna antirrábica Acatlán - V319. El experimento se efectuó con ratones blancos cepa CD-1 y ratones negros endogámicos cepa C57, incluyendo lotes de cada cepa de ratones con cada tratamiento. Se incluyó con cada grupo de vacunados un lote de 20 ratones homólogos no vacunados, como testigos; 30 días después de la vacunación se sacrificaron los ratones de tres de los lotes vacunados, dejándose el cuarto lote de ratones como testigos vacunados. Las células esplécnicas inmunes de cada ratón vacunado fueron transferidas por vía intraperitoneal a un ratón homólogo, de tal modo que se formaron tres grupos de 20 ratones receptores de células inmunes. Los ratones receptores de células inmunes fueron desafiados por vía intramuscular a diversos tiempos de la transferencia en conjunción con un lote de testigos vacunados y un lote de testigos no vacunados. Los tiempos de desafío postrasplante fueron de un día, siete días y 12 días, respectivamente. La protección a un día fue de 0.07%, a los siete días de 25% y a los 12 días de 75%, en tanto que ninguno de los testigos no vacunados y el 81.25% de los vacunados estaban protegidos ante el desafío. La protección después del trasplante sólo ocurrió en los ratones cepa CS7. La elevación de los títulos de anticuerpos fue rápida, en tanto que la instauración de la protección requirió de más de 12 días para establecer a nivel comparable a las de los testigos vacunados Esto parece indicar que la inmunidad humoral es más importante que la inmunidad celular. También pudieran interpretarse estos resultados en el sentido de que las células inmunes trasplantadas requieran de un período de acondicionamiento y adaptación antes de recuperar su capacidad inmune, o bien que la producción local de anticuerpos en el encéfalo fuera más útil en la protección contra el desafío virulento que la producción general en toda la circulación. Sin embargo, los resultados que aquí se comunican no permiten elegir entre estas posibilidades.