Rubén Darío : españolista mayor

Resumen: Nadie puede dudar hoy sobre el españolismo de Rubén Darío después de conocer a fondo la obra en verso y en prosa del ciudadano de la lengua española —y transformador armonioso e imperecedero de la misma— que fue el autor de Cantos de vida y esperanza, Los Cisnes y otros poemas (1905). Este poemario cimero, como es sabido, suscitó esta certeza de Jorge Guillén, cuando insurgían las vanguardias españolas e hispanoamericanas. Ese amor a España se había manifestado en el ‘98 cuando se solidarizó con sus valores culturales —léanse los del Siglo de Oro— frente a los estupendos gorilas colorados que les habían vencido militarmente y humillado políticamente. Pero tuvo su inmediato desarrollo con la presencia irradiante del propio Darío —a sus 32 años— en la misma España, que pasearía —al decir de Federico García Lorca— como su propia tierra.

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Bibliographic Details
Main Author: Arellano, Jorge Eduardo
Format: Artículo biblioteca
Language:spa
Published: Universidad Católica Argentina. Facultad de Filosofía y Letras 2017
Subjects:Darío, Rubén, 1867-1916, LITERATURA NICARAGÜENSE, MODERNISMO, LINGÜISTICA,
Online Access:https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/5050
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Description
Summary:Resumen: Nadie puede dudar hoy sobre el españolismo de Rubén Darío después de conocer a fondo la obra en verso y en prosa del ciudadano de la lengua española —y transformador armonioso e imperecedero de la misma— que fue el autor de Cantos de vida y esperanza, Los Cisnes y otros poemas (1905). Este poemario cimero, como es sabido, suscitó esta certeza de Jorge Guillén, cuando insurgían las vanguardias españolas e hispanoamericanas. Ese amor a España se había manifestado en el ‘98 cuando se solidarizó con sus valores culturales —léanse los del Siglo de Oro— frente a los estupendos gorilas colorados que les habían vencido militarmente y humillado políticamente. Pero tuvo su inmediato desarrollo con la presencia irradiante del propio Darío —a sus 32 años— en la misma España, que pasearía —al decir de Federico García Lorca— como su propia tierra.