Actualidad de la doctrina tomista de los objetos formales
Resumen: 1.- El descubrimiento de los objetos formales por Santo Tomás El hecho de que un mismo objeto pueda pertenecer a la consideración de distintas facultades: a los sentidos -y a cada uno de ellos- y a la inteligencia; y también a distintos conocimientos intelectuales: a las ciencias, a la filosofía y a la teología, origina un serio problema. ¿Cómo delimitar el ámbito de cada uno de estos sectores de la actividad cognoscitiva y, en general, consciente y, aún de la actividad inconsciente y material? Inversamente múltiples y aún diversas realidades pueden ser objeto de un mismo conocimiento o actividad consciente o inconsciente. ¿Qué es lo que los une para constituirse en un mismo objeto común de cada una de estas actividades? Ajustándose a las exigencias objetivas de la realidad significada o aprehendida, de un modo y otro, y a las de la actividad que incide sobre ella, con gran precisión Santo Tomás ha develado y elaborado la doctrina de los objetos formales y a su luz ha logrado dar cumplida solución a los problemas planteados y establecer con rigor científico el ámbito propio de cada actividad consciente o inconsciente, espiritual o material, de la filosofía y de la teología, de las distintas ciencias, facultades, virtudes y hábitos. Con esta doctrina delimita el Aquinate para siempre el objeto y el sector propio de la teología y de la filosofía, aún cuando a veces el objeto real sea el mismo. Con ello también la Epistemología tomista ha logrado precisar el objeto y el sector propio de las ciencias y de la filosofía, aún cuando versen sobre una misma, realidad.
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Format: | Artículo biblioteca |
Language: | spa |
Published: |
Pontificia Universidad Católica Argentina. Facultad de Filosofía y Letras
1975
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Subjects: | OBJETO, CONOCIMIENTO, FILOSOFIA, CIENCIA, TOMISMO, |
Online Access: | https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/14281 |
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Summary: | Resumen: 1.- El descubrimiento de los objetos formales por Santo Tomás
El hecho de que un mismo objeto pueda pertenecer a la consideración de distintas facultades: a los sentidos -y a cada uno de ellos- y a la inteligencia; y también a distintos conocimientos intelectuales: a las ciencias, a la filosofía y a la teología, origina un serio problema. ¿Cómo delimitar el ámbito de cada uno de estos sectores de la actividad cognoscitiva y, en general, consciente y, aún de la actividad inconsciente y material?
Inversamente múltiples y aún diversas realidades pueden ser objeto de un mismo conocimiento o actividad consciente o inconsciente. ¿Qué es lo que los une para constituirse en un mismo objeto común de cada una de estas actividades?
Ajustándose a las exigencias objetivas de la realidad significada o aprehendida, de un modo y otro, y a las de la actividad que incide sobre ella, con gran precisión Santo Tomás ha develado y elaborado la doctrina de los objetos formales y a su luz ha logrado dar cumplida solución a los problemas planteados y establecer con rigor científico el ámbito propio de cada actividad consciente o inconsciente, espiritual o material, de la filosofía y de la teología, de las distintas ciencias, facultades, virtudes y hábitos.
Con esta doctrina delimita el Aquinate para siempre el objeto y el sector propio de la teología y de la filosofía, aún cuando a veces el objeto real sea el mismo.
Con ello también la Epistemología tomista ha logrado precisar el objeto y el sector propio de las ciencias y de la filosofía, aún cuando versen sobre una misma, realidad. |
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